30: Creo que he visto un lindo gatito

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

Corrige tus errores y sonríe al futuro.

Artemisa, Zoë, Bianca, Hazel, Thalía y yo, tomamos la camioneta, con permiso de Argos, quien nos miró fijamente, como diciéndonos (solo con su mirada), que no dañáramos o rayáramos la camioneta (y eso en verdad, que nos provocó escalofríos).

Al llegar al museo Smithsoniano, caminamos con lentitud, pretendiendo algún tipo de sigilo, a plena luz del dia y con nosotras siendo perfectamente visibles, para cualquier mortal, pronto, corrí hacía la tienda de recuerdos y pagué por unos diez paquetes de comida deshidratada de astronauta. Artemisa y Hazel nos miraban confundidas, mientras que Zoë, Bianca y Thalía, veían esto, con grandes sonrisas en sus rostros.

—Vayamos a la zona de Aire y Espacio de una vez. —gruñó Zoë, nosotras solo pudimos asentir con la cabeza e hicimos lo que ella decía.

Al llegar, fingimos mirar la exposición, me agaché y toqué el suelo. Me concentré, me seguí concentrando. Mi padre es el dios de los terremotos y yo soy uno de sus hijos más poderosos. Podía sentir todo mediante el suelo. Pero, especialmente: podía escuchar las palabras, solo con tocar el suelo. —Espino le dice al padre de Zoë, que estamos aquí —y gracias a mi conexión con la tierra, la sentí temblar de miedo. —Espino le informa de nuestros números. White corrige el nombre de este museo: "Del aire y del espacio". El general manda a traer colmillos, los entierra y los moja con una regadera con un liquido rojo, que jamás supe lo que era realmente.

"Sangre de Semidioses" —susurró Artemisa pálida y todas nos quedamos de piedra, al escuchar eso.

—Pero no son dientes de "Tiranosaurio", sino de Dientes de Sable y manda a que se deshagan de ellos. Ahora, van tras los dientes del Tiranosaurio... ¿A dónde vas, Bianca? —le pregunté a mi novia, quien había dado un paso, pero pareció pensárselo mejor.

— ¿Yo? A ninguna parte. Pero si intenta traer de vuelta a los muertos, entonces nosotras podremos hacer algo al respecto —tomó la mano de Hazel y comenzaron un cántico o un encantamiento, liberando sus sombras y enviándolas contra nuestros enemigos, gracias a la conexión entre ellas y yo, por ser almas gemelas. Y dado que yo sí sabía dónde estaban, entonces se toparían con una grandiosa y desagradable sorpresa.

—Los colmillos han llegado, pero las sombras se les han caído encima y el General, junto a White, están siendo heridos de gravedad, por las sombras. Los Spartoi están despertando y el león...

— ¡Gatito! —dijo un niño.

El León venía hacia nosotros. Pero yo volví a hacer temblar el suelo y lo desestabilicé, antes de transformar el aire a mi alrededor en agua y mandar al "gatito" a volar. Volví a enviar aire convertido en agua y el león se estrelló contra la pared del fondo, mientras que Thalía le arrojaba un relámpago muy poderoso, haciéndolo rugir. Tomé la comida espacial y fui contra el león, metiéndole en la garganta dos de los sabores de pastas, atragantándolo.

Los guerreros esqueleto llegaron, pero nunca antes, Bianca di Angelo se había visto más poderosa y hermosa, que al elevar su mano, la cual de recubrió de alguna clase de sombras y con un chasquido, mandó a los guerreros esqueleto al inframundo.

Artemisa agarró dos de los alimentos deshidratados que yo llevé y le seguí el paso, manipulando el aire detrás de mí, mientras que la hija de Hades y de Plutón, invocaron cadenas de sombras, atando al león y al hacerlo rugir, Artemisa y yo, le embutimos toda la comida espacial que pudimos, mientras el gato comenzaba a patalear y a tratar de escupir la comida, tomamos distancia y le llenamos el hocico de flechas, matándolo.

Solo quedó el cadáver y pronto, el cadáver del león, se convirtió en una chaqueta de piel de león. Nosotras solo pudimos reírnos de los rostros de Hazel y Artemisa.

—Nunca... en todos mis tres milenios de cacería yo... —Nos miró con asombro, con la boca y los ojos abiertos, mientras que su cerebro intentaba procesar de mi forma poco metódica de matar al león de Nemea —ustedes...

—Vámonos de aquí. —dijo Hazel —Antes de que vengan el suegro de Penny y Damian. —bromeó, mientras nos íbamos de allí y yo me ponía la chaqueta del León de Nemea.

Corrige tus errores y sonríe al futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora