Papá, ¿Qué es Brightwin? - Brightwin ©

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Win suspiró por última vez, consciente de que por mucho que intentó retrasarlo, el momento había llegado.

"Hola, Win. Quisiera que nos viéramos hoy en el parque de los lagos. Hay asuntos muy importantes sobre Dome que me gustaría que habláramos. Por favor, devuélveme el mensaje en cuanto puedas."

En primera instancia, Win quiso evadirlo y pasar por alto que ese mensaje llegó, pero poco después su mente fue invadida por las dudas; dudas y posibilidades que no hacían otra cosa que ponerlo ansioso y robarle la capacidad de concentración.

"Estaré ahí a las 9."

Fue lo único que pudo responder.

Parecía una buena hora teniendo en cuenta que la mayor parte de sus correcciones ya estaban hechas y que no había problema si solicitaba una hora libre fuera del trabajo.

Esperaba que lo que Bright tuviera por decir no tomara más de una hora.

Aunque, no es como si decir: "Te demandaré por sustracción, retención y ocultación de menores" tome más de un minuto.

Win volvió a exhalar con aspereza.

Los nervios parecían consumirlo en su totalidad, pero debía poner todo de sí mismo para ocultarlo.

Y, es que... a pesar de que Bright prometió no querer hacerles daño, Win no puede darse el lujo de confiar ciegamente en su palabra.

Ha estado a un segundo de ceder completamente, pero se reitera a sí mismo cada día:
Ha pasado mucho tiempo.
No lo conozco. No me conoce.
Su obligaciones son únicamente con nuestro hijo.
Su vida no combina con la mía ahora.
No tiene sentido que me ame, o que siquiera sienta cariño por mí.
Incluso, si quiera demandarme, estaría en todo su derecho.

Pero su corazón sabe que no es verdad.

Nervioso, e intranquilo, guardó sus manos en los bolsillos y siguió el camino a pasos firmes.

Un escalofrío recorrió su espalda cuando pudo divisarlo a lo lejos. Vestido, como siempre, con un atuendo que era la quinta esencia de la sofisticación. Un jersey negro, tejido con la precisión de manos expertas abrazando su torso, delineando su silueta que evoca pensamientos indecentes. La textura rica y sumptuosa del tejido. Su cintura adornada por un cinturón del color del ébano profundo; El par de pantalones negros que caen con gracia, cada pliegue y costura cuenta una historia de artesanía y elegancia. En una mano, un abrigo oscuro pende; en la otra, su teléfono celular, en el cual parecía muy concentrado.

Bright pareció notar que alguien lo miraba, y volteó a sus costados un par de veces hasta dar directamente con los ojos de Win sin que este último tuviera la oportunidad de reaccionar.

Era inútil ocultarse ya, lo que sí era un hecho, es el exceso de sudor en sus manos.

Win rebuscó una servilleta entre sus bolsillos con la mirada puesta en el suelo. Asímismo, caminó hacia él, haciéndose estratégicamente de un tiempo que no tenía.

—Siento llegar tarde otra vez, ¿Has esperado por mucho tiempo?

Bright sonrió suavemente y negó.

—Gracias por venir—Dijo, invitándolo a sentarse a su lado.

Casi al instante, Win acató la orden/propuesta, y se sentó a su lado guardando una distancia prudente.