Capítulo 33: La guerra ha terminado

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Percy Jackson, pertenece a Rick Riordan.

Corrige tus errores y sonríe al futuro

Artemisa aprovechó que había anochecido y tomamos su Carro Lunar, para dirigirnos, hacía el Monte Olimpo, con nosotras venían Thalía, Bianca y Zoë, todas en el Carro Lunar, hacía Nueva York, por encima del Empire State, estaba la base de la montaña y por encima de la montaña, la Sala del Consejo Olímpico.

—Entonces, ¿Cómo llamamos al Consejo? —Pregunté yo, mientras recibía un beso en los labios, por parte de Artemisa, seguida de sus tres Cazadoras.

Vi a Artemisa sonriente y levantando los cinco dedos de la mano derecha y comenzando a cerrarlos lentamente, hasta llegar al número uno, cuando lanzó una flecha al cielo, causando que una luz muy potente, tuviera lugar y un segundo después, las puertas de la Sala de se abrieron y entraron Hera y Atenea, besándome en los labios, con hambre sexual, ambas fueron a sus asientos, también fue Artemisa, junto con Zoë, sentándose junto a su asiento, Zeus apareció y Thalía corrió, para sentarse junto a él, asintiendo para mi misma, fui a sentarme junto a mi padre. Se escuchó un estruendo y un trono de obsidiana apareció, junto a él, fueron a sentarse Thalía y Hazel, mientras que los miembros del Consejo, fueron entraron y sentándose en sus respectivos tronos.

—Entonces hija —dijo Zeus, hablando a Artemisa, quien no decía nada y solo permanecía allí sentada — ¿Qué tanto ha pasado, con exactitud?

—El Monte Otris, se estaba reconstruyendo en Tamalpais, a las afueras de San Francisco —dijo Artemisa —El barco: El Amanecer de la Plaga, estaba allí, en la orilla y lo primero que hicimos fue dirigirnos hacía el barco, en donde encontramos el sarcófago del abuelo. —mi padre y mis cinco tíos, jadearon con temor —Lo primero que hicimos, fue destruir el ataúd y para eso, Penélope lo hizo descender a cientos de miles de metros bajo el mar.

—La presión del agua lo fue destruyendo, pero Lady Caos apareció y volatilizó la esencia de nuestro padre. —dijo mi padre, eso causó que los restantes hijos de Cronos, se miraran asombrados, por el actuar de la creadora absoluta —La abuela estará tan asustada por la presencia activa de Caos, que dudo mucho, que intente algo.

Yo miré a mi novia (Hera) y me di una sonrisa. — ¿Planeando intercambiarnos a Jason y a mí, con nuestras memorias borradas, mi amor? —Hera se sonrojó.

Hera estaba dorada a causa de todo el icor en su rostro, pero logró controlarse, luego de unos minutos. —Si la abuela no renace, entonces no veo el sentido para hacer esto ¿Fue aquello, tan malo?

—Son buena gente, los Romanos. Pero... hacerme olvidar a mis amigos en el Campamento Mestizo, no fue la mejor jugada y dado que Otris no volverá a alzarse, ni Gaia lo intentará, entonces no veo sentido, para que siga existiendo el Júpiter —dije yo, dándole una sonrisa cariñosa a Hera, haciéndola sonrojar.

Zeus suspiró y dio paso a un Júpiter preocupado. —Pero nuestros hijos Romanos, necesitan de un lugar, Penélope.

Yo asentí y una sonrisa apareció en mis labios. —En ese caso: ¿Qué tal crear un nuevo Campamento o por lo menos, agrandar el número de Cabañas, para que los del Júpiter puedan habitarlas y traerlos al Campamento Mestizo, en vista de que la ubicación es actualmente inútil, por haber sido destruido el Otris? —Todos los dioses asintieron y aceptaron mi idea. —Dado que Beckendorf sigue siendo el líder de su cabaña, lord Hefesto —el dios de la forja me miró fijamente, preguntándose porqué yo hablaba de su hijo — ¿Podría usted en sueños, darle la ubicación del Bunker 9?

—Puedo hacer eso fácilmente y si juntamos los Campamentos, entonces se irán llevando bien, con sus hermanos y si les damos cosas que sean iguales, para ambos bandos... Como acceso al Bunker 9 y a la forja para mis hijos y los de Vulcano o la cabaña de Afrodita junto a los de Venus, los de Marte podrían tener combates con los hijos de Ares en el escenario de combates de espadas y lanzas.

—Mis hijos y los de Ceres podrían auxiliar en los campos de fresas y de otros alimentos —dijo Deméter.



Los Mestizos y los Legados del Campamento Júpiter, fueron llamados por el Consejo Olímpico Romano, para desplazarse hasta Long Island, al Campamento Mestizo, ahora renombrado como Campamento Olímpico.

Al comienzo, hubo algunos combates, gritos, discusiones y los Romanos, tuvieron que ajustar sus ideas a las nuestras de que esto era solo un campamento de verano y no tanto, un campamento militar.

Los de Júpiter, hicieron que el Captura la Bandera, fuera ligeramente "modificado" para que se asimilara, muchísimo más (en un 15% apenas) a sus Juegos Bélicos, pero realmente eso no molestó a griegos.

Les enseñaron las Carreras de Carros y pronto, los Romanos se hicieron adictos a ese juego, mientras que Atenea y sus hijos, vigilaban la construcción de los templos a los Olímpicos, de fondo se escuchaban las batallas encarnizadas, más típicas de un Captura la Bandera, que de una Carrera de Carros.

Para mí, esto era vida y me gusta mucho, tanto como me gustaban las alianzas enloquecidas que yo creaba, tomando el mando, para los Juegos Bélicos o los Captura la Bandera.

Casi siempre, eran griegos vs Romanos, así que Jason y yo, formábamos equipos contrarios y disfrutábamos enfrentarnos de manera encarnizada, con nuestras propias espadas y chocábamos los escudos, nos lanzábamos puñetazos o espadazos.

Nuestras espadas lanzaban chispazos, cuando descendíamos o ascendíamos las espadas, cortando el aire, antes de volver a chocar mutuamente, hasta lanzarnos ataques de viento o rayo (Jason) agua y temblores de tierra (yo).

Caíamos rendidos, algo lastimados y lanzábamos carcajadas, llevándonos como hermanos. Como hermanos de combate que lanzábamos carcajadas, con los estómagos doliéndonos por las risas y apretar el abdomen, durante todos los Juegos Bélicos.

Si no estábamos en pleno Juegos Bélicos, estábamos entrenándonos con el Escenario de Combate, hasta llenar el suelo de sangre, mientras nosotros solo reíamos alegres.

La alegría de combatientes.

Como hermanos...

Mientras que Quirón y Hedge, nos miraban con rostros ensombrecidos, por nuestra forma de luchar.

Solo desearía que Jason también hubiera retrocedido en el tiempo, junto a nosotros, entonces nuestra amistad sería más poderosa y esto sería más divertido.



Con el tiempo, ahora yo logrando levantarme como una diosa, con el tiempo, tuve dos hijos gemelos con Artemisa: Dante y Carmen; siendo Dante el favorito de Artemisa.

Me sorprendió que Hera estuviera tan entusiasmada por tener hijos conmigo y tuvimos dos niñas: Angelica y Ángela.

Atenea también tuvo un hijo conmigo, no un hijo de sexo mental, sino de carne y sangre de ambas: Carter.

Clarisse y Nyssa, me acorralaron en la Cabaña de mi padre, en una misma noche. Decir que hicimos el amor, sería... o lo defino como sexo rudo o como violación. Ambas tuvieron niñas. Clarisse tuvo a Belinda y Nyssa tuvo a Carlotta.

Thalía tuvo una niña a quien llamó Beryl y Zoë tuvo dos niñas a quienes llamó Hesperis y Sally.

Soy una de las diosas más poderosas del Olimpo y sirvo como maestra de los Semidioses, junto a Quirón y Hedge, además de pasar por una Campista más, cumpliendo un papel similar al que llegó a tener Luke para mí, durante mi introducción al Campamento.

Creo que puedo decir sin temor a equivocarme, que me ha gustado muchísimo, mi nueva vida en esta nueva Línea de Tiempo.

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⏰ Última actualización: Mar 24 ⏰

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