❛❛¿Qué pasa cuando el viejo profesor de historia decide que es tiempo de jubilarse?
Fácil: ¡le damos la bienvenida a un excelente, atento y excesivamente guapo profesor de intercambio!
No, ese no debería ser el orden de las cosas, por lo menos, no...
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Capítulo 6: ❛❛En duelo❜❜.
[ ¡Dejarse llevar! ]
''Somos una casualidad llena de intención''.
—Mario Benedetti.
Vulnerabilidad.
Las personas solemos ser vulnerables en medio de sucesos cruciales: críticos, dolorosos o de angustia. Es algo que está es nuestra naturaleza, y no por eso debemos considerarnos menos fuertes o poco valientes. JeongIn no recordaba la última vez que pudo ser vulnerable, era normal en medio de su crianza pasar por ciertos eventos preocupantes; un niño de por sí, ya se consideraba lo suficientemente débil e ingenuo.
Pero la vida de un pequeño, en especial la vida de JeongIn, nunca fue similar, o estaba cerca de parecerse a la de cualquier otro infante. Desde siempre su madre ChaeYoung se había caracterizado por ser una mujer demasiado estricta, centrada y dedicada exclusivamente en su trabajo; dura y exigente. Siendo que, para ella, lo más importante de todo sería conservar y ejemplificar su mando en la familia.
Los Yang siempre deberían mantener su prestigio.
Y eso nada podía cambiarlo, ni siquiera su obligación de madre.
Aún así, no todo tenía porqué ser tan malo. JeongIn había crecido en medio de muchas atenciones y cuidados, sin embargo, no de cariño, por lo menos, no de un cariño materno. Su padre, aunque lo adoraba, pasaba mucho tiempo en el trabajo. Y sus abuelos, los cuales del mismo modo lo estimaban bastante, vivían lo suficientemente lejos como para no poder visitarlo con frecuencia.
¿Entonces qué?
Un bebé no necesita solamente comer bien para crecer saludable, y JeongIn había encontrado en su Noona, una segunda madre; aquella que los duros estereotipos y dureza de la sociedad le habían arrebatado. RyuJin por supuesto le brindó todo el amor que necesitaba, y para cuando JeongIn había cumplido sus siete años de edad, ya se elogiaba a sí mismo como un hombre maduro.
Sin contar las falsedades de su familia.
Era costumbre que durante algunas fechas especiales como Navidad o Día de Gracias, el acordar reunirse junto a otros de sus parientes, claro, siempre y cuando la fecha y el tiempo se prestará. Para mucha o poca mala suerte del menor, el mismo año que cumplió sus siete años, los Yang y Park habían acabado por programarlo. Y aunque la estadía siempre duraba poco tiempo, JeongIn no podía soportarlo, no mientras le continuarán obligando a seguir conviviendo con su tonto primo; su único y engreído primo.
Kim SeungMin era la viva imagen de su madre, Yang JiSoo, pero en realidad muy diferente a ella. Me explico: en toda la familia, JeongIn solo tenía dos tíos paternos, su tía Yang JiSoo, que poseía casi la misma edad de su padre, y su tío Jeong Woo, quién era el menor de todos. Jeong Woo no tenía hijos, aunque su tía JiSoo sí, y ese vendría siendo el maravilloso SeungMin, énfasis en maravilloso.
