Capitulo 34: Mas Explicaciones

829 132 111
                                    


Los dos adolescentes miraron a la chica como Perseo viendo a Medusa, de nuevo, técnicamente no hicieron nada ilegal, no mintieron, no robaron ni estafaron a nadie, pero la situación surrealista parecía que si y fueron atrapados con las manos en la masa.

"¿Y bien? Vayan a dejar lo que tomaron, discúlpense con el chico del mostrador y considerare no avisar a seguridad del centro."

"Es-Este, mira, se que puede verse mal pero no hicimos nada malo, ¡E- En serio!"

La chica frunció el seño y entrecerró los ojos. "¿Ah? ¿Entonces crees que estuvo bien estafar? El dialogo que se armaron estuvo bastante bien hecho, no me sorprendería si este no fuera el primer crimen que cometen así, estoy casi segura de que es ilegal falsificar firmas, de seis meses a tres años o una multa mas grande que sus cabezas."

Tokoyami un poco menos nervioso que su amigo le susurro. "Izuku, creo que deberías encargarte de solucionar esto."

Eso casi sonó como una amenaza, la chica parecía estar preparándose para una pelea, pero Izuku, tembloroso, sacó su celular y dijo.

"Dame un momento." Marcó un número torpemente, espero unos eternos e insufribles nueve segundos hasta que solo una voz femenina que le gritó del otro lado.

 "¡¿Por qué demonios me llamas mientras estoy duchándome?!" De fondo resonaba el agua cayendo, e Izuku podría jurar que escucha algo tropezándose y golpeándose duro contra el suelo, apenas escucho un "Estoy bien" muy despacio, pero no tenia tiempo para centrarse en eso.

Izuku tartamudeó, "¡Pe- Perdón por importunar ! Una fanática quiere saludarte," y le pasó el celular a la chica, que ahora se veía confundida.

Con su oído perfecto, la chica pudo reconocer la voz del celular como la misma de los comerciales de proteínas para entrenamiento intenso. Ahora se puso nerviosa, creyendo que estaba enfrentando a un par de mentirosos, no a esto.

"Ho- Hola," dijo la chica, insegura. "¿Eres... Mirko?"

"Sí, soy yo," respondió Mirko desde el otro lado de la línea, jadeando un poco. "¿Quién eres y por qué interrumpes mi ducha?"

La chica se aclaró la garganta, evidentemente intimidada. "Soy Kyoka Jirou. Solo... solo quería confirmar que si estos chicos la conocían en verdad." Jirou trato de concentrarse en la voz de la mujer y no en la segunda voz que se escuchaba de fondo preguntando donde estaba el shampoo.

"Bueno, no están mintiendo. El pendejo me conoce. Así que, ¿algún otro puto problema?"

"N-No, ningún problema," respondió Jirou, devolviendo el teléfono a Izuku, quien agradeció a Mirko y corto al instante. Un silencio incomodo se creo entre los tres jóvenes que se miraban entre si sin saber que decir.

Jirou, quien ahora Izuku y Tokoyami sabían que se llamaba así fingió una tos y fue la primera en hablar, el rojo de su cara era casi tan marcado como el de los triángulos en sus mejillas.

"Lo... Lo siento, pensé que ustedes estaban estafando al cajero. No quería causar problemas."

Izuku suspiró aliviado. "No te preocupes, entiendo por qué lo pensaste, viendo todo en perspectiva es una resolución razonable."

Jiro asintió, aún un poco avergonzada. "Bueno, suerte con la salida de los dos. Y... lo siento por el malentendido."

"No pasa nada," dijo Tokoyami. "Apreciamos tu preocupación por la tienda, hay que defender aquello que hace latir nuestras almas con pasión."

Jiro se despidió y se alejó, dejando a Izuku y Tokoyami respirar tranquilos. "Vaya," dijo Izuku, guardando su celular. "Eso estuvo cerca."

"Demasiado cerca," agregó Tokoyami. "Vamos a casa antes de que alguien más piense que somos estafadores."

Ambos rieron nerviosamente mientras salían de la tienda, agradecidos de haber escapado de otro malentendido.

Estaban a punto de darse media vuelta y seguir con sus caminos, pero Izuku no pudo evitar ver a la muchacha que hasta hace segundos los acusaba de ser criminales.

Un calvo Símbolo de la Paz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora