Capítulo 18

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Bromatología (sustantivo): Arte y ciencia del comer y la dietética.

«En el campo de la investigación y estudio, la bromatología está muy infravalorada».

 Del diccionario personal de Louis Tomlimson.

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Sobre el salón descendió un silencio absoluto que, tras un instante, fue seguido por una cháchara tan ruidosa y enérgica que Perriwick fue a asomar la cabeza para ver qué ocurría. Después de asomarse entró con el pretexto de llevarse la bandeja con los restos de té y comida, lo que provocó una especie de motín entre los comensales. Harry casi le arrancó la bandeja de las manos y luego lo empujó hacia la puerta.

Si Gemma se fijó en la naturalidad del marqués de Riverdale al llamar al joven Thomson por su nombre de pila, no lo comentó, pero sí que manifestó la inmensa sorpresa que le había causado que se conocieran.

Louis ya estaba hablando en voz muy alta sobre la muy antigua amistad entre los Horan y los Thomson, y Niall asentía con gran aspaviento a todo lo que él decía.

La única persona que no añadía su granito de arena al estruendo era Harry, aunque sí lanzó un gemido bastante sonoro. No sabía qué era peor: que Niall hubiera llegado y estado a punto de estropearle la tapadera a Louis, o el nuevo y fiero destello casamentero que brillaba en los ojos de su hermana. Habiendo descubierto que la familia de Louis estaba conectada en cierto modo, con la familia del marqués, ya había decidido que sería un excelente esposo para un marqués.

O era eso, pensó sombríamente, o había decidido concentrar sus prodigiosas dotes casamenteras en Louis y Niall.

En resumen, la situación tenía todos los ingredientes para acabar convirtiéndose en un verdadero desastre. Pasando lentamente la mirada de Gemma a Niall y de este a Louis, y sin dejarlos de observar, llegó a la conclusión de que lo único que le impedía entregarse a la violencia era que no lograba decidir a cuál de ellos estrangular primero.

—¡Ah! ¡Pero cuánto tiempo ha pasado, Louis! —estaba diciendo Niall, que parecía estar disfrutando muchísimo—. Casi cinco años, diría yo. Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos.

—¿Sí? ¿En qué? —preguntó Gemma.

Puesto entre la espada y la pared, Niall tartamudeó un momento y luego contestó:

—Bueno, tiene el pelo bastante más largo, y…

—¿Sí? —interrumpió Gemma—. ¡Qué interesante! Debes de haberlo tenido cortísimo, Louis, porque ahora no lo tienes demasiado largo.

—Tuve un accidente —improvisó Louis—, y tuvieron que cortármelo más corto.

Harry tuvo que morderse el labio para no pedirle que les contara lo del «accidente».

  —¡Ah, sí! Lo recuerdo —dijo Niall, con enorme entusiasmo—. Algo que tuvo que ver con la miel y el pájaro amaestrado de tu hermano.

Louis tosió sobre la taza de té y tuvo que taparse la boca con una servilleta para no rociar a Harry.

—Creí que no tenías ni hermanos ni hermanas —dijo Gemma, frunciendo el ceño.

Louis se limpió la boca, se tragó una risita nerviosa y dijo:

—En realidad, era el pájaro de mi primo.

—Tienes razón —dijo Niall, dándose una palmada en la frente—. ¡Qué idiota soy! ¿Cómo se llama?

—Percy.

—El buen Percy. ¿Cómo está?

Louis curvó la boca en un gesto de desagrado.

To Catch an HeirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora