Capitulo 24: El festival

1.3K 201 88
                                    

Mirko se cruzó de brazos, tratando de mantener la calma. "Mira, Saitama, viejo, compañero, soy la última a la que le gustan las tonterías del lenguaje. Pero aquí en Japón, y bueno, en el resto del mundo también, es muy mal visto llamarle monstruos a otros. No importa cuán peligrosa sea una persona con un quirk, sigue siendo una persona".

Saitama levantó una ceja, claramente escéptico. "¿Entonces no puedo llamar monstruos a los tipos que son básicamente monstruos?"

Mirko negó con la cabeza, tratando de hacerle entender la gravedad del asunto. "Exacto. Aquí tenemos leyes y normas sobre cómo tratamos a las personas, incluso a los villanos. Llamarles monstruos no solo es despectivo, sino que también puede alienarte del público y de otros héroes. Tenemos que ser un ejemplo, tanto en acciones como en palabras".

Saitama suspiró, pero asintió lentamente. "Supongo que tiene sentido, aunque sigue pareciéndome una tontería", admitió, rascándose la cabeza.

Mirko sonrió, apreciando que Saitama al menos estaba dispuesto a escuchar. "Te acostumbrarás. Solo ten en cuenta que las palabras importan aquí. Y sé que puedes ser un gran héroe, solo tienes que adaptarte un poco a nuestras costumbres civilizadas si quieres volverte el numero uno".

"Nunca quise serlo".

"Te jodes, pues ya ya espero que lo seas".

Otra duda le llego a su mente mientras se dirigían hacia su próximo destino en el festival. 

"Oye, , tengo una pregunta", comenzó, buscando entender mejor la mentalidad de su compañero. "¿Cómo es que tienes tan normalizado matar?"

Saitama se rascó la mejilla, pensativo. "Es así con todos los tipos con los que trabajaba. Incluso Genos, mi aprendiz. Si un mons-, eh, tipo con tentáculos gigantes está cortando cabezas de  civiles al azar, lo que Genos haría sería reducirlo a polvo y luego continuar su dia sin importarle en lo mas mínimo".

Mirko frunció el ceño, preocupada por la falta de restricciones. "¿Y no tienen problemas legales por eso?"

"Nope", respondió Saitama con indiferencia. "El trabajo de, eh... contratista, es directo. Quizá paguen mal, te pongan nombres ridículos y no te reconozcan por tus acciones, pero en la parte de eliminar cosas no lo puedo criticar, nunca me fastidiaron por matar algo".

Mirko suspiró al escuchar eso. Siempre había pensado que el trabajo de héroe tenía muchas reglas, pero viendo la extrema libertad para matar que había tenido Saitama por tanto tiempo, comenzó a reconsiderar si esas reglas estaban, de hecho, justificadas. Los contratistas privados no estaban sujetos a las mismas normas que los héroes, y eso era algo tan bueno como malo.

Tratando de cambiar de tema, Mirko decidió preguntar sobre el aprendiz de Saitama. "Cuéntame más sobre este Genos. ¿Cómo es él?"

Saitama se animó al hablar de su aprendiz. "... Es un buen chico. Es una especie de cyborg, y siempre está buscando volverse más fuerte para destruir a un robot gigante que mato a su pueblo hace años. Tiene esta obsesión con la justicia y quiere vengar a su familia, así que se convirtió en mi discípulo, según el, aprender a ser realmente fuerte."

Mirko escuchaba atentamente, intrigada. "¿Y cómo es tu relación con él? ¿Le enseñas a ser como tú ¿Lo hiciste afeitarse la cabeza?"

Saitama se encogió de hombros, intentando ignorar la burla. "Intento enseñarle lo que puedo, pero es muy serio. Siempre quiere mejorar y mejorar, mientras que yo solo hago lo que hago. Creo que ha aprendido algunas cosas aquí y allá, como no bajar la guardia y ser mas directo ¿Recuerdas lo que te dije del tipo del mar? Paso porque se confió de haberlo vencido."

Un calvo Símbolo de la Paz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora