Capítulo 40

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Checo se aseguró de no haber sido visto por nadie durante su trayecto al estaciomiento, en el fondo, dudaba que Max no fuera el que le mandó la nota y fuera una especie de trampa, pero ya no tenía nada que perder. 

El estacionamiento estaba casi oscuro por completo, a penas alumbraban unas luces tenues color amarillo, cualquier pisada de Checo sonaba por todo el lugar y estaba rodeado de autos lujosos. 

—¿Max?—Checo paseo cuidadosamente por el lugar. 

Un ruido se escuchó al fondo, pero Checo no se arriesgó en ir. Quizá si era una trampa después de todo, antes que pudiera dar la vuelta, unos brazos los rodearon por la espalda tomándolo por sorpresa.

—¡Estoy aquí!—dijo Max. 

Checo se liberó y pudo ver a la persona que lo rodeaba, era Max. Sintió una especie de alivió y nervios al verlo, no sabía porque lo había convocado a altas horas de la noche, tenía la esperanza que fuera algo importante. 

—Me asustaste—Checo se alejó de Max. 

Max no paraba de reír. Ya no tenía el aspecto adormilado que solía tener durante los últimos meses, tampoco se veía cansado o perdido, tenía el mismo aspecto que usualmente tenía, lleno de vida y fuerte. 

—Perdón, tenía que hacerlo—Max seguía riendo con una sonrisa de oreja a oreja—como sea, debemos irnos de aquí. 

Checo parpadeó varias veces confundido. 

—Sí, ya sé ¿cómo he llegado aquí? ¿qué está pasando?—continuó Max—tranquilo rayito, te lo explicaré en el camino.

Checo no pudo evitar sonreír al ver que Max volvía a ser el mismo de antes, aunque no estaba seguro de que es lo que había pasado. 

—¿A dónde vamos?

Max sonrió con una sonrisa pilla.

—Lejos de aquí—se acercó a Checo y tomó su mano, Checo no recordaba la última vez que Max le había tomado la mano por gusto. Entonces Max comenzó a correr y Checo no hizo más que seguirlo. 

El aire húmedo de Singapur les pegaba en el rostro mientras corrían hasta el otro lado del estacionamiento, Max paró al lado de un auto deportivo aston martin negro, Checo lo miraba con confusión, a Max no le importaba en lo absoluto. 

—Después de ti—Max le abrió la puerta del copiloto a Checo para que subiera al auto, Checo lo hizo. Max se dio la vuelta y subió del lado del piloto, ambos se abrocharon el cinturón.

Max observó a Checo fijamente antes de encender el auto, se acercó a él y lentamente lo besó. Checo no entendía que estaba pasando, no sabía porque Max de pronto volvía a ser Max, no entendía nada, ni porqué Max estaba actuando de manera misteriosa, pero le gustaba. 

—No sabes cuanto te he extrañado—Max finalizó el beso, pero Checo quería más, podía quedarse así toda la noche y no tendría ningún problema.

—Max, debes decirme que está pasando—suspiró Checo. 

—Pronto lo sabrás.

El motor retumbó y Max empezó a conducir fuera del estacionamiento, se adentró en la ciudad, los edificios resplandecían a lo alto del cielo oscuro, las luces se veían infinitas debido a la velocidad a la que iban, pero a la vez, Checo sentía todo en cámara lenta, entrelazó su mano con la de Max y no la soltó. La sonrisa de Max brillaba al pasar la luces de la ciudad. En poco menos de diez minutos, Max detuvo el auto en otro estacionamiento, Checo definitivamente no sabía donde estaban.

Max se bajó del auto y Checo lo siguió, caminaron por un largo camino de asfalto que llevaba a lo que parecía una pista de carreras, Checo no dijo nada hasta que Max paró por completo, parecía que estaban tranquilos, pero la realidad era que ambos estaban hechos un mar de emociones que en cualquier momento podría haber un tsunami. 

—¿Una pista de go karts?—preguntó Checo al ver lo que tenía enfrente.

—Sí bueno, he pensado que todos necesitamos volver al inicio—dijo Max pensativo.

