Izuku estaba jugando a la Wii con Tokoyami, del otro lado de la linea, Izuku escuchaba como DS luchaba contra el chico emplumado para tomar el control y, según palabras del quirk sensible, patearle el culo a Izuku. Cuando escuchó el sonido de la puerta baja siendo golpeada. Bajó y abrió la puerta, se pregunto si su madre estaba esperando paquetes o si era algún vendedor ambulante, últimamente había muchos de esos.
Parpadeó un par de veces, preguntándose si estaba teniendo ese sueño de nuevo en el que los héroes del Top 10 llegaban a su casa para decirle que necesitan su ayuda para salvar al universo y All Might lo tomaba como su ayudante. Pero había un par de problemas, el primero, estaba despierto, lo sabia bien pues hace rato se golpeo el pie contra una mesa y maldijo como un albañil, por lo que estaba despierto.
El segundo, es que solo estaban Saitama y Mirko en la puerta, por lo que aun faltarían otros ocho héroes.
"¿Eh?" murmuró Izuku, incrédulo.
"Que tal mocoso," dijo Mirko con una sonrisa. "¿Podemos pasar?"
El cerebro de Izuku trabajo a máxima velocidad durante unos segundos mientras seguía mirando a los dos héroes, era muy diferente verlos en una convención de héroes a tenerlos en frente de su casa.
"¡Po- por supuesto, por supuesto!" Izuku retrocedió y extendió un brazo tembloroso hacia adentro, invitándolos a pasar.
Dentro, Izuku hizo su mejor esfuerzo por recordar cuales eran las costumbres sociales, no fue difícil, ya que su tía Mitzuki había llegado mas temprano hoy y su madre le invito a beber algo. Izuku repitió roboticamente toda la interacción que había visto mas temprano esperando no equivocarse, les ofreció una taza de a cada uno, tratando de no derramarla por los nervios.
Saitama y Mirko se sentaron en el pequeño salón, observando la casa de Izuku sin mucho intereses, vieron a Izuku luchar contra sus propias piernas y miraba la bolsa de bocadillos en sus manos como si intentara decidir si era lo correcto servir de esa bolsa o de otra. Asintió como si hubiera tomado la decisión mas importante de su vida, abrió la bolsa, la vació en un recipiente plástico y lo coloco en frente de ambos héroes.
Izuku parecía que se iba a quedar ahí para por siempre, mirándolos fijamente de pie frente a la mesa por lo que Saitama le hizo un gesto con la cabeza para recordarle que se debía sentar.
"Bueno, vamos al grano," dijo Mirko, tomando un sorbo de su té. "El calvo está buscando un ayudante, y vimos tu nombre en la lista de postulados a la UA de este año. Queremos hablar contigo sobre una posible colaboración, te entrenamos, mejoras tu futuro como héroe y a la vez mejoras los números de él."
Izuku casi se atragantó con su té. "¿Y-yo? ¿Ayudante de Saitama? Esto es increíble, eh- y claro, tiene sentido que quiera un ayudante, es lo esperable teniendo en cuenta que el señor Saitama no tiene su propia agencia en la que entrenar compinches, lo que significa una menor exposición en figuras de acción y merchandising, y, y," Pareció llegar a un entendimiento, dejo de tartamudear y desvariar lo mas que pudo, queriendo hacer la pregunta mas importante.
"... Y ¿por qué yo? Hay tantos otros candidatos mejores, con quirks impresionantes..."
"No te emociones demasiado aún," interrumpió Saitama. "Estás en el primer lugar de la lista, pero nada es seguro. Te recordé de esa convención, y pensé que podrías ser una buena opción. Cuando me fui, luego de detener el derrumbe en la convención vi que te quedaste ayudando a las personas junto con ese otro chico con cabeza de búho, por lo que pareces lo suficientemente heroico para mis estándares, también, eres quirkless, ¿verdad? Eso no es un problema para mí, estoy bastante seguro de que puedo enseñarte lo que se... a diferencia de a mi último compañero, ademas, como no tienes ningún poder podrías adaptarte a mi estilo mas fácil que alguien que si los tiene."
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Un calvo Símbolo de la Paz.
Hayran KurguSaitama no era el mejor orientándose, pero nunca imagino terminar en un lugar raro que no conocía para, con monstruos que son solo personas mutadas y héroes por todas partes, pero bueno, se tendrá que acostumbrar.