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Oliva está pateando como loco desde hace al menos una hora.
Así que está grabándolo, para enviárselo a su mamá; La mujer le dijo que vendría a quedarse los primeros días después del parto.
-¿Puedo...?-Tensei se sienta a su lado en el sillón gris. El rubio está listo para salir a la obra de Haru-Haru, con su traje impecable y los rizos rojos brillando al sol en el patio de la casa.
-Inténtalo.-Dice Shouto, la mano del alfa se posa en su vientre lentamente, Oliva se queda completamente quieto.
Como casi siempre que Tensei lo toca; por eso duermen juntos en las noches que el pequeño está particularmente inquieto.
Y Shoto detesta admitirlo, pero saber que Tensei está ahí, o que su aroma esté cerca lo relajan involuntariamente.
Además, ver a Haru tan contenta en la mañana cuando los ve juntos, es... impagable.
-Es un pesado.-El alfa se queja con ternura en la voz.
-No le digas así, solo le caes mal.-Dice divertido, tomando el vaso de vitaminas que el alfa le trae.-Cuando nazca será peor.
-Yo creo que me engañaste, no hay bebé ahí.
Oliva patea solo una vez, en la mano del alfa, que se ríe, dejando una última caricia en el vientre del omega antes de irse a arreglar el auto para salir.
Han sido meses difíciles, a pesar de todo.
La última vez que Shoto vio las noticias, Katsuki estaba siendo coronado como el Héroe número dos, eso fue a dos meses de escaparse; han pasado siete, y aún no puede poner ese canal sin temblar, pensando que podrían pasar el matrimonio del cenizo en la tele.
Porque Leyla lo quería así.
A veces se encuentra arrepentido de escapar así, de no ser valiente y /contarle/ a Katsuki de Oliva, así como también hay veces en que él llora noches completas, o que siente que no puede continuar sin el alfa, se convence de que no sabe como criar a su bebé solo.
Es una mentira, Shouto sabe que puede, y también sabe que no está solo; Pero su omega quiere a Katsuki, no le importa nada más. Está obsesionado.
Shouto es consciente que el alfa no podría evitarlo, Oliva atrofiaría su carrera, le pondrían un estigma a su hijo y la gente es cruel. Incluso si fue (un error) espontáneo, nadie lo entendería.
Viviría con una etiqueta en la frente, exactamente lo que Shoto ya vivió cuando su hermano mató a un montón de gente y jamás dejará que su hijo tenga esa sensación.
Tampoco podría quedarse en Tokio para sentirse menos solo; Katsuki lo habría notado, peor; hubiera recordado, y conociéndolo, involucraría a las autoridades cuando Shoto quisiera negarle la paternidad.