Checo alzó una ceja, Max estaba siendo poético y era raro, lo hacía sentir que había perdido algo.

—¿Quieres correr?

—No, solo que este era el lugar más lejano para escapar de Joe —dijo Max con la respiración acelerada—Checo, desde que me enamoré de ti me han pasado un sin fin de eventos desafortunados, después de tres años no ganaré un campeonato, llevo esclavizado con mi papá por meses, me han secuestrado, me he desmayado...realmente he tenido mala suerte—dijo con un suspiró como si le agobiara recordar todo—y si alguien llega y me pregunta, si pudiera cambiar algo, le diría que no, porque prefiero volver  a pasar por todo eso que estar lejos de ti. 

Checo sintió que las mejillas le quemaban. 

—Pero nada de esto ha sido nuestra culpa, solo ha sido mala suerte y tu papá.

—La cuestión aquí es que, quiero vivir, no solo sobrevivir.

—Max lo siento, yo solo quería salvarte.

—Ya lo hiciste, y por eso te elijo—Max le dedicó una sonrisa tierna a Checo—voy a dejar la formula 1.

Checo sintió una punzada fuerte en el estómago, sabía lo importante que era este deporte para Max, lo era todo, no podía dejarlo.

—No, no puedes hacerlo,  aún tienes futuro, una mala temporada no significa que sea el fin—Checo intentó convencer a Max pero no había nada más que hacer.

—Vale más la pena estar contigo que estar conduciendo un auto a 300 kilómetros por hora—Max tocó la mejilla de Checo, Checo sintió que se derretía.

—¿Y qué pasa con tu papá?

—Pronto estará acabado.

—¿Cómo?

Max se acomodó el cabello, se notaba que estaba nervioso.

—Lo he descubierto todo—Max sonrió pero fue una sonrisa forzada—Casi muero en el intento, pero creo que ha valido la pena.

Checo quería saber más, saber dónde había estado el verdadero Max todo este tiempo.

—Max te estaba drogando todo este tiempo—de pronto Checo recordó que se había olvidado de contarle a Max su descubrimiento.

—Oh, eso tiene mucho sentido—dijo Max sorprendido—¿Espera qué?—Max reaccionó a lo que Checo le había dicho.

Checo le contó absolutamente todo, desde como robó una pastilla, se la dio a Ricciardo y terminaron en el hospital. Max se reía a carcajadas, pero a la vez mostraba preocupación. Poco a poco el cielo comenzó a iluminarse por la luz del amanecer, Max se veía cada vez más ansioso.

—Debemos irnos—entendió Checo.

—Todo va a salir bien—dijo Max para sí mismo y entonces se fueron del lugar.

Checo sintió que podía dormir todo el día, estaba extremadamente cansado y sus emociones estaban al borde del colapso. Así que eso hizo, durmió hasta que su celular comenzó a sonar como loco, notificación tras notificación.

Había mensajes de Christian, de su mamá, de su papá, amigos, conocidos, toda su bandeja de entrada iba a estallar. Rápidamente abrió los ojos y ojalá nunca los hubiera abierto porque se arrepintió al segundo, entró a un link de noticias que Christian le había mandado. Y cuando lo vio, no le gustó nada.

MAX VERSTAPPEN Y CHECO PEREZ EN UNA RELACIÓN SECRET, PERO NO ES LO QUE PARECE.
Joe Versstapen nos ha confirmado la relación que nadie vio venir, ha dicho que su hijo (Max) había estado actuando raro y ha descubierto porqué, pues estaba enamorado del mismísimo Sergio Pérez. Lamentablemente Joe ha confirmado que todo ha sido un plan del equipo de Pérez y el piloto para sabotear el campeonato de Max Versstapen.
"Es una pena que mi hijo haya sido utilizado para tales fines, espero la FIA haga algo al respecto" confirmó el padre de Max.
Debido a que es la primera vez que esto sucede en la formula 1, la FIA ha tomado medidas y nos las estarán confirmando en los próximos días. Vaya escándalo.

—Estamos perdidos—dijo Checo para sí mismo y se dejó caer en la cama queriendo esconderse de todo.

Fine Line || Chestappen F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora