El sonido de las risas se desvanecía tras la puerta cerrada del taller de arte, donde un lienzo en blanco esperaba ser el testigo silencioso de una conversación largamente aplazada. Bright, con una sonrisa que apenas ocultaba la seriedad de su mirada, extendió su mano hacia Win, invitándolo a unirse a él y a Dome en la creación de algo más que una simple pintura.El plan de ir a un ruidoso y aburrido parque fue sustituido sin dudar cuando vio el entusiasmo de Dome a la hora de hablar de lienzos y pinceles.
Los conocía todos.
Realmente le interesaba, y era algo que Bright desconocía hasta hoy... así que aprovechó la oportunidad para invitarlos a una galería que él solía visitar cuando vivía en Bangkok.
—Vamos a hacer algo hermoso hoy—dijo, su voz en un susurro.
Win asintió, aunque la preocupación aún nublaba sus ojos. Recordaba las palabras de Bright, las condiciones, el sacrificio. Pero en ese momento, mientras veía a Dome mezclar los colores con la inocencia de quien aún cree en finales felices, decidió dejar de lado sus preguntas. Porque lo que importaba era el ahora, el calor de la mano de Bright en la suya, y la posibilidad de un futuro en Bangkok, donde la libertad los esperaba.
Su pintura comenzó con trazos tímidos intentando recordar todo lo que la chica de la tutoría les había enseñado hace unos minutos.
A Win no le disgustaba, pero sabía reconocer que la pintura no era lo suyo. Parecía que no podía agarrar el pincel y pensar a la vez.
Lentamente, bajó la mirada hasta dar con sus manos enlazadas a las de Bright.
¿A caso el bloqueo artístico era por eso?
Bright, desde siempre el más audaz, le robaba besos furtivos cada vez que Win se inclinaba para sumergir el pincel en la pintura, provocando sonrojos y reprimendas de su parte.
—No delante de Dome—exigió sin dureza, aunque una parte de él se deleitaba con la atención.
Bright solo reía.
—Él ya sabe—balbuceó lentamente.
Y aunque era cierto, Dome prefería concentrarse en su obra, añadiendo su propia visión a la anatomía de Killua, su personaje de anime favorito y al que ahora intentaba dibujar.
Los escuchaba y los veía mirarse. Era consiente en todo momento de que se besaban, pero por alguna razón... no le molestó como antes lo hacía.
Ahora era mucho más importante probar esos pinceles de cerdas sintéticas que no tenía en casa.
Era estimulante y muy divertido.
Lo estaba disfrutando.
Bright le echó una mirada. Luego tomó una pausa, dejando su pincel a un lado, y se volvió hacia Win con una seriedad que contrastaba con su habitual jovialidad.
—Win, hay algo que necesito contarte—comenzó, su voz firme pero suave—Es sobre las condiciones de mi regreso.
Win dejó su pincel a un lado. La preocupación se hizo evidente en su rostro.
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Papá, ¿Qué es Brightwin? - Brightwin ©
FanficWin le oculta a su hijo la existencia de Bright, quien tampoco sabe que tiene un hijo.