Enji se recostó en su asiento de avión, con la mente inquieta y llena de interrogantes. Revisaba una y otra vez los datos que había recopilado sobre Saitama, pero nada parecía encajar del todo. La falta de registros físicos del nacimiento de Saitama en el hospital de Hiroshima era desconcertante. ¿Cómo podía ser que alguien tan poderoso y misterioso como él no dejara rastro alguno en el lugar donde supuestamente nació?
El héroe número dos de Japón se sumergió en sus pensamientos, intentando encontrar respuestas a las preguntas que lo atormentaban. ¿Quién era realmente Saitama y qué secretos ocultaba? ¿Qué motivos tenía para mantener su pasado en las sombras? ¿Nezu estaba escondiendo algo turbio sobre él?
Endeavor sabía que debía continuar investigando. Si había algo que había aprendido en su carrera como héroe, era que no podía permitirse pasar por alto ninguna pista, por más insignificante que pareciera. Las sombras del pasado de Saitama parecían cada vez más densas y misteriosas, y Endeavor estaba decidido a desentrañarlas, sin importar cuánto tiempo o esfuerzo le llevara, pues no tenia otra opción.
Un niño, con los ojos llenos de asombro, observaba a Endeavor alternando entre su figura de acción y el héroe de carne y hueso que tenía frente a él. Parecía estar tratando de conectar la imagen de su mente con la realidad que tenía delante. Endeavor, sintiéndose incómodo con la atención no deseada, se ajustó un poco más la gorra y con un gesto silencioso indicó al niño que mantuviera la calma y el silencio.
Aunque entendía la fascinación que su presencia podía causar en los más jóvenes, Enji prefería mantener un perfil bajo en ese momento. Estaba inmerso en sus pensamientos, concentrado en descubrir la verdad detrás de Saitama, y no quería distraerse con la atención no deseada.
El niño, captando la señal de Endeavor, bajó la mirada y se volvió hacia su asiento, aunque seguía con una expresión de asombro en el rostro. Endeavor agradeció la discreción del niño y volvió a centrarse en su investigación, determinado a desentrañar el misterio que rodeaba al calvo invencible.
Intercalo varias veces sus hojas y luego reviso su celular, como si ver la misma información una y otra vez le diera resultados diferentes. Enji dejó escapar un suspiro, sintiendo el peso de sus responsabilidades como héroe y como padre.
"No debería estar aquí haciendo esto...", murmuró para sí mismo, mientras su mente se desviaba hacia su hijo, Shoto. "Debería estar en casa, entrenando a Shoto... pero ¿cuál es el punto?"
Se recostó en su asiento, sumido en sus pensamientos. Había criado a Shoto con la esperanza de que superara a All Might y se convirtiera en el nuevo símbolo de la paz. Sin embargo, ahora, con la aparición de Saitama, todo parecía haber cambiado.
Este nuevo héroe, aparentemente en el mismo nivel que All Might, si no más poderoso, representaba un desafío completamente nuevo.
"El solo tiene 25 años...", reflexionó Enji en voz alta, aunque solo para sí mismo. "Eso significa que podría ser el nuevo símbolo de la paz durante al menos dos décadas y media ..."
La incertidumbre y la tensión llenaron la cabina del avión mientras Enji luchaba con las implicaciones de este nuevo giro en el mundo.
Enji se sintió abrumado por la magnitud de la situación. "Aun con la combinación perfecta del quirk de Shoto...", reflexionó en voz alta, pensando en las habilidades de su hijo. "No podrá ganarle a Saitama. Será el número 2 toda su vida... igual que yo, un destino que no le desearía ni a mi peor enemigo..."
El avión zumbaba suavemente a su alrededor mientras Enji luchaba con sus pensamientos. "Quiza por eso estoy haciendo este viaje a Taiwan donde supuestamente trabajo como contratista privado...", continuó, su voz casi un susurro en medio del zumbido del motor.
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Un calvo Símbolo de la Paz.
FanfictionSaitama no era el mejor orientándose, pero nunca imagino terminar en un lugar raro que no conocía para, con monstruos que son solo personas mutadas y héroes por todas partes, pero bueno, se tendrá que acostumbrar.