13

845 108 3
                                    


Al abrir tentativamente sus ojos, la inmensidad blanca de la habitación y el silencio redundante inundaron todos sus sentidos. Sólo emanaban sonidos, con un compás casi rítmico, las maquinas a las que estaba conectado, Al mover la cabeza en un intento por mirarlas, un tirón de dolor invadió abrumadoramente cada rincón de su cuerpo, provocando que un quejido involuntario escapara de sus labios.

—¡¿Estás bien?! ¡¿Cómo te sientes?! ¡¿Dónde te duele?!—La voz y los movimientos de Given denotaban desesperación profunda, mientras Dome trataba de enfocar la vista y ordenar cronológicamente lo que sucedió en las últimas horas, fallando en el proceso.

—E-estoy... bien—Contrario a lo que pensaba, su garganta dolía un poco. Su voz salió rasposa y pesada, sorprendiéndose incluso a sí mismo.

—¡¡Tenemos un problema del tamaño del mundo!!—Susurró con nerviosismo, y decidió continuar ante las afirmaciones silenciosas de Dome.

—¿Por qué no me dijiste que te sentías mal?—Given parecía no saber ni por dónde empezar, y se llevó ambas manos a la cabeza, como si esta pesara demasiado ahora.

—¡¡Lung Win ha llamado cientos de veces. Al principio pude mentirle, pero después de media hora volvió a llamar, y no ha parado hasta ahora. Mis padres también me llaman, y creo que P' Nani también lo hace!!—Señaló el celular sobre la mesa con manos temblorosas, casi ahogándose con sus propias palabras—, Y cómo si eso no fuera lo suficientemente malo, el doctor que te revisó dijo que necesita la autorización de uno de nuestros padres para poder dosificar los medicamentos que necesitas, de lo contrario no puede dejarnos salir de aquí sin referirnos a algún servicio social.

Sus ademanes, su respiración y las vueltas que daba por toda la habitación mientras hablaba sólo podían confirmar cuán nervioso estaba.

Por primera vez después de mucho tiempo sentía como las consecuencias caerían sobre su cuerpo, lo que le fue transmitido inmediatamente al menor, quien rápidamente intentó buscar soluciones, empezando por un intento fallido por ponerse de pie.

—¡NO PUEDES MOVERTE!—Regañó, sosteniéndolo por los brazos y ayudándolo a acostarse de nuevo. —Ni siquiera sabemos qué es lo que tienes todavía, pero no parece ser algo simple. No entiendo como es que... ¡Dios mío!

Vueltas y vueltas por toda la habitación; Eso aparentemente lo tranquilizaba.

—¡¿Qué vamos a hacer?!—Preguntó al aire, mirando hacia un punto fijo en el techo mientras mordía sus uñas con determinación.

Dome seguía sin entender muchas cosas, pero de algo sí estaba seguro. Estaban en problemas, y sus ánimos ni siquiera eran los suficientes como para pensar en qué hacer.

—Permiso—Se escuchó lejanamente, seguido de dos toques suaves en la puerta—El señor Sukkasem quiere pasar. ¿Desean recibirlo?—La muchacha de uniforme blanco los miró por unos segundos, y se retiró tan pronto recibió una confirmación por parte del mayor.

—Es Sour, el hombre que me ayudó a traerte. —Informó—No conozco nada de por aquí y se ofreció a ayudarnos... Tal vez él pueda ayudarnos con esto también.

Los toques en la puerta hicieron eco por todo el cuarto de hospital, y con un "pase" recibieron a aquel hombre.

—¿Cómo están?—Saludó silenciosamente—¿Cómo te sientes?—Esta vez dirigiéndose a Dome, quien con dificultad, respondió:

—Bien, muchas gracias.

—Imaginé que no han comido nada, y ya casi es de mañana, así que pensé que esto les caería bien.

Mierda, es cierto. Ya había amanecido.
¿Cuánto tiempo había pasado?

—Todavía no sé qué es lo que puedes comer y lo que no... así que me disculpo por eso—Dijo, terminando de acomodar todas las bolsas sobre la pequeña mesa al lado de la cama.

—Muchas gracias, señor Sukkasem... y gracias por lo de anoche también. Usted y el señor Vachirawit han sido muy amables.

Vachirawit, ¿De donde conocía ese nombre?

—Descuida, Nong. No podíamos verlos así y quedarnos sin hacer nada, por cierto, Vachirawit les envía saludos, y promete venir a verlos más tarde. Espero que de verdad estés bien, muchacho—Desvió su vista y atención hacia Dome.—Por cierto, ¿Siguen solos? ¿Dónde están sus padres?

—¡Oh! Ellos... ellos vienen en camino.

Dome respondió más rápido de lo que hubiera querido, recibiendo una mirada fulminante e inquisitiva por parte de Given... En su defensa, aquel hombre no le inspiraba confianza.

—Siendo así... Yo me despido, jóvenes. Vachirawit y yo pasáremos más tarde por aquí antes de dejar la ciudad, para ver cómo sigues. Ojalá que para ese entonces ya no estén aquí. De verdad espero que te recuperes, muchacho... y definitivamente, nos encantaría verlos en otro concierto. Les prometo que esta vez las entradas corren por nuestra cuenta.

Sukkasem se despidió con serenidad dejando atrás cientos de agradecimientos, y tan pronto como los dos adolescentes volvieron a quedarse solos, Given caminó hasta quedar frente a Dome.

—¡¿Por qué hiciste eso?!—Preguntó, empuñando sus dientes—¡¿Te das cuenta de que ahora no tenemos ni la más remota idea de cómo salir de aquí?!

Dome suspiró con incomodidad debido a la cánula de oxígeno en su nariz.

—Ese hombre no me inspira confianza. ¿No crees que es mucha amabilidad a cambio de nada? ¿Qué tal si está actuando con alevosía?

—¡No seas dramático! ¡Estamos jodidos! Lo mejor que nos podría pasar en estos momentos es que un hombre como él nos ayude. ¿Qué ventajas podría obtener de nosotros el manager del cantante más jodidamente rico del planeta?

Espera, él estaba hablando de...
¿Vachirawit es...?

—¡¿Sukkasem es manager de Bright?!

—Lo es—respondió sin más. —¿Ves lo que digo? Es tonto que pienses así... y justamente ahora, hemos perdido la oportunidad de la vida. ¡Sólo espero tener un buen lugar en el cielo!—Dramatizó, aún nervioso—, porque después de eso no hay posibilidad de que salgamos vivos, y si lo hacemos lo más probable es que hasta nuestros hijos nazcan en casa.

Y aunque no era del todo cierto, Dome sí tenía razón en algunas cosas, y es que Sukkasem nunca pidió algo a cambio de ayudarlos, simplemente porque no fue necesario. Si miras la situación desde una perspectiva diferente, sabrás que con este acto de bondad no sólo eran beneficiados los adolescentes, sino también Sukkasem y, ¿por qué no? También su artista y dicha empresa, ante cualquier ojo público, (estuviera o no presente), y eso pudo confirmarse poco después, cuando al amanecer, recibieron el periódico del día junto con el desayuno y dicha noticia era lo primero en la lista de novedades.

Conforme leía la nota, Dome fue rememorando el momento que creía olvidado, y también conociendo algunas cosas que antes desconocía.

"Dicho joven fue trasladado al Hospital HasslerMed en el mismísimo Audi R8 del cantante"

"Se especula que el cantautor fue quien pagó las cuentas del hospital y que permaneció hasta altas horas de la noche en el mismo, negándose a dejar a su fanático hasta obtener mayor informes. Sin duda, un acto tan dulce y bondadoso de su parte, que ha hecho explotar de amor y euforia a todo el internet"

A Dome no le sorprendió esto, porque después de todo, algunas personas habían presenciado su desmayo y él no supo lo que ocurrió después de eso, lo que sí era extraño, era verse a sí mismo en un periódico y en notas de internet. Había fotos suyas de antes, después y durante el concierto, algunas eran ridículamente falsas, pero agradecía inmensamente que al menos su identidad seguía en el anonimato.






























[...]

¡Estamos a nadaaa del momento crucial!
Nos leemos, (espero que pronto).
Gracias por leer 💘.

Papá, ¿Qué es Brightwin? - Brightwin ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora