LA CHICA DE MIS SUEÑOS (Dany Villarreal)

QUIERO VERTE

Estamos a mediados de diciembre. Regresamos hace un par de días de NY donde tuvimos un cierre de gira increíble. Estoy feliz de volver a casa, por fin estoy durmiendo y descansando lo suficiente.

Después de una breve reunión con la banda, me bañé y me arreglé para salir. Tomé mi chamarra, las llaves del auto y dije que iría a despejarme, mi familia sabe lo mucho que me relaja conducir.

Dany_16:20

¿Estás en tu depa?

Mar_16:22

Sí ¿qué pasa? ¿Estás bien?

Dany_16:24

¿Puedo ir a verte?

Mar_16:25

Sí, claro pero ¿estás bien?

Dany_16:27

Solo quiero verte

Mar_16:28

Te espero

No la había visto desde aquel incómodo momento en octubre, aunque nos escribimos algunas veces. Había pasado su cumple así que me pareció una buena idea buscarla. Siendo honesta ella fue lo primero que vino a mi mente al volver.

Toqué el timbre e inmediatamente me hizo pasar al edificio. Su papá le había regalado el año pasado un departamento que usaba como estudio de fotografía, estaba más tiempo ahí que en su casa a la que prácticamente no iba.

Subí por el elevador sin saber exactamente qué esperar. Estaba siendo totalmente impulsiva y era excitante. Se supone que iría por un café con unas amigas y decidí cambiar mis planes de último minuto.

Mi corazón estaba agitado, me sentía muy nerviosa. No tenía muy claro porqué estaba aquí pero sabía que lo necesitaba. Toqué a su puerta y al abrir me quedé parada dudando si entrar o no. Nos veíamos sin decirnos nada hasta que en un impulso se arrojó a mis brazos.

—No tienes idea como te he extrañado −la escuche decir con la voz quebrándose mientras me abrazaba con fuerza. Estaba llorando.

Hice que entráramos al departamento y cerré la puerta sin apartarla de mí. Tenía su cabeza hundida en mi cuello pues yo era un poco más alta que ella. Podía sentir el aroma de su cabello, ese que tanto recordé cuando estuve lejos.

—Ya estoy aquí −le dije tiernamente mientras cerraba mis ojos en ese abrazo necesitado de ambas. No dijimos nada y lo entendimos todo. Estar así con ella era la respuesta a todas mis preguntas, a mis noches de insomnio.

De a poco me soltó y aproveché para tomar su rostro y limpiar sus lágrimas con mis pulgares. Ella me veía con devoción con esa mirada tan profunda que sentía podía ver mi alma.

Contemplé su boca color cereza. No pude resistirme más y atraje su rostro al mío para besarla tiernamente, ella me correspondió. Disfruté tanto de la suavidad y el sabor de sus labios. Fue un beso lento, dulce, sincero. El primer gesto íntimo que tuvimos. Ambas sonreímos.

—Me gustas, necesito que sepas que he anhelado este beso hace mucho –me confesó.

—Tú también me gustas y no quiero pasar un día más sin decírtelo –respondí antes de besarla de nuevo.

Me quitó la chamarra y llevó sus manos a mi rostro para dirigir el beso que a poco fue escalando en intensidad. Mis manos la rodeaban por la cintura apretándola contra mí, haciéndola dar pequeños gemidos, sintiendo como crecía el deseo entre nosotras.

La recargué en la pared para besar su cuello, ella jadeaba excitándome al tiempo que revolvía mi cabello entre sus dedos. Apretaba su trasero y en un impulso la levanté ligeramente para hacer que me rodeara con sus piernas mientras la sujetaba con fuerza. Ella se aferraba a mí y me besaba apasionadamente.

Sentía su lengua acompasada con la mía, su respiración entrecortada, sus manos recorriendo mi espalda justo en esa zona que me vuelve loca. Solté un gemido, ella se dio cuenta de mi punto débil y sonrió.

—Espera −se detuvo−. Lentamente la bajé y la solté.

—¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? Yo −colocó su dedo índice sobre mis labios.

—Quiero que vayamos a mi habitación −me dijo dándome una mirada de absoluto deseo.

—¿Estás segura? −le cuestioné− no tenemos que hacer nada con lo que no estés cómoda. No te sientas presionada, no quiero que hagas algo solo porque aparecí frente a tu puerta. ¿Sabes qué? Mejor me voy yo...

«Mientras hablaba ella ponía el seguro a la puerta».

—¿En qué universo crees que dejaría pasar la oportunidad de hacer el amor con Daniela Villarreal? −me dijo mientras me daba una sonrisa y tomaba mi mano para guiarme a su habitación.