-¿Entonces qué quieres de mí, Gojo?-preguntó Sukuna con ambos brazos en sus bolsillos, mirando fijamente al hechicero con curiosidad y determinación.
Gojo, con una expresión reflexiva, contempló a Sukuna por un momento antes de responder.
-Lo que quiero es que entrenes a nuevos alumnos para que puedan detener maldiciones como tú-habló con una sonrisa relajada
Sukuna asintió lentamente, procesando la solicitud de Gojo mientras evaluaba sus propias habilidades y la posibilidad de transmitirlas a otros.
-Entiendo. Estaré dispuesto a hacerlo, pero bajo mis condiciones-respondió con firmeza, dejando en claro que no estaría dispuesto a comprometerse completamente sin garantías adecuadas.
Sukuna observó a los estudiantes de Gojo reunidos en el campo de entrenamiento, cada uno con su propio potencial y determinación. Un suspiro escapó de sus labios mientras contemplaba el camino que tenían por delante.
Para él, era un recordatorio de su propia historia, de los desafíos que había enfrentado y superado para llegar hasta donde estaba. Aunque estaba acostumbrado a luchar solo, ahora se encontraba en una posición inusual, como mentor de aquellos que buscaban seguir sus pasos.
Gojo se adelantó y presentó a los estudiantes a Sukuna con entusiasmo.
-¡Sukuna, permíteme presentarte a tres de mis estudiantes más prometedores!-exclamó, con una sonrisa radiante.
-Este es Yuji Itadori, un chico con un corazón valiente y una determinación inquebrantable.-indicó, señalando a un joven con una mirada decidida y una actitud segura.
-Aquí tenemos a Nobara Kugisaki, una chica con un espíritu indomable y una habilidad para la lucha sin igual-continuó, señalando a una joven con una expresión desafiante y una postura segura.
-Y por último, pero no menos importante, está Megumi Fushiguro, un estudiante con un talento excepcional para la magia maldita y una mente estratégica-finalizó, señalando a un joven con una mirada seria y concentrada.
Sukuna observó a los estudiantes con mala gana.
-Pero son unos mocosos-habló cruzando sus brazos
Los estudiantes se sintieron incómodos ante la desaprobación evidente de Sukuna, pero Gojo mantuvo su sonrisa despreocupada.
-Sukuna, ya sabes que todos tienen que empezar en algún momento. Estos "mocosos", como dices, tienen un potencial increíble. Solo necesitan la guía adecuada para desatar todo su poder-respondió Gojo con tranquilidad, intentando calmar la tensión en el aire.
Sukuna gruñó en respuesta, pero asintió con resignación, dispuesto a aceptar el desafío de entrenar a los jóvenes estudiantes, aunque no estuviera completamente convencido.
...
Mientras tanto ambos se retiraron de la presencia de Kamo, sumidos en un incómodo silencio mientras procesaban lo sucedido.
La verdad esperaba algo peor como la muerte en sí. Pero en vez de eso parece que Gojo movió unos hilos con Kamo, haciendo su castigo más leve.
A medida que caminaban por los pasillos de la residencia Kamo, Noritoshi se detuvo y la miró con preocupación.
-Amaya, lo siento mucho por lo que has tenido que pasar. Mi padre puede ser... difícil de tratar-dijo con sinceridad, su voz llena de compasión.
Amaya asintió con tristeza, agradeciendo el gesto de su amigo.
-Gracias, Noritoshi. No es tu culpa, sé que estás haciendo todo lo que puedes para ayudarme-respondió con gratitud, sintiéndose reconfortada por su amistad en medio de la adversidad.
-Cómo se te ocurre liberar a Sukuna, sabes que es el peor de las maldiciones, ¿no?-preguntó con curiosidad, sabiendo que la nueva alianza planteaba desafíos.
Amaya reflexionó por un momento antes de responder, su expresión reflejando una mezcla de determinación y optimismo.
-Comprendo los riesgos que implica liberar a Sukuna. Tal vez, con la orientación adecuada, Sukuna pueda encontrar un camino mejor. Dudo que cambie pero los cambios son parte inevitables.-afirmó, su voz firme y decidida.
Noritoshi asintió, aunque seguía preocupado por los peligros que podrían surgir.
-Entiendo tu perspectiva, Amaya. Siempre has sido una persona muy.......compasiva y optimista. Pero no subestimes la naturaleza peligrosa de Sukuna.-respondió con seriedad, decidido a proteger a su amiga en medio de la incertidumbre.
-Tu quédate tranquilo, somos amigos y se que el no me hará daño-habló ella
Noritoshi, buscando cambiar el tono de la conversación hacia algo más ligero, decidió mencionar un tema más personal.
-Oye, Amaya, cambiando de tema... Dentro de poco será mi cumpleaños y, bueno, mi padre ha invitado a toda la familia y algunos mejor dicho todos los hechiceros. La verdad es que me da un poco de vergüenza, pero supongo que es inevitable-comentó, con una sonrisa nerviosa.
Amaya asintió con comprensión, reconociendo la incomodidad que podía generar una celebración tan grande y formal.
-Entiendo cómo te sientes. Las grandes reuniones pueden ser abrumadoras, pero estoy segura de que será un evento memorable-respondió con amabilidad, tratando de reconfortar a su amigo.
Noritoshi asintió, agradecido por el apoyo de Amaya.
-Gracias, Amaya. Es reconfortante saber que puedo contar contigo-expresó, su voz llena de gratitud y afecto.
-Y si no es molestia.....¿podrías hacer galletas de chocolate para esa fecha?-continuó Noritoshi
Amaya sonrió ante la solicitud de Noritoshi, sintiéndose halagada por su petición.
-¡Claro, Noritoshi! Será un placer hacerlas para tu cumpleaños. Me aseguraré de que sean las mejores que hayas probado nunca-respondió con entusiasmo, emocionada por contribuir a la celebración de su amigo de esa manera.
Él asintió con una sonrisa agradecida.
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Luck | R.Sukuna |
FanfictionUna recién nacida maldicion se encuentra en un mundo de cambios para ella. Se encuentra con un tal Rey acaso la ayudara o empeorará las cosas