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Katsuki está a punto de entrar en pánico para llamar a Hawks cuando lo ve.
Shoto viene caminando lentamente en dirección a la casa, desde el negocionde una de las vecinas, tranquilo con el coche doble, unos jeans holgados y una polera blanca básica, sus ojos con cubiertos por un par de lentes de sol.
—¿Te pasa algo?.
Dice tranquilo. Katsuki se traga el nudo en su garganta, las ganas que tiene de pelear.
—¿Dónde estabas?.
—Te dije que solo iba a comprar al negocio de la vecina.—Dice obvio, rodando los ojos, antes de sacar el poleron del coche y envolverlo en la cintura del cenizo.—¿Qué te pasa?
—¿Me dijiste?...
—Kats'ki, incluso me respondiste...—Dice el omega mirándolo con cuidado.—¿Estabas dormido? Dejaré una nota la próxima; había olvidado que hablas dormido.
Dice el omega agarrándole el brazo para hacerlo reaccionar. A Katsuki le duele el pecho, se siente igual que cuando llegó al apartamento y no lo encontró, cuando el corredor le dijo que estaba a la venta.
—Pensé que te habías escapado.— Dice pasandose las manos por el pelo.
—¿Ahora tengo que pedir permiso para salir medio metro?.
—Estás en cuarentena, tienes que avisar a donde vas.
—Bueno, no es mi culpa que mi cuidador no ponga atención.
El omega frunce los labios avergonzado por las vecinas que salen a verlos desde sus casas.
—Vamos adentro, terminaré el desayuno mientras te das un baño y te calmas.—Dice tomándole la mano para llevarlo adentro, con un sonrojo de vergüenza en la cara.—Si sales así de nuevo nos van a expulsar del condominio.
Bromea el omega; Katsuki se da el tiempo de notar que está solo con el bóxer, un par de chanclas rojas y el poleron que Shoto usó para cubrirlo.
Ah, por eso lo estaban mirando.
—¿Lo quiere?, se lo regalo.—Shoto le dice a una vecina que lo estaba mirando fijamente y ahora está sonrojada al notar que el bicolor notó su mirada.—Quiero desayunar y tú estás haciendo un espectáculo a lo Magic Mike XXL a la mitad de la calle, Kat.
El omega lo empuja al interior de la casa, y él bufa.
—¿Como puedes estar tan tranquilo?.
Katsuki suelta y Shoto lo mira.
—Aquí vamos otra vez.
—¿En serio no te importa?.—Dice Katsuki molesto.—¿Ibas a decirme alguna vez?.
—Katsuki, lo intenté y no se pudo, ¿Que más quieres de mi?.
—Te pregunté si ibas a decírmelo o iba a tener que adivinarlo de todos modos.—Dice inmediatamente enojado.—¿Cuando cambiaste tanto?, cada vez que te miro siento que-- ¿Donde está el Shoto que no podía mentir?.
