❛❛¿Qué pasa cuando el viejo profesor de historia decide que es tiempo de jubilarse?
Fácil: ¡le damos la bienvenida a un excelente, atento y excesivamente guapo profesor de intercambio!
No, ese no debería ser el orden de las cosas, por lo menos, no...
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Capítulo 16: ❛❛Enlaces❜❜.
"La memoria es selectiva y tiende a borrar las partes duras, va armando un recuerdo basado sólo en lo más dulce... Pero hay que tratar de ser honesto".
—José Saramago.
SeungMin no estaba plenamente seguro de las circunstancias o la razón de la innegable colisión entre él y su primo. Recordaba entre lapsos borrosos las cosas buenas como malas; los primeros años de su vida, en definitiva, habían sido de los mejores. Quizás esa era una de las cosas en las que él y JeongIn más se diferenciaban; mientras que para SeungMin las cosas pintaban color de rosas, para JeongIn los pétalos se marchitaban.
Había crecido en medio de mucho amor, comprensión y mimos por parte de unos padres maravillosos, representando el hecho de lo irremediablemente travieso que se caracterizó por ser desde un principio.
—Cariño, ¿has visto mi corbata? Recuerdo haberla dejado aquí hace un minuto —el padre de SeungMin, pese a su evidente aspecto varonil, poseía una personalidad afable y respetuosa, siendo aún más evidente cuando de sus seres queridos se trataba; el hombre se distinguía por ser bastante sobreprotector, responsable y carismático.
SeungMin conocía demasiado bien la historia de cómo llegó a conocer a su progenitora, puesto que el adulto nunca perdía tiempo en alardear sobre ello. El incidente se había dado una mañana en la cual el padre de HyunJae, su abuelo, requirió presurosamente de la presencia de su hijo en las instalaciones de su empresa. En ese entonces, la familia Kim y Yang ya sostenían una relación bastante estrecha. No obstante, debido a haber pasado gran parte de su adolescencia en el extranjero, HyunJae no estaba muy familiarizado con ello; no estaba al tanto de los negocios, o los distinguidos socios de la compañía.
Tampoco estaba al tanto de las otras personas que esa mañana se reunirían. En su mente, lo único que estaba claro, era lo mucho que le había fascinado ver el debate de la menor de la familia Yang; la chica había conseguido captar su atención desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron.
Para HyunJae, aquello no fue más que amor a primera vista —gracias a siempre haber sido un romántico empedernido—. Y entonces supo que no la dejaría ir por nada. Rápidamente logró hacerse su amigo, y tras pasar por diversos sucesos de atracción y desenfrene entre ambos, iniciaron con un noviazgo de dos años y medio, antes de decidir casarse.
SeungMin había nacido de un amor puro, contradictoriamente de los motivos en los cuales tuvo que nacer su primo JeongIn; las líneas jerárquicas que existían entre los dos, eran demasiadas. Y la manera en la que Yang MinGyu y Yang JiSoo, veían la vida, no estaba lejos de acoplarse a esto.
—Lo siento, cielo. Estaba ocupada, así que no note cuando la sacaste.
SeungMin describía a su madre como una mujer de lo más comprensiva, atenta, cariñosa y excéntrica. La mujer siempre frecuentaba a dejar en claro su inteligencia y rapidez en percibir las cosas, por eso mismo le sorprendía nunca haber recibido represalias por la forma en que irritaba a su único primo.
