Papá, ¿Qué es Brightwin? - Brightwin ©

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(¡Hola Itzel! Este capítulo es para ti. Gracias por tu paciencia y fidelidad. Espero lo disfrutes. Te quieroo :)

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El estudio estaba sumido en una penumbra artificial, las luces tenues creaban sombras alargadas en las paredes. Bright, con la mirada fija en el suelo, se sentía atrapado en un laberinto de decisiones. Su manager, Sour, un hombre de traje impecable y mirada gélida, lo esperaba al otro lado del escritorio.

—Bright, ¿qué diablos estás pensando? —Sour apretó los puños—¿Romper el contrato ahora? Después de todo lo que hemos construido, después de que te convertiste en un ícono global. ¿Por qué?

Bright se pasó una mano por el cabello, sintiendo el peso de la fama sobre sus hombros. La música, los conciertos, las multitudes que coreaban su nombre... Todo eso ya no llenaba el vacío que sentía. Su corazón estaba en otro lugar.

—Sour, tú lo sabes muy bien. No puedo seguir así. —La voz de Bright era un susurro—Necesito ser feliz. He perdido demasiado tiempo.

Sour se inclinó hacia adelante, con los ojos afilados como cuchillas.

Él lo sabía, claro que lo sabía.

—¿Y qué hay de tu carrera? ¿De tus fans? ¿De los contratos millonarios que te han catapultado hasta aquí? ¿Vas a tirarlo todo por la borda por un hijo al que a penas conoces y un hombre al que no ves hace más de una década?

Bright se levantó de la silla, la rabia bullendo en su pecho.

—No es solo por ellos, Sour. Es por mí. Porque no quiero seguir viviendo una mentira. —Sus ojos se encontraron con los de su manager—. ¿Sabes cuántas noches he pasado en hoteles vacíos, mirando la única foto que tengo de Win y preguntándome si estoy haciendo lo correcto?

Sour se puso de pie también, con ira en su rostro.

—¡Esto es un negocio, Bright. No un juego de niños! ¡Tienes contratos, compromisos, responsabilidades! ¡No puedes simplemente desaparecer!

Bright se acercó al ventanal, mirando la ciudad que brillaba bajo la luna. Las luces parpadeaban como estrellas lejanas.

—¿Y qué hay de mi responsabilidad como hombre, como padre? —susurró—. Dome merece más que un padre ausente. Win merece ser amado y yo... yo merezco ser feliz.

Sour se acercó a él, con la voz baja y amenazante.

—¡No puedes hacerme esto! ¡He invertido todo en ti!

—¡Y yo te lo he devuelto con creces! ¡He hecho millones de dólares para ti!

—¡No se trata del dinero! ¡Se trata de tu carrera! ¡De tu legado!

—¡A la mierda mi legado! ¡Quiero vivir mi vida! Tú más que nadie deberías entenderme. Me has acompañado por más de diez años. Te confíe mi historia, mi tiempo, mi dinero, mi vida y para mí eso no era parte de un negocio. Por primera vez en muchos años estoy plenamente convencido de mi posición y lamento que no puedas entenderme, porque no me importaría perderlo todo, (incluido tú y todo este asqueroso estatus) con tal de recuperar a mi familia.

Sour cerró los ojos, luchando contra la descarga interna que esto le provocaba.

Estaba furioso.

—Escucha, Bright. Tienes una opción. Puedes quedarte aquí, seguir siendo el ídolo que todos aman, o puedes irte y perderlo todo. Tu fama, tu fortuna, tu legado. ¿Qué eliges?

Sus ojos eran desafiantes y proyectaban seguridad, haciendo que cualquiera vacilara en su posición.

Bright apretó los puños, sintiendo la presión en su pecho. El dilema lo ahogaba.