Capítulo 6: Bienvenida al Campamento Mestizo.

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

Corrige tus errores y sonríe al futuro.

Grover, cargó a mamá, mientras que Thalía me auxiliaba a llegar al interior del Campamento.

—Entonces Cara de Pino, ¿Cuál fue la historia esta vez? —Pregunté.

Thalía suspiró. —Pocas cosas cambiaron, ¿sabes? Aunque ahora, tanto Jason como yo, supimos quién era nuestro padre y el motivo para que Jason, tuviera que irse tan joven. —yo le acaricié la espalda, en señal de apoyo, pero ella solo negó con la cabeza, como si no fuera necesario —Sabemos en dónde está el Campamento Júpiter y sé que está a salvo.

—Poco o nada, cambió para mí: Misma Mamá, mismo Papá, mismo Padrastro, cuerpo femenino...

—Eres muy sexy, cariño —me dijo ella.

—Más poderes, nuevas armas, eso es seguro, pero nada fuera de lo común, antes de venir. —Ambas son reímos y nos agarramos de gancho (con los brazos entrelazados), mientras seguíamos caminando, hasta encontrarnos con el Quirón centauro y.... mis ojos se abrieron con asombro, al ver que el Sr. D, no estaba allí.

—Atenea es la directora del campamento. —me dijo mi novia —Se educada... si es que puedes.

—Bienvenida, cariño —dijo Atenea sonriéndome, junto a una mujer, quien sonreía con dulzura y me saludaba con la mano. No era una Nereida, pero no le faltaba mucho, para serlo. Era un espíritu marino, como Lady Anfitrite. —Bienvenida al Campamento Mestizo. Para evitar problemas, todos me llaman Sra. A.

—Entendido, Sra. A —dije yo, antes de volver a mirar a la mujer, quien claramente, era una diosa. — ¿Quién la acompaña?

—Hola tía Penélope, —dijo ella sonriéndome con cariño, mientras me hacía una venia, sorprendiéndome. La luz del sol, delató algunas escamas en los hombros y los antebrazos —soy soy Palas, la hija de Tritón y consejera número 1 de Atenea.

Jadeé asombrada e incrédula, mirándola con ojos muy grandes y pasándome una mano por el cabello. — "Estás viva". —Ambas me sonrieron, mientras se miraban, la una a la otra, con cariño fraternal.

Una risa divertida, sonó a mi lado. Allí estaba Quirón, como un Centauro: Cabello castaño, la barba desaseada y su ropa normal, aunque de la cintura para abajo, era un caballo blanco. —Ven Penny, hay mucho que ver. —Asentí y seguí a Quirón, hicimos un agradable recorrido, seguidos por Atenea y Palas, quienes sonreían.

Pasamos por el campo de voleibol. Varios de los campistas se dieron codazos. Uno señaló el cuerno de minotauro que llevaba. Otro dijo: "Hey, mira a esa hermosura". Y otro dijo: "Que tetas tiene, ¿No?" Me sentí muy abochornada, y por las miradas que les dieron Atenea y Palas, todos desviaron la mirada.

La mayoría de los campistas eran mayores que yo. Sus amigos sátiros, eran más altos que Grover... Normalmente no era tímida, pero la forma en que me miraban me hacía sentir incómoda.

Miré hacia la Casa Grande. Algo llamó mi atención, una sombra en la ventana superior del hastial del ático, pero logré distinguir algo más, aparte de la momia, y tuve la clara impresión de que me estaban observando. — ¿Qué fue del Oráculo, Atenea? —Le pregunté.

—El tío Hades, sacó a su familia justo a tiempo, así que no hubo maldición. —dijo Atenea calmada —Físicamente, tiene unos 30 años, cabello negro y ojos también negros.

Caminamos por los campos de fresas, donde los campistas recogían fanegas de bayas mientras un sátiro tocaba una melodía en una flauta de caña, Katie y Miranda estaban allí también, usando Cloroquinesis, para quecrecieran las plantas. Palas me dijo que en el campamento se cultivaba una buena cosecha para exportar a los restaurantes de Nueva York y al Monte Olimpo. —Paga nuestros gastos, —explicó Palas. —Y las fresas casi no requieren ningún esfuerzo.

Corrige tus errores y sonríe al futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora