Cap. 18: Guerra contra los pájaros.

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

Corrige tus errores y sonríe al futuro.

Finalmente, llegó el gran momento de las carreras de caballos.

Pero a diferencia de la última vez, no me interesaba correr. Y no creo que me pudiera importar, incluso si la cabaña de Poseidón, estuviera a reventar y tuviera ochocientos hermanos en plan "Operación: Sacar ojos de todos los machos, que miren a nuestra hermanita menor."

Teníamos a los hijos de Apolo, listos desde el otro lado de la carretera; siendo Thalía la única hija de Zeus, quien fue Cazadora la última vez, entonces ella también estaba preparada, para empezar a lanzar flechazos, en cuanto los Pájaros de Estinfalo aparecieran.

Las Ninfas de los árboles, habían sido debidamente informadas, sobre el posible peligro, que tendríamos los Campistas y estaban sobre los árboles, del otro lado de la pista, apuntando hacia los árboles de en frente.

Mientras los carros se alineaban, en el bosque se iban reuniendo más palomas de ojos relucientes. Chillaban tanto que los campistas de la tribuna empezaron a mirar nerviosamente los árboles, que temblaban bajo el peso de tantos pájaros.

— ¡Aurigas! —gritó Atenea —. ¡A sus marcas! —Hizo un movimiento con la mano y dio la señal de partida. Los carros cobraron vida con estruendo. Los cascos retumbaron sobre la tierra y la multitud estalló en gritos y vítores.

Casi de inmediato se oyó un estrépito muy chungo. Miré atrás justo a tiempo de ver cómo volcaba el carro de Apolo; el de Hermes lo había embestido; tal vez sin querer, o tal vez no...

Tan pronto como el choque se produjo, todos los hijos de Apolo, Ninfas, Thalía y yo, disparamos flechazos contra los Pájaros de Estinfalo y nos libramos de ellos.

Lanzando sonidos de sonar de Submarino, trajeron a sus amiguitos: Pájaros Dispara Plumas y tuvimos que levantar los escudos en formación romana de tortuga.

Me fijé en la carrera solo por un instante y noté que Clarisse y su hermano, se abstrajeron completamente en la carrera.
Juro por Caos, que amo a esa chica, pero esto es lo único, que me hace enfadar de ella: Como se concentra tan intensamente en una única cosa, que todo lo demás, se le olvida.

Quirón se dio cuenta de peligro y ya Palas estaba protegiendo a los más pequeños, junto a Hestia y dos chicos de Hermes, con los escudos en alto, protegiendo a todos, mientras que Hestia lanzaba tornados de fuego, Palas disparaba flechas contra las llamas, resultando en flechas de fuego y los chicos de Hermes más cercanos a la zona, quienes lanzaban espadazos.

Desde el frente, disparábamos flechas, arrojábamos jabalinas, usábamos hondas para disparar esferas de Bronce Celestial con la velocidad de balas; aniquilando a las aves.

Clarisse ganó la carrera y se percató de todo el desastre, preguntándose que estaba ocurriendo...
Cuando ya estábamos acabando con la amenaza.

Se veía que Atenea estaba enfadada por lo ocurrido, pero la sonrisa que debería de ser dulce, solo consiguió aterrorizar a mi sobrina (Palas), a mis hijastros...

Y a mí.

A lo largo de las siguientes cinco noches, comimos Pájaros de Estinfalo en distintas presentaciones.

Y, finalmente, Luke, Annabeth, Clarisse, Thalía, Nyssa y yo, zarpamos en nuestros barcos, en busca del One Piece.

En busca del Amanecer de la Plaga.

Corrige tus errores y sonríe al futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora