❛❛¿Qué pasa cuando el viejo profesor de historia decide que es tiempo de jubilarse?
Fácil: ¡le damos la bienvenida a un excelente, atento y excesivamente guapo profesor de intercambio!
No, ese no debería ser el orden de las cosas, por lo menos, no...
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Capítulo 25: ❛❛Ebrio❜❜.
Dos puntos.
1. Su corazón era un lío.
2. WooHyun definitivamente ya no iba a casarse.
Es increíble lo rápido que pueden avanzar las cosas en cuestión de segundos, Nam WooHyun era un claro ejemplo de ello.
—Hyung.
Un golpe, una puerta en llave y una expresión de desconcierto. WooHyun había contemplado completamente atónito y por primera vez en su vida a su gran amigo de infancia de esa manera. Kim Myung Soo parecía ser otra persona, su cuerpo y rostro en un alma completamente diferente.
—Soo, ¿qué demon-ios? —WooHyun tartamudeo, casi sin palabras.
Estaba mal, y "eso" ciertamente calificaba como algo muy loco.
Para contextualizar un poco, como cada tarde WooHyun dedicaba una hora específica a sus estudios, aprendizajes y nuevos conocimientos —propio del futuro CEO de una gran compañía— pues al ser el principal sucesor, siempre supo su lugar y lo mucho que importaba para la empresa. WooHyun había crecido escuchando cosas como esas cada día de su vida, por lo tanto también comprendía lo importante que era aquello para su padre: el tomar su lugar.
«—Tu padre ha dedicado la vida entera al manejo de la empresa, es un tema que ha adquirido demasiado valor con el tiempo. Después de todo, es lo que ha sustentado a nuestra familia, y se ha mantenido a flote».
Algo bueno es que siempre se interesó por el ámbito empresarial, los temas de la empresa eran algo que lo abordaban. WooHyun siempre lo tuvo claro. Sin embargo, ser joven e inmaduro trae sus propias consecuencias; Kim Myung Soo era una de ellas.
WooHyun y Myung Soo recordaban haber sido amigos incluso mucho de siquiera poder hablar, consecuencia de sus propias madres, las cuales habían sido buenas amigas desde muy jóvenes. Los niños se llevaron bien desde el primer momento, y al ser WooHyun unos cuantos meses mayor, se atrevió a nombrarse su fiel protector.
Ambos se adoraban.
Y trataban en el mayor tiempo posible de estar juntos.
En cada acción, en cada juego, en cada situación, cada uno debía estar involucrado sin dejar de lado al otro. Algo un poco tóxico, pero que ellos mismos comprendían.
Por eso, cuando WooHyun apareció de la nada, contando las locas ideas de sus padres sobre un matrimonio arreglado, el mundo entero de Myung Soo se desmoronó.
Colapso en un parpadeo.
—WooHyun, ¿qué estás tratando de decir? ¿Acaso planeas casarte?
Myung Soo se veía en un punto demasiado vulnerable, a punto de quebrarse ahí mismo. Su corazón había emitido un fuerte sonido de alerta.
—Myunggie, sabes que nunca he desobedecido en nada a mis padres.
