Un calvo Símbolo de la Paz.

Capítulo 14: Rutina

A medida que los días pasaban en la U.A., los estudiantes se encontraban con una escena recurrente que parecía sacada de un guion cómico. La heroína más famosa y poderosa de Japón, entrando al recinto escolar con la majestuosidad de un rey en su castillo, lista para enfrentarse al tranquilo guardia de seguridad. Sin embargo, la realidad era una historia diferente: una y otra vez, Mirko era fácilmente derrotada por Saitama, solo para que la escena se repitiera al día siguiente.

Los estudiantes observaban con una mezcla de asombro, diversión y confusión mientras Mirko persistía en su intento de desafiar al aparentemente modesto guardia de seguridad. Algunos se preguntaban qué podría estar motivando a Mirko a continuar con esta rutina diaria, mientras que otros simplemente disfrutaban del espectáculo que se desplegaba ante sus ojos.

Cada día, la escena se desarrollaba de manera similar: Mirko avanzaba con confianza, desafiando a Saitama con su actitud desafiante, solo para ser rápidamente vencida por la sorprendente fuerza y habilidad del guardia. Y así, el ciclo continuaba, creando un espectáculo que se había convertido en parte de la vida cotidiana.

Mirko soltó una risa irónica antes de lanzar su comentario, tratando de ocultar su frustración tras una fachada de humor. 

"Sabes, calvo, no habia pasado tanto tiempo pensando en alguien desde que me enamoré de una idiota buena para nada en mis años de secundaria", bromeó, tratando de aligerar la tensión que se había acumulado entre ellos.

Saitama levantó una ceja ante el comentario de Mirko, aparentemente sorprendido por su confesión. "Oye... ¿No tienes trabajo o pasatiempos? Es raro que siempre vengas a una escuela a que te pateen el trasero", preguntó con sincera curiosidad, aunque su tono seguía siendo tranquilo y relajado.

Mirko frunció el ceño ante la pregunta de Saitama, irritada por su aparente indiferencia, obviamente tenia trabajo, hacia sus horas como heroina y luego venia aquí a desafiar al insufrible idiota de cara de pescado... aunque apenas y estaba cumpliendo con sus horarios. 

"No te interesa, ahora pelea, cabeza de bombilla", respondió bruscamente, su tono reflejando su frustración y determinación de no dejar que Saitama desviara la conversación de su objetivo principal: vencerlo en combate.

Cinco Minutos después.

Mirko estaba sentada en el comedor de la UA, con un moretón con forma de puño en el ojo, una evidente secuela de su encuentro cotidiano con el guardia de seguridad. Los estudiantes la observaban con curiosidad mientras comía, pero parecían estar acostumbrados a ver a la heroína en medio de su rutina habitual. Algunos murmullos se extendían entre ellos, comentando sobre la persistencia de Mirko en desafiar al guardia.

A pesar de su apariencia cansada y molesta, un par de estudiantes se acercaron tímidamente, con la esperanza de pedirle un autógrafo. Sin embargo, al notar el evidente enfado en el rostro de Mirko, retrocedieron de inmediato, reconociendo que quizás no era el mejor momento para hacerlo. Mirko apenas notó su presencia, absorta en sus propios pensamientos sobre cómo mejorar su estrategia para su próximo encuentro con el guardia.

Saitama depositó su bandeja en la mesa, justo al lado de Mirko. La heroína, aunque tentada inicialmente a lanzar un ataque impulsivo, se contuvo. No era tan imprudente como para iniciar una pelea en medio de un área llena de estudiantes.