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—No trates de convencerme. Yo tomé una decisión, y no te voy a dejar.

Bright estaba totalmente abnegado a la situación, pero, nuevamente Win puso argumentos sobre la mesa que eran más válidos y coherentes que cualquier otra cosa.

—¡No puedes tomar una decisión así, y mucho menos ahora que no piensas con claridad! Sabes muy bien lo mal que la estamos pasando. Me duele ver que tenemos contados los días para ir a prisión si no conseguimos ese dinero. Sin contar que ¡ese es tu sueño! Desde niño. Es hora de que le cumplas esa promesa a tu abuelo.

Para entonces, ambos lloraban, se podría decir que con el mismo sentimiento, más no con la misma intensidad.

Bright lloraba desgarradora y lentamente; con aflicción y tristeza, mientras que Win era un nido en su cabeza. Lloraba con dolor, lloraba con el alma porque era como estar entregando una parte de sí mismo, mucho más ahora, siendo menor de edad, con un bebé en el vientre, sin trabajo y con una deuda que saldar... pero nada de eso le importó más que la felicidad y el bienestar de Bright. Puede que nadie lo entienda, pero es Win quien lo ha visto llorar de frustración cuando sus solicitudes son rechazadas, es Win quién lo ha acompañado cuando piensa renunciar a sus sueños y a esa promesa que le hizo a su abuelo antes de morir. El apellido Vachirawit será enaltecido en la música, y sin importar qué, él no será un impedimento.

Con respecto a la deuda, Bright era quien más lo necesitaba, pues aunque no fuera mucho, todo lo que Mew podía conseguir era para ayudar a Win a salir de aquel problema; problema en el que se habían metido precisamente por aquel amor.

Win no se arrepentía, en lo absoluto, pero sí hubiese preferido que las cosas hubiesen sido distintas.

Ambos disfrutaron de trabajar juntos, y no tenían previsto enamorarse cuando el contrato tenía estipulado que no se permitía ningún tipo de relación entre los actores, más que la laboral. Ellos no pudieron ocultar su amor, o tal vez se olvidaron de aquella cláusula por unos instantes, cosa que les costó más que una demanda de miles de dólares. Con ello también llegaron las cancelaciones de eventos y contratos que tenían por firmar, sin contar que, el pago que recibirían por haber grabado la serie también fue cancelado junto con el contrato. Los demás actores recibieron su paga por el trabajo realizado, pero de igual forma, la serie se canceló con apenas cinco capítulos emitidos.

Fue un golpe duro para los dos. Estaban devastados emocional y económicamente, pero se tenían el uno al otro para apoyarse y empujarse mutuamente a tomar buenas decisiones, es por eso que por nada del mundo Win permitiría que Bright renunciara a eso que sabe que quiere y que también necesita.

No importa que Win y su hijo lo necesiten más que nunca, no importa porque reorganizando prioridades, Win seguía pensando en que lo mejor era que Bright cumpliera su sueño y el de toda su familia.

Es por eso que no mencionó el tema del embarazo. Bright nunca lo supo. Nunca se enteró de que aquel Win de dieciséis años había estado esperando un bebé suyo, y aquel secreto permaneció así, pues él mismo le prohibió a su hermano, y a su reducido círculo de amigos el reavivar aquel tema, hasta que pasó tanto tiempo que aparentemente todo el mundo lo olvidó.

Con respecto a Bright, intentó comunicarse muchas veces con Win y su hermano, incluso, poco después de haberse ido, envió el dinero que faltaba para saldar la deuda de Win, dinero que fue recibido y pagado por Mew, pues Win aún era menor de edad.

Win no quiso seguir teniendo contacto con Bright, pues eso dolería mucho sabiendo que ya no podrían verse. Win no se permitiría arruinarle la vida a Bright una vez más, porque es tácito que en sus nuevos contratos censúrales la cláusula de "No se permite ningún tipo de relación sentimental u/o amorosa" está en letras rojas para que esta vez no las pase por alto, y, como si eso no fuera suficiente, también está el hecho de que ahora tiene un hijo el cual no conoce, ni cree que pueda hacerlo nunca, pues de ser así, su exitosa carrera se vendría abajo.

Mew no estuvo de acuerdo, y se lo reiteró tantas veces que llegaron a discutir, pero esa era una decisión tomada, y por mucho que fuera su hermano mayor, Win no lo dejaría influir en aquello, y finalmente terminó por aceptarlo.

En cuanto al embarazo, Win puede decir que sí, fue extremadamente doloroso y agotador, tanto mental, como físicamente.

Tuvo que estudiar y trabajar estando embarazado. Tuvo que aprender a tomar decisiones y a valerse por sí mismo siendo todavía un adolescente. Tuvo que aprender a dejar la pena para poder sacar adelante a ese hombrecito que dependía de él. Tuvo que aprender a amamantar y a adquirir la habilidad de hacer tres cosas a la vez con sus manos... Su vida cambió completamente con la llegada de su hijo, desde la cosa más mínima hasta la más grande; todo era distinto... Pero todo valió la pena cuando vio su carita, porque por segunda vez, quería llorar a penas veía a ese alguien. Win lloraba todo el tiempo de amor por su hijo.

Su primer diente; y Win lloró.
Su primera palabra; y Win lloró.
Su primer paso; y Win lloró.
Su primer cumpleaños; y Win lloró.
Su primera comida; y Win lloró.
Su primer día de escuela; y Win lloró.

Se sentía tonto a veces, pero no sabía que otra cosa hacer con todo ese amor que tenía dentro, no había cómo explicarlo, y el solo ver a su hijo le provocaba llorar, llorar de amor y ternura.

A Win nunca le molestó que su hijo fuera tan idéntico a Bright en físico y carácter, sino al contrario.

Le causaba gracia a veces, lo certera que resultó su fijación en el embarazo... Tal vez pensó tanto en Bright que su bebé no pudo encontrar otra forma o cara distintiva en su cabeza.

 Tal vez pensó tanto en Bright que su bebé no pudo encontrar otra forma o cara distintiva en su cabeza

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Papá, ¿Qué es Brightwin? - Brightwin ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora