ㅤ intelligenceㅤ★ㅤalice in borderland !

𝟬𝟯 | THREE, round eleven

SECOND ACT, THREE : ronda once

    —Oigan, ¿quieren unirse a nuestro equipo? Está bien si no quieren.

    —Nos uniremos —acepté de inmediato la propuesta de la chica de vestido azul, con una pequeña sonrisa—. No veo ningún problema.

    Ahora éramos un grupo grande, y sé que en esta primera ronda nadie morirá.

    Nos pusimos en un gran círculo, y entre todos empezamos a decirnos nuestro palo. Nadie mentía, y era lo bueno de ser un grupo grande. Pero poco a poco esto cambiaría, estoy segura.

    Vi de reojo como el bravucón se llevaba a la fuerza a un debilucho chico. Esto saldría mal. Veía a mi alrededor, y podía deducir a las primeras personas que morirían en las siguientes rondas. La pareja a unos metros de nosotros también se decía su palo, y los chicos peculiares también lo hacían. Esta ronda era la decisiva para saber en quién se podía confiar. Las demás rondas, serían las decisivas para saber en quién no se puede confiar.

    Para mí, no será un juego difícil. Incluso el Diez de Corazones era más tenso.

    Y concluyendo la ronda tranquila, llegó el momento de entrar a la celda.

Es hora de adivinar.

Por favor, entren a una celda. Una persona por celda, por favor.

    Miré a Chishiya de reojo mientras él abría su celda. Yo me posicioné frente a la celda que quedaba a su lado, para después dedicarle una sonrisa de lado.

    —Nos vemos en cinco minutos —le dije, para después entrar a mi celda. Acaricié suavemente las tiras de mi mochila escuchando como la puerta de la celda se cerraba fuertemente detrás de mí, y miré a mi alrededor con curiosidad—. Esto no se ve para nada cómodo.

Por favor, digan cuál es su palo.

    —Corazón —respondo, mirando hacia el techo y tambaleándome sobre mis propios pies.

    Espero unos cuantos segundos, y luego escucho el sonido de la puerta de mi celda siendo desbloqueada. Había pasado la primera ronda. Y estoy segura que todos los demás también lo habían hecho.

    Salí de la celda; a mi derecha Chishiya había salido, y a mi izquierda Ippei también.

    Ippei nos sonrió, y yo le devolví la sonrisa mientras palmeaba su hombro amistosamente. Seguí a Chishiya mientras seguíamos con nuestro pequeño plan, dirigiéndonos hacia el centro de la zona.

Que empiece la ronda dos.

    —Me pregunto cuánto durará esto.