Fine Line || Chestappen F1

Capítulo 21

Max odiaba con cada centímetro de su ser pelear con Checo, en verdad lo odiaba y encima le estresaba. No es que Carlos Sainz o Fernando Alonso fueran malas personas, de hecho Max había sido compañero de Sainz hace tiempo, pero él quería tener su fin de año sólo con Checo y tener que volver a fingir que no había nada entre ellos era  frustrante y agotador.

Se habían encerrado en la habitación principal específicamente para discutir. Ni Checo toleraba que Max hubiera llevado a Christian y  Max le demostraba que él tampoco estaba muy contento con sus invitados.

—No grites nos van a escuchar—Checo se puso ambas manos en la nuca, se le marcaba cada músculo del cuello de lo tenso que estaba, Max se distrajo un rato al ver lo bien que se veía. Pero no, concéntrate Max, ahora no es momento de admirador el cuello de Checo.

—Traje a Christian porque es el único que sabe lo nuestro.—Max le alegaba sus razones a Checo.

—Pero es el jefe Max, claro que no es lo mismo estar en una fiesta de año nuevo con él.—Checo rodó los ojos como si Max tuviera que entender su lógica de forma telepática.— Sainz y Alonso son amigos. Literalmente me la vivo en el paddock con ellos.

—Ay por favor, ve a Christian, acaba de salir repleto de bloqueador y con una piña colada en la mano a la alberca, es inofensivo. Pero con Sainz y Alonso tendremos que disimular—Max movía los brazos, estaba molesto.

—Ya, solo son unos, podrías hacer un esfuerzo—Checo se cruzó de brazos.

En ese momento Max se dió cuenta que hace mucho no discutía con Checo, de hecho no habían peleado que habían llegado a México. Así que eso era lo que iba a pasar cuando su burbuja de paz perfecta se rompía y llegaban más personas. Los dos explotaban. Definitivamente era preocupante.

—Okay, ¿entonces prefieres fingir otra vez? ¿Tener a tus amigos contentos es mejor?— Max sonaba dolido.

—No. No vas a hacer todo tu show otra vez de Checo me siento triste porque no pasamos tiempo juntos.

Max abrió los ojos como plato. Eso no era cierto, cuando decía que se sentía mal era porque en verdad lo hacía, no estaba armando ningún show. De pronto quería salir de esa habitación.

—Max—volvió a decir Checo cuando se dio cuenta que no respondía.—solo digo que les des una oportunidad.

—¿Qué es todo esto Checo?—Max se aclaró la garganta y formuló la pregunta que más temía hacer desde que había caido por esos ojos marrones—¿Qué se supone que somos?
Ahí estaba flotando en el aire la pregunta que ninguno de los dos se había atrevido a hacer durante todo este tiempo. Se hizo un silencio largo.
Ay no Max.

—Ya lo hemos dicho.— Checo se puso muy serio. Hasta cierto punto ya se veía incómodo.

Había una distancia considerable entre los dos.

—No Checo, lo dijimos hace dos meses y ni si quiera fue claro.— Max recordó el día que decidieron dejar todo fluir y ambos estaban de acuerdo porque en ese momento era lo seguro.—pero me has presentado a toda familia, hemos estado juntos todo el tiempo, es diciembre y estoy aquí contigo en lugar es estar con mi familia en países bajos. ¿Entonces que somos?

Max sentía que se le caía el corazón al piso al no escuchar la respuesta de Checo.

—Max no es momento de hablar de eso.—Checo se movió a la puerta y tomó la manija de la puerta, antes de salir le dirigió una mirada que Max no supo como interpretar.
Max quería gritarle que no se fuera, que hablaran al respecto, que le dijera algo, pero no salió ni una palabra de su boca. Luego se enojó más porque él era el que iba a huir de esa habitación. Probablemente Checo estaba cansado de volver a discusiones sin sentido, pero Max también lo estaba. Solo que esta vez realmente buscaba algo más.