CONFESIÓN

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—Bonita lo siento, no podré acompañarte hay demasiado trabajo pero te prometo que lo compensaré la próxima semana −me dijo Pablo por teléfono mientras hablábamos después del soundcheck en el concierto de hoy.

—Si es que no me ocupo, con Rudy nunca se sabe –suspiré.

—Nada podrá evitar que te vea, tengo tantas ganas de comerte a besos.

—Nada excepto tu trabajo –repliqué molesta.

—O el tuyo −refutó−. No discutamos otra vez por favor. Te veo la siguiente semana ok?

—Sí, hablamos luego −terminé la llamada de golpe.

—¿Problemas en el paraíso? −se dirigió a mi Paulina.

—Estoy a un paso de tener un novio virtual −le respondí resignada.

Tengo casi tres meses de novia con Pablo y nos hemos visto muy poco últimamente. Yo estoy ocupada con los ensayos de la banda y tocadas y él en el bufete de abogados de su papá dónde recién empezó.

Es cuatro años mayor que yo y entiendo que tiene responsabilidades pero a veces quisiera que las cosas fueran como al principio. Pasar la tarde en mi casa viendo películas, salir a cenar o vernos con nuestros amigos.

—Todo ha cambiado tanto entre nosotros, siento que nos estamos distanciando por nuestras agendas. Tal vez nos precipitamos en ser novios −les confesé a mis hermanas en el cuarto de hotel ya a punto de dormir.

—Pues yo te vi bien convencida cuando fue a pedir permiso a la casa −dijo Ale en tono sarcástico.

—Me gustó que fuera tan insistente en salir conmigo. Además es guapísimo, los chicos altos son mi debilidad −suspiré−. Pero ahora no sé, como que ya no me emociona el panorama −me sentí mal al decirlo pero era la verdad.

—Si tienes dudas ahí no es −expresó directa como siempre Paulina−. Cuando se quiere no se piensa y cuando se piensa no se quiere −remató dejándome sin palabras.

—Si me gusta pero veo que esta relación no tiene mucho futuro, soy realista −pude responder.

—Es la misma historia contigo Daniela −Paulina se paró de la cama dirigiéndose al baño.

—¿Qué quieres decir? −pregunté extrañada.

—¡Te enamoras y desenamoras lo que dura una gripe! −me gritó.

—Joaquín, Patricio, Lalo... −nombraba Ale adormilada.

—Pepe, Santiago, Alexis −continuó la lista Pau que regresaba a la cama− y sólo son los que recuerdo −empezó a reír.

—Pero no es como que hayan sido algo serio −traté de defenderme.

—Ese es el punto hermanita −me miró con fastidio−. Has tenido muchos novios pero ¿te has enamorado realmente de ellos? −me cuestionó.

—De Pato si −dije sin dudarlo− pero todos los demás me han gustado mucho.

—¡No es lo mismo! −gritó− te dejas llevar porque son lindos pero al poco tiempo los dejas porque según tú algo falta o es la distancia y ahora el trabajo.

—¿De lado de quién estás? −respondí malhumorada.

—¿Sabes que creo? Debes ampliar tu panorama como yo −me hizo un guiño.

—Oigan que bonita plática pero ¿pueden seguirla mañana? No me dejan dormir y ya es bien tarde −golpeó la cama Ale.

—Estás loca Paulina −me reí.

—Nunca sabes, a lo mejor probando del otro lado si te enamoras. Ya deja de perder el tiempo con Pablo.

—¡Ya cállense! −gritó Ale.

—¡Perdón! −respondimos al unísono y apagué la luz.

LA CHICA DE MIS SUEÑOS (Dany Villarreal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora