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𝟬𝟬 | ZERO, my act two

SECOND ACT, ZERO : mi acto dos

  —¿Serías capaz de sacrificar tu vida por la de alguien más?

    Mi pregunta es genuina y sale tan suave que es capaz de que se la lleve el viento. Kuina, Arisu y Usagi están durmiendo, en una tienda de acampar más alejados de nosotros. En los últimos días no había pasado mucho. Fuimos a la estación de tres y descubrimos que Mira es una de los Reyes del juego, y que, además, habrá una segunda etapa de ellos.

    Después de eso, decidimos quedarnos todos juntos. Afrontar los juegos que seguirían en compañía sería lo mejor. Sin contar los juegos de corazones. Esperaríamos los futuros juegos y lograríamos completarlos todos, para después volver al mundo original.

    —No —respondió Chishiya, sin pensárselo mucho.

    —¿Y alguna vez has pensado en hacerlo?

    Esta vez, se queda callado por un par de segundos, pensando en su respuesta.

    —... No —vuelve a decir, fijando su vista hacia el cielo estrellado—. ¿Por qué me preguntas eso?

    —Curiosidad. —Me encojo de hombros, aunque es verdad. Había deducido su respuesta incluso antes de que contestara mi pregunta. Me había llegado a la mente de la nada, mirando hacia la belleza de la luna.

    —¿Y tú?

    —Pues... —Lo pienso un poco, pero después hago una mueca—. Tengo mejores cosas que hacer en el mundo original.

    Chishiya suelta una risa nasal, sin mirarme. Las cosas no han estado tensas desde el Diez de Corazones, aunque ninguno de los dos había mencionado algo respecto a la confesión que sucedió aquella noche. En estos momentos, en lo menos que debemos pensar es en relaciones amorosas o los sentimientos de otro. Chishiya lo sabe y yo también. Por eso nadie menciona nada, ni quiere hacerlo.

    Al menos por ahora, supongo.

    Si hubiese conocido a Chishiya en el mundo original, siento que todo sería diferente. No nos hubiésemos conocido en la situación en la que lo hicimos. No hubiese conocido aquella parte de él que haría lo que fuese sólo para asegurar su supervivencia. Yo no lo hubiese traicionado cuando él planeaba hacerlo conmigo, no hubiese sucedido lo de Niragi, y tal vez, sólo tal vez, hubiese podido corresponder sus sentimientos, en dado caso que él los hubiese tenido al conocer a la yo del mundo original.

    El ser humano es de fácil adaptación a cualquier situación. He cambiado mi forma de pensar y actuar gracias a este extraño mundo en el que aparecí en un simple parpadeo. Por lo que, no sabría decir si Chishiya se enamoró de la yo original o la yo de este mundo, ya que a mi parecer, son personas diferentes.

    "Pero, al final de todo, siempre seguirás siendo tú" es algo que creo que Chishiya me diría, si le llego a preguntar mi duda.

    Y, respondiendo a la pregunta que él me devolvió, honestamente no me sacrificaría por alguien de este mundo. En el mundo original, puede ser. Si Susu hubiese entrado conmigo a este mundo, sin pensarlo dos veces me sacrificaría por ella. No lo dudaría. Pero en este mundo, no he conectado con nadie hasta el punto de sacrificarme por esa persona. Ni siquiera Chishiya.

    Me abrazo a la fría brisa de la noche y le sonrío a Chishiya cuando él lo hace conmigo. La situación ha cambiado. Dio un giro, como un caleidoscopio. Ya no estamos en La Playa, ya no hay más Niragi, ni más militares que nos molesten. Ya no sentimos la necesidad de escapar de algo o de alguien, y aunque la primera razón por la que nos volvimos compañeros fue para escapar de La Playa, ya que logramos irnos de ahí, no nos separamos. Él siente algo por mí, pero yo no estoy segura de lo que siento hacia él. ¿Si quiera he logrado encariñarme con él? ¿Le tengo confianza, al menos? No estoy segura. Las personas como él me confunden.

    Pero su presencia ya no me desagrada. Su presencia me tranquiliza.

    —¿Cómo crees que serán los nuevos juegos? —me cuestiona después de un largo tiempo, en el que nos sentimos cómodos con nuestra propia presencia. La nueva etapa se presentará mañana al mediodía y él parece emocionado.

    —No lo sé. Serán figuras —asumo de inmediato, sin mirarlo. No puedo apartar la mirada del cielo nocturno, y lo mucho que no había podido notarlo en el mundo original—. Me llama la atención la Reina de Corazones.

    —Esa será Mira.

    —Sí, lo sé. Por eso me interesa. Espero poder jugarlo. —Una sonrisa aparece en mi rostro con el simple hecho de jugar contra la mujer que había probado mi desempeño en el Nueve de Corazones, y me había felicitado por mi esfuerzo.

    —Yo creo que jugaré el Rey de Diamantes —dice él por su parte. Asiento lentamente con la cabeza.

    —Claro. Obviamente lo superarás en poco tiempo.

    —Igual que tú con la Reina de Corazones.

    Río un poco. Estos pocos momentos los he empezado a apreciar. La luz de la luna y el viento nocturno, viendo el paisaje, acompañado de alguien. Bueno, no quiero admitir que ese "alguien" es Chishiya, y que me ha estado gustando un poquito de más estar con él. No lo sé.

    —¿Estás preparada para la siguiente etapa? —vuelve a hacerme otra pregunta, esta vez girando su cabeza para verme.

    Miro a la luna unos últimos segundos, para después devolverle la mirada.

    —Claro.

    Y aquí comenzaba mi acto dos.