COMO LA PRIMERA VEZ

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Había pasado casi un par de semanas desde que Dany y yo arreglamos las cosas. Dejé de lado el tema de Kate, en realidad ya no me importaba en lo más mínimo si la veía, yo era su novia y no tenía motivos para dudar de ella. Lo único que quería era disfrutar la vida a su lado.

Me disculpé con su familia por el mal rato que les hice pasar. Especialmente le pedí disculpas a Pau por no haberla escuchado. Reconozco que si no hubiera sido por ella y sus formas poco ortodoxas de hacerme reflexionar, tal vez no estaría con el amor de mi vida ahora.

Paulina era de esas amigas que no endulzaba las cosas, muy frontal aunque conmigo siempre había tenido un extra de paciencia. Pero su instinto protector se activó cuando lastimé a su hermana. Era alguien que nadie querría tener de enemiga.

Le dije a Dany que la visitaría a fin de mes. Tenía tantas ganas de verla que no pude esperar más y decidí adelantar mi viaje. Había decidido quedarme con ella el resto del tour. Lo consulté con su familia y estuvieron de acuerdo, ahora tendrían fotógrafa exclusiva.

—Señorita ya llegamos –la voz del chófer me distrajo de mis pensamientos.

—Gracias. Me bajé rápidamente y corrí hacia mi destino. No sabía si era una buena idea, lo único que me importaba era verla. Necesitaba decirle de frente tantas cosas.

—Paulina ya estoy aquí –le llamé nerviosa.

—Ok, deja le digo a Rudy que te de acceso hasta adelante. ¡No puedo creer que vinieras!

—No puedo estar un día más sin ella –respondí emocionada.

—Daniela y tú son tal para cual. No tienen remedio.

Al poco tiempo salió Rudy, lo saludé y me llevo al lugar preciso: primera fila delante de ella. Habló con algunos fans que entendieron que era una especie de invitada especial por lo que no se opusieron a mi presencia. Estaba sumamente nerviosa, tenía meses sin verla.

El show dio inicio. The Warning saltó al escenario y tenían la energía a tope. Todos gritaban y cantaban, ellas sonreían. Recordé cuánto amaba mi linda rubia la adrenalina de estar en un escenario.

De pronto nuestras miradas se cruzaron mientras yo hacia la forma de un corazón con mis manos, sonriendo y con los ojos vidriosos conteniendo mis lágrimas.

Su rostro se iluminó. Nunca olvidaré esa expresión tan pura de felicidad en ella. Me devolvió el gesto al tiempo en que le decía desde mi lugar en voz baja «te amo». No necesitaba gritarlo, ella lo supo desde el momento en que me vio ahí parada muriendo casi aplastada por sus eufóricos fans.

Pasaron un par de canciones y en un cambio de guitarras le dijo algo a un chico de su staff quien bajó para pedirme que subiera con él.

Ya arriba, en una pausa rápida vino a mi encuentro a darme un beso tan intenso que me dejó sin aliento –también te amo– dijo antes de volver corriendo al escenario. Esa chica me hacía temblar de pies a cabeza.

La admiraba desde mi costado deseando ser esa guitarra en sus manos. El sudor empapaba su cuerpo resaltando sus lindas curvas que estaba ansiosa por recorrer apenas terminara el concierto. Era demasiado excitante verla así.

Me encantaba observarla entregada haciendo lo que amaba. Iba de un lado a otro con esa fiereza en sus movimientos, era sexy, poderosa. Me sentí igual o más atraída por ella que aquella primera vez en ese concierto que me robó el corazón.

En ese momento entendí que compartiría a mi novia el resto de mi vida con guitarras y escenarios ¿Estaba dispuesta a eso? «Claro que sí» me dije en voz alta.

LA CHICA DE MIS SUEÑOS (Dany Villarreal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora