Capítulo 33

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El entusiasmo por la carrera de Australia duró poco, pues por arte de magia Max había recibido una penalización totalmente injusta de acuerdo a él, estuvo cerca del podio pero con cinco segundo de penalización lo habían bajado hasta el quinto lugar. Max sentía que se desvanecía en cuanto supo de la penalización.

—¿Por qué fue la penalización?—Max bajó del monoplaza hecho una furia. 

—Falso comienzo—dijo su ingeniero de carrera mientras seguía a Max que caminaba de regreso al garaje. 

Falso comienzo era básicamente cuando al comienzo de la carrera un piloto acelera un poco antes y se mueve unos centímetros del punto inicial. Max juraba que era mentira, que él había empezado cuando debía, pero a veces pelear con el control de carrera era cansado porque ellos siempre tenían la razón. 

—Max ven conmigo—Christian apareció de la nada y guio a Max para que lo siguiera a su oficina. 

Los rumores de la demanda a Christian habían estallado, no había pruebas, pero mágicamente un empleado de red bull había confirmado a los medios que Christian explotaba a sus trabajadores, Max quería golpear al empleado porque claramente había mentido. Pero red bull tenía una forma especial de manejar rumores y este no era la excepción. 

Todo el asunto dijeron que se iba a manejar de forma interna, y gracias a la gran influencia del equipo en los medios, lograron que solo hubieran rumores por lo que algunos medios prefirieron dejar de hablar de la noticia y esperar a que la verdad saliera a la luz. Aún así no estaban a salvo, pues Christian pasó toda la semana en tribunales defendiendo el caso, iba a ser un proceso largo y que también afectaba la imagen del equipo.

Cuando Christian y Max entraron a la oficina provisional de Christian, Checo ya se encontraba ahí. Christian cerró la puerta y se dirigió a su escritorio directamente. 

—Hola Checo—dijo Max mientras lo abrazaba—¿Volviste a ganar? 

Checo asintió feliz con la cabeza, y Max festejó con él su victoria. 

—Supe de la penalización, lo siento tanto—dijo con lastima Checo.

La emoción de Max al haber visto a Checo cayó al recordar su mala carrera.

—Suficiente chicos—dijo Christian.

Ambos se separaron y se sentaron en las dos sillas frente al escritorio. 

—¿Por qué estamos aquí?—preguntó Checo curioso.

Era raro porque a veces Checo no se enteraba de muchas cosas, pero bueno, iba en una racha ganadora, nada le podía preocupar mucho.

—He pensado en todas las maneras posibles de sacar a Joe Verstappen de nuestras vidas, y he encontrado una, solo necesito que me ayuden—dijo cuidadosamente Christian.

—Podemos desaparecerlo—dijo Max sin más.

—¡Max!—lo regañó Checo.

—¿Qué? Solo piénsenlo, el señor nunca se va a callar, no se que quiere mí, estoy en una relación falsa completamente miserable, voy perdiendo todas las carreras y todo va de mal en peor.

—¿No crees que Joe sabe que tu relación con Nadine es falsa y por eso está enojado?—dijo Checo pensativo. 

—Oh claro porque le importa tanto mi felicidad—se quejó Max—¿Sabes? Podríamos darle mucho pero mucho dinero, hacemos que se calle y lo mandamos a Madagascar.

—¿Madagascar?

—Sí ya sabes, tipo jubilación—dijo Max—sí probablemente solo quiera dinero.

Fine Line || Chestappen F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora