Si bien, Romeo recordaba que en el pasado, había vivido con su hermano en una pequeña cabaña cerca de la ciudad real de Ágata, entonces rogaba a Dios o a quien le escuchara, que esa casita siguiera ahí. Por suerte, la pequeña cabaña estaba aún intacta, aunque un poco descuidada, pero era el lugar perfecto para contarle la verdad a Wendy, aunque fuera obligadamente.
Ambos llegaron a aquella cabaña color azul con crema y entraron; no quedaba a más de 30 minutos del castillo.
-No estoy segura aquí -comentó Wendy.
-Tú dijiste que querías respuestas, así que o te quedas aquí o no te dire nada -dijo Romeo.
Wendy tragó saliva y se sentó en un banquito color chocolate.
-Bien, ¿Qué quieres saber primero?.
-¿Quién eres tú? -preguntó Wendy.
Romeo suspiró.
-¿La verdad?.
-Solamente la verdad -contestó ella.
-Soy Romeo Dragneel -respiró hondo- soy el dios del fuego azul.
Tras escuchar eso, Wendy se hecho a reír, incrédula.
-¿Te estás burlando de mí? -dijo Romeo, desafiante.
-No, no -respondió Wendy entre risas- es que me pareció muy extraño y gracioso. Todos sabemos que eso de los dioses es solo un cuento.
-¿Un... cuento?.
Wendy asintió.
-A ver si esto te parece un cuento -exclamó Romeo.
El chico se acercó a ella y la miró a los ojos por un segundo, luego guió su mirada hacia una de sus manos y de ella, una esfera de fuego azul salió. Wendy le miró estupefacta. Entonces Romeo pronunció unas palabras en, lo que aparentemente era un idioma antiguo, y todo su brazo se cubrió con ese mismo fuego.
-Es... imposible -dijo Wendy.
-Si quieres puedes tocarlo.
Wendy acercó su mano izquierda hacia él, y justo cuando tocó el fuego, lanzó un ahogado grito de dolor; se había quemado en dedo medio de la mano izquierda, claro, era una quemadura leve.
-Realmente lo tocaste, ¡Eres una idiota! -gritó Romeo.
-¡Debiste detenerme, tarado! -exclamó Wendy.
-Nunca me habrías creído si lo huera hecho -respondió Romeo, a la defensiva.
-Bueno -murmuró ella- ahora dime, ¿qué significa eso de "liberame"?, eso que dijiste hace una hora.
-Bueno, creo que ya no puedo ocultarlo -añadió él- dentro de ti estaba oculta mi alma, es decir, la fuente de mis poderes, sin eso yo sería un simple humano, y al verte a ti, su portadora, solo tuve que liberarla.
-¿Por qué tenía yo tu alma?.
-Supongo que ahí fue donde Makarov la puso, de todas formas, nuestras almas no pueden separarse de nosotros por siempre, es como si por sí solas vinieran a nosotros.
Wendy lo miró por un segundo, completamente extrañada.
-Mencionaste a mi padre, y dijiste "nosotros", ¿Qué tiene que ver mi papá en esto, y que hay de "ustedes"? -dijo, nerviosa.
-¡Demonios! -murmuró Romeo- bien, voy a decirtelo todo de una vez, pero no vayas a interrumpir.
Wendy asintió.
-Hace muchos años, los 6 dioses de la destrucción llegamos a este reino y tratamos de destruirlo, pero la fuerza de Makarov era demasiada, entonces de alguna manera logró capturarnos y encerrarnos en el calabozo de su castillo. Pero cuando nos recuperaramos volveríamos a romper cosas, es sentido común, así que Makarov utilizó esa magia extraña que posee y separó nuestras almas de nuestros cuerpos, quitandonos nuestros poderes. La única forma de recuperarlos era obtener nuestra alma y devorarla, pero para ello debíamos encontrarlas, lo cual no era muy difícil ya que ellas por si solas se atraen a nosotros, es por eso que pude saber fácilmente que tu tenias mi alma, por lo tanto supongo que ese viejo puso las almas dentro de ti y tus hermanas; ahora que lo pienso, tu debes ser la más joven, porqué la única vez que estuvimos en dentro del castillo, vimos los retratos de 5 chicas, niñas más bien, pero de ti no había ninguno.
-Eso porqué aún tengo 14 años -dijo ella- pero, ¿a que te refieres con mi padre y su extraña magia?.
-¿Ni siquiera sabes que clase de ser es tu padre? -preguntó Romeo- pero si tu provienes de un largo legado de una de las familias mágicas más poderosas del mundo.
-Hasta el día de hoy no sabia nada sobre eso -argumento Wendy.
-Pues ahora lo sabes.
-Eso significa que... ¿también poseo magia y todo eso?.
-Posiblemente, pero desconozco el por qué tu padre trató de ocultar todo esto -contestó Romeo.
Wendy no podía seguir escuchando todo esto, era demasiado para ella misma, así que rompió en llanto.
-¿Qué te pasa?, ¿te duele algo? -dijo Romeo, preocupado.
-¿Quienes son esos otros dioses?, ¡si estás aquí significa que los demás están libres e irán a por mis hermanas, debo advertirles! -Gritó Wendy entre sollozos mientras corría hacia la puerta.
La puerta se cerró de pronto tras una ráfaga de fuego.
-No puedes salir de aquí -dijo Romeo, increíblemente serio.
Wendy era comida por el terror que le produjo el tono de voz de Romeo en ese momento, fue a una esquina y se quedó ahí.
-Déjame salir, por favor -murmuró.
-Sabes demasiado, simplemente no puedo permitir que le heches el chisme a tus hermanas.
-¡¿Por qué?! -gritó ella.
-¡Por qué es la única manera en la que nos podremos vengar de ese maldito viejo! -gritó Romeo.
-¡Déjame salir, te lo ordena la princesa de Ágata!.
-Aquí no eres más que una chica gritona -dijo, calmado, mientras se dirigía a un sillón- yo no obedezco órdenes de una hija de Makarov.
Wendy intentó calmarse y se tiró al suelo en esa misma esquina; lloraba en silencio.
-Son las dos de la mañana, ¿dormirás en la esquina o en la cama?, tu decide.
Wendy no respondió.
-Bien, como quieras -respondió Romeo, fastidiado.Hace tan sólo unas horas, Levy y Gajeel se besaban a la luz de la luna. Para ella, era un momento increíble y para él, algo que no había experimentado en años.
-Gajeel -Murmuró ella al momento de separarse de él.
-Debo irme -contestó él, incorporándose.
-¿De qué hablas?.
-Yo, recordé que debo irme -dijo Gajeel con suma tristeza.
Levy ni siquiera puedo contestar, o al menos detenerlo; Gajeel se perdió en la oscuridad de la noche.-¿Qué demonios hacias, Redfox? -penso Gajeel.
Le encantaba escucharla, estar cerca de ella, incluso la volvería a besar si pudiera, pero le temía a algo, ¿qué tal si se enamoraba?. Si él llegará a enamorarse realmente de ella, a la larga terminaría haciendole daño, a demás, sumandole el hecho de que son enemigos, o si tan solo no fuera la hija de Makarov...
Aunque no quisiera, debía alejarse, por su bien... y el de Levy.A la mañana siguiente, una chica de cabello azul ,al igual que sus ojos, caminaba por el pasillo que conectaba al comedor. Vio pasar a una de sus hermanas.
-Buen día, Levy -dijo ella.
-Buen día, Juvia -contestó Levy, aparentemente triste.
-¿Sucede algo?.
-No, todo está bien -dijo Levy con una sonrisa de lo más fingida.
Juvia puso cara de incrédula y siguió su camino hacia el comedor.
-Hey, Juvia -dijo Levy desde lejos- ¿podrías ir a la habitación de Wendy?, creo que sigue durmiendo y a papá no le gusta cuando nos levantamos tarde.
-Sí, no te preocupes -sonrió Juvia.
Entonces se encaminó a la habitación de su hermanita, pero al entrar, notó que no estaba. Siguió buscando, pero seguía sin encontrarla. Salió de la habitación y corrió hacia el comedor.
-¡Wendy no está! -gritó hacía su familia en el comedor.
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Romeo no dejó ir a Wendy ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Gajeel y Levy se enamoran ♥
No se pierdan en próximo capítulo, habrá Gruvia
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Un ángel para cada demonio ©
FanficLo mejor de las almas gemelas es que pueden ser enemigas o amantes, pero siempre estarán juntas, aún si un enorme secreto trasciende sobre ellas. Todos tenemos un destino, así como para cada ángel se hizo un demonio. (Fairy tail fanfic)