नशीब

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Una tarde soleada, mientras Hana y Amaya estaban ocupadas preparando la merienda en la cocina, un visitante llegó a la casa.

Al entrar en la casa, Kamo dirigió una mirada crítica hacia su mujer, cuyo rostro se ensombreció al verlo. Sin mediar palabra, el hombre se acercó a ella con pasos pesados, su expresión llena de desdén y desprecio.

-¿Dónde está Noritoshi?-exigió el hombre, su voz llena de autoridad y dominio.

Hana tragó saliva nerviosamente, consciente que representaba la presencia de su esposo.

Sin una palabra más, el hombre se dirigió hacia el jardín con determinación, su presencia imponente llenando el espacio con una sensación de opresión y amenaza.

En el jardín, Noritoshi se sobresaltó al ver a su padre acercarse, su rostro lleno de sorpresa y tensión mientras anticipaba el encuentro tenso que se avecinaba. Sin embargo, antes de que pudiera decir una palabra, su padre lo interrumpió con un gesto despectivo.

Con un gesto de desprecio, Kamo agarró a Noritoshi por el brazo con brusquedad, haciéndole daño mientras lo arrastraba hacia sí. El niño soltó un gemido de dolor, sus ojos llenos de lágrimas mientras miraba a su padre con miedo y confusión.

-¿Qué crees que estás haciendo, Hana? -tronó Kamo, su voz llena de furia mientras dirigía una mirada acusadora hacia la madre de Noritoshi.

Hana le corto el paso pero antes que puediera hacer algo Amaya intervino, su rostro lleno de determinación mientras se interponía entre Kamo y el niño.

-Kamo usted me dio la orden de protegerlos, ¿que crees que haces?-exigió Amaya, extendiendo las alas en un gesto amenazador mientras enfrentaba al padre de Kamo con valentía y determinación.

Kamo frunció el ceño ante la audacia de Amaya, su expresión endureciéndose mientras la miraba con desprecio y desdén.

-Tú, maldición, no tienes derecho a hablar, no tengo tiempo para esto-gruñó con su voz pesada.

Sin embargo, Amaya no se dejó intimidar por las palabras de Kamo, su determinación inquebrantable mientras protegía al pequeño Noritoshi con todas sus fuerzas. Con un suspiro de resignación, Kamo soltó al niño con brusquedad, su expresión llena de desprecio y disgusto mientras se volvía hacia la salida.

-Esto no ha terminado, Hana. Volveré en una semana, asi que prepara una maleta, volvera conmigo al Clan-amenazó Kamo, su voz llena de promesas ominosas antes de irse.

Hana corrió hacia Noritoshi, su corazón lleno de alivio al verlo a salvo una vez más. Con lágrimas en los ojos, abrazó a su hijo con fuerza, agradecida por la valentía y la determinación de Amaya para protegerlos.

-Gracias, Amaya. Gracias por protegerlo-susurró Hana con gratitud, su voz llena de emoción mientras miraba a la maldición con admiración y aprecio.

Amaya asintió con humildad, su corazón lleno de gratitud y alivio al ver a su familia a salvo una vez más.

...

Los días pasaron con una tensa calma en la casa, mientras Hana se preparaba para el inevitable regreso de Kamo y la amenaza que representaba para su familia. Con Noritoshi también teniendo que hacer una maleta, guardo sus juguetes favorito, y su tesoro más preciado el libro que la maldición le había escrito.

En la tarde soleada en que Kamo regresó, Hana lo recibió con calma y serenidad, aunque su corazón latía con fuerza dentro de su pecho. Kamo entró en la casa con su habitual aire de autoridad y dominio, su presencia llenando el espacio con una sensación de opresión y amenaza.

-Es hora de irnos, Hana. Has estado aquí demasiado tiempo-dijo Kamo con frialdad, su voz llena de autoridad mientras dirigía una mirada despectiva hacia su esposa.

Hana tragó saliva nerviosamente, consciente de que no tenía más opción que seguir las órdenes de Kamo. Con un suspiro resignado, tomó la maleta y se dirigió hacia la puerta, lista para partir hacia un destino incierto.

-Vamos Noritoshi-gritó la madre a su hijo

Noritoshi, con su pequeña maleta en la mano y su libro preciado guardado entre sus pertenencias, siguió a su madre hacia la puerta con una mezcla de nerviosismo y determinación. Sus ojos oscuros reflejaban la incertidumbre y el miedo ante lo desconocido, pero también la valentía y la fuerza de voluntad que lo impulsaban a seguir adelante.

-¿Vamos a ir a algún lugar nuevo, mamá? -preguntó Noritoshi con curiosidad, su voz llena de inocencia mientras miraba a su madre en busca de respuestas.

Hana le sonrió con tristeza, su corazón lleno de amor y preocupación por su hijo.

-Sí, querido. Vamos a ir a un lugar donde estaremos seguros y protegidos -respondió Hana con suavidad, tratando de infundirle valor a su hijo en medio de la adversidad.

Noritoshi asintió con seriedad, confiando en la palabra de su madre mientras se aferraba a su mano con fuerza. Aunque el futuro era incierto y lleno de peligros, sabía que mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Con determinación en sus corazones, madre e hijo salieron de la casa, dejando atrás el único hogar que habían conocido. Aunque el camino por delante sería difícil y lleno de obstáculos, estaban dispuestos a enfrentarlo juntos, como una familia unida por el amor y el vínculo inquebrantable que los unía.

Amaya seguía a Hana y Noritoshi con pasos lentos, sintiendo el peso de la incertidumbre y la preocupación por el futuro de la familia. A medida que se acercaban al vehículo que Kamo había traído, Amaya observó con curiosidad el objeto extraño, sin entender completamente su propósito. Para ella, aquel vehículo parecía más un animal extraño y metálico que un medio de transporte.

Al llegar al auto, Kamo se volvió hacia Amaya con una mirada dura y autoritaria.

-Tú vendrás conmigo-ordenó Kamo con frialdad, su voz llena de autoridad mientras dirigía una mirada penetrante hacia la maldición.

Amaya asintió en silencio, resignada a obedecer las órdenes de Kamo. Y subió a otro coche, con tal de proteger a Noritoshi y a su familia. Con paso firme, subió al vehículo junto a ellos, preparada para enfrentar lo que fuera necesario para mantenerlos a salvo.

Mientras el auto se alejaba de la casa, Amaya miró por la ventana con una sensación de pesar y determinación. Sabía que el camino por delante sería difícil y peligroso, pero estaba decidida a hacer todo lo que estuviera en su poder para proteger a niño y a su familia.

Luck | R.Sukuna |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora