ໂຊກ

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Más adelante, se encontraba junto a su padre, quien lo esperaba con una expresión seria pero orgullosa en su rostro.

–Noritoshi, has progresado mucho desde que llegaste al Clan. Estoy impresionado por tu dedicación y determinación en tu entrenamiento–declaró su padre con voz firme.

Noritoshi asintió con gratitud, sintiéndose abrumado por las palabras de elogio de su padre.

–Gracias, padre. He estado trabajando duro para cumplir con las expectativas del Clan y honrar nuestra tradición–respondió Noritoshi con humildad, su voz llena de determinación mientras expresaba su compromiso con su entrenamiento y su futuro como líder del Clan.

Su padre sonrió con satisfacción, sabiendo que su hijo estaba listo para asumir las responsabilidades que le esperaban.

–Hijo, has demostrado ser digno de llevar el legado de nuestra familia. Es hora de que comiences tu entrenamiento avanzado como hechicero y te prepares para asumir tu papel como futuro líder del Clan–anunció su padre con solemnidad, su voz llena de autoridad mientras le otorgaba a Noritoshi la responsabilidad y el honor que tanto anhelaba.

Noritoshi asintió con determinación, sabiendo que este era solo el comienzo de su viaje hacia el liderazgo y el poder.

Después de la emocionante conversación con su padre, Noritoshi se sintió lleno de energía y determinación. Sabía que había alcanzado un nuevo nivel en su entrenamiento y que estaba un paso más cerca de convertirse en el líder que su Clan necesitaba.

Para celebrar este hito en su vida, el Clan, mejor dicho su padre decidió organizar una gran fiesta con los otros clanes de la región, así como con sus amigos más cercanos y compañeros de entrenamiento.

Al principio Noritoshi estaba desesperado.

–No puedo creer que mi padre haga esto, es una vergüenza–habló mientras miraba la lista de invitados

Él se encontraba en su habitación, con la lista de invitados en la mano y una expresión preocupada en el rostro. La maldición, siempre atenta a sus emociones, se acercó a él con curiosidad.

–¿Qué sucede, Noritoshi? Pareces preocupado–preguntó Amaya con suavidad, colocando una mano reconfortante sobre su hombro. El joven suspiró, miró con expresión de desánimo.

–Es esta fiesta.....no estoy seguro de estar listo para enfrentar a tantas personas. Me siento abrumado por la idea de ser el centro de atención–confesó Noritoshi, su voz llena de ansiedad y dudas.

Amaya asintió con comprensión, sintiendo empatía por los sentimientos de su amigo.

–Entiendo cómo te sientes, Noritoshi. Pero recuerda que no estás solo. Tienes a tu familia, amigos.–respondió ella con suavidad, transmitiendo palabras de aliento y confianza.

Noritoshi asintió lentamente, sintiendo un poco de consuelo en las palabras reconfortantes de Amaya.

–Gracias, Amaya. Significa mucho para mí tener tu apoyo–agradeció con su voz llena de gratitud mientras miraba a su amiga con sinceridad.

Ella sonrió con ternura, colocando una mano en la suya con un gesto reconfortante.

...

La fiesta estaba en pleno apogeo, con risas y conversaciones animadas llenando el aire. Los miembros del Clan Kamo, así como los invitados de otros clanes, disfrutaban de la compañía mutua mientras compartían historias y experiencias.

Noritoshi se movía entre los invitados, saludando a amigos y familiares con una sonrisa en el rostro. Sus compañeros estaban entre los presentes, cada uno aportando su propia energía única a la celebración.

Amaya, por otro lado, prefería mantenerse en un rincón apartado de la fiesta, observando en silencio desde lejos. Aunque disfrutaba de la compañía de los demás, a menudo se sentía más cómoda en la tranquilidad de su propio espacio.

Noritoshi notó la ausencia de Amaya entre los invitados y se acercó a ella con curiosidad.

–¿Estás bien, Amaya? ¿Por qué estás aquí afuera?–preguntó con preocupación.

Amaya sonrió suavemente, apreciando la preocupación de Noritoshi.

–Estoy bien, Noritoshi. Solo prefiero observar desde lejos. No soy muy aficionada a las grandes multitudes–respondió con calma, su voz suave y tranquila mientras miraba la fiesta desde su lugar apartado.

Noritoshi asintió con comprensión, respetando la necesidad de Amaya de tener su propio espacio.

–Entiendo, Amaya. Siempre eres bienvenida a unirte a nosotros, pero comprendo si prefieres quedarte aquí–respondió con amabilidad.

Amaya asintió con gratitud, agradeciendo el gesto amable.

–Gracias, Noritoshi. Disfruta de la fiesta. Estaré bien aquí–respondió con una sonrisa reconfortante, animando a su amigo a regresar a la celebración.

Con una sonrisa de despedida, el joven se alejó para volver a la fiesta, dejando a Amaya en su tranquilo rincón apartado. Aunque estaba sola, encontraba consuelo en la paz y la tranquilidad que encontraba en aquel lugar. Y mientras observaba a sus amigos y seres queridos disfrutar de la fiesta, sabía que estaba exactamente donde quería estar.

Amaya se encontraba en el jardín, disfrutando de la serenidad y la tranquilidad del lugar. Mientras observaba las estrellas brillantes en el cielo nocturno, una sensación de paz y calma llenaba su corazón.

De repente, una suave brisa agitó las hojas de los árboles, llevando consigo el murmullo distante de la fiesta que aún continuaba en el interior del Clan. Amaya cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por la melodía suave y relajante de la noche.

La suave brisa nocturna acariciaba el rostro de Amaya mientras cerraba los ojos, sumergiéndose en la tranquilidad del momento. Pero su paz se vio abruptamente interrumpida por una voz distante que llevaba consigo un mensaje perturbador. Las palabras que escuchó la llenaron de alegria y esperanza.

El sello que mantenía a Ryomen Sukuna bajo control estaba debilitándose rápidamente, y la posibilidad de su liberación inminente amenazaba con su libertad.

Amaya abrió los ojos de par en par, su corazón latiendo con fuerza mientras absorbía la verdad de lo que acababa de escuchar. Si Ryomen Sukuna lograba escapar de su prisión, significaría que ella también podría ser libre ¿no?.

Luck | R.Sukuna |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora