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Shoto escucha las risas de Akihiro mientras está en la cocina, el bebé está de lo más entretenido mientras Touya le habla y le muestra que su panza se mueve cuando la toca. Keigo totalmente embobado apoyando la mejilla en el hombro del omega.
Ahora mismo está en la cocina de la casa principal mientras lava los platos para esperar su café.
Haru adora los juguetes que le trajo Santa, le encantan. No ha dejado de jugar desde que los recibió. Para Shoto es totalmente nuevo ver a Enji con una corona de princesa y un collar que hace juego mientras toma té con Haru, pero el mismo le regaló esa mesita así que se aguanta.
—Voy a sacar un vaso de agua.
Avisa Katsuki. Él hace eso un montón, últimamente avisa antes de hacer cualquier movimiento cerca de su metro cuadrado. Shoto lo mira acercarse aburrido pero cuando está alzando la mano para sacar un vaso de la encimera, por algún motivo su cuerpo reacciona agachándose bruscamente, alertando al cenizo.
Son segundos, el sonido de las risas en el comedor, ellos dos solo se miran fijo, esperando que alguno de los dos rompa el contacto para hablar de lo que acaba de pasar; y Shoto suelta una risita nerviosa para evitar ver el pequeño flash de dolor en los ojos del cenizo que seguro está culpándose por no poder salvarlo de los golpes antes.
Incluso si estaba apuñalado y en coma.
—Lo siento, no sé..... Ví lo que estabas haciendo y...—Él trata de ponerle humor al asunto, pero el cenizo parece que va a llorar de frustración. Puede que haya pasado antes, pero no tan fuerte como ahora, le pasó un montón cuando Bakugo le lavó el cabello.
Shoto lo mira un segundo y algo pasa por los ojos del cenizo que no reconoce.
—Aunque después del infierno que pasaste, es natural que ocurra; no te sientas mal.
Dice, tratando de confortarlo.
—Podría patearte el culo, tú no me asustas.—Dice, reforzando que es puro instinto que aún no reconoce que el lugar donde está es seguro y no miedo real.
—Francamente, estoy seguro de que puedes.—Dice actuando asustado de broma, como si no estuviera amenazando al héroe número dos después de casi tres años de no entrenar. —Tengo que irme en un rato, para cubrir el turno de Denki.
Comenta, como si no quisiera ir. Shoto mismo no quiere que se vaya pero... Trabajo es trabajo.
—¿Vendrás en la noche?.
—Mañana temprano, Tengo mi turno en la noche.
—Oh.—Shoto asiente lento. El cenizo cambió el turno para pasar más tiempo con los niños temprano; ya no hace horas extras y si no está durmiendo, está en la casa con los pequeños.—Está bien, no tengo nada que hacer de todos modos.
Dice alzando los hombros.
—Lo siento, debí preguntar.
—¿Qué quieres desayunar mañana?...—Pregunta, haciéndole saber que lo quiere aquí mañana temprano.
