Un calvo Símbolo de la Paz.

Capitulo 18: Consecuencias

Mientras la capa se activaba y Saitama ascendía por los cielos, el bullicio y la agitación de la multitud quedaban atrás, reemplazados por la tranquilidad y el silencio de la altura. Se sentía aliviado de escapar del tumulto y encontrar un momento de paz en el vasto lienzo azul que se extendía sobre él.

"Vaya, esa gente sí que es intensa", comentó Saitama, dirigiéndose a Sora. "¿No conocen el significado de espacio personal?"

Sora respondió con su característica voz artificial: "Qué puedo decirte, la cultura de idolatrar héroes es fuerte. Según mis datos, el pueblo japonés es el que más idolatra y ama a los héroes, seguido en segundo lugar por Estados Unidos".

Saitama asintió, reflexionando sobre la pasión y la devoción que los ciudadanos japoneses tenían por los héroes. Aunque apreciaba el reconocimiento por su trabajo, esa cantidad de atención excesiva. Prefería un gracias y ya. 

La tranquilidad de volar en solitario por los cielos, lejos del bullicio de la multitud y las expectativas de la fama. En ese momento, se sentía libre, flotando en un mundo donde solo importaba el viento en su rostro y la sensación de libertad que le brindaba el vuelo.

Sora analizo las palabras de Saitama en busqueda de darle la mejor respuesta. "Mi recomendación es esta: la gente escucha a los héroes famosos, y con lo que hiciste hoy, créeme que ahora eres famoso, no al nivel de un Top Ten, pero quiza si uno del 50. Cuando estés en cámara, explica a tus fans que eres un hombre que se estresa mucho con las multitudes, y que si pueden ser calmados y tranquilos, lo apreciarás mucho, solo asegurate de ser cuidadoso con tu forma de decirlo o pensaran que odias hablar con civiles".

Saitama frunció el ceño, ligeramente confundido por la idea.

 "Espera... ¿Me estás diciendo que por esto que hice ahora tendré fans? ¿Te haces una idea de cuántas veces salvé mi mundo, a cuántas organizaciones criminales destruí, a cuántos monstruos eliminé? Allí ni siquiera saben quién soy".

La ironía de la situación no se le escapaba. Después de tantas hazañas heroicas en su mundo natal, donde luchó incansablemente para proteger a la humanidad, ahora, en este nuevo mundo, una simple intervención en un accidente de tren lo había lanzado a la fama de la noche a la mañana. Era un giro extraño y algo irónico, pero Saitama no estaba seguro de cómo sentirse al respecto.

"Correcto, si no me crees, usa uno de tus celulares para revisar las redes y ve como estan hablando sobre tu hazaña".

"Supongo que tendré que acostumbrarme a la idea", murmuró Saitama para sí mismo, todavía procesando la situación. Aunque no estaba completamente convencido de cómo manejaría la fama, sabía que con la orientación de Sora encontraría la mejor manera de lidiar con esta nueva faceta de su vida.

O quiza no, y tenga que soportar gente insufrible todo el tiempo.

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Las redes sociales se convirtieron en un torbellino de actividad frenética, inundadas de imágenes y publicaciones sobre el evento que había tenido lugar esa misma noche

. Los hashtags comenzaron a dominar los feeds, con etiquetas como #Héroecalvo, #incidenteDeTren, #¿QuienEs?, y una multitud de variaciones sobre el tema. La gente no podía dejar de hablar sobre lo ocurrido, compartiendo sus impresiones y especulaciones en cada publicación.