Reglas para entender a una Park

Capítulo 8

Sana regresó el día siguiente al pub, decidió salir temprano del trabajo y sabía que entre semana solo estaban las mujeres guapas que atienden el bar y el pequeño gatito que prepara cafés ricos.

Se sentó en la barra y pidió un ice americano. 

—Hola Sana-Chan —Saludó la barista cuando recibió la orden del café

—Bonito día Chaeng— respondió regalándole una bonita sonrisa. Era casi como si tuviera un letrero neon en la frente con la pregunta ¿Dónde está Minaring? pero era evidente que no preguntaría

—¿Para tomar aquí o para llevar? 

—Para tomar aquí, por fis. Ahm... sabías que a Mina le gusta mucho la comida con ketchup.

No tenía nada que ver pero Chaeyoung sintió que le habían revelado un gran secreto. 

—¿En serio? pensé que no le gustaban los jitomates, la otra vez los apartó de su ensalada. 

—Misma pregunta me hago yo ¿Cómo puede gustarle tanto la ketchup si odia los jitomates? pero bueno así es ella y la amamos, verdad

Chae afirmó con la cabeza siendo consciente que la incluyó a la lista de la amamos.     

—¿Puedo probar algo con tu café? —Le preguntó curiosa y seria al mismo tiempo. 

Sana le entregó el vaso a la mitad, le puso limón, agua mineral con gas y un shot de café, estaba intrigada por el sabor, pero cuando lo probó desde el popote, Chae se rió y le dijo divertida

—Aunque te preparen las bebidas por capas, debes revolverlas, combinando los sabores es como vale la pena beberlos. 

Sana afirmó con la cabeza y mezcló un poco con el popote y luego bebió, sorprendida por el refrescante sabor. Agradecía que la pequeña barista fuera una linda compañía pero no quería pasar el tiempo, realmente quería saber algo que pudiera acercarla a la mujer que se había instalado en su mente.

Es caprichosa, pero Jihyo tiene algo que la a atrapado a lo grande. Y la pequeña frente a ella puede ayudarla, pero si juega mal las cartas todo podría venírsele abajo.

—Chaenggi... te gustaría saber más cosas de Mina?

—Sí, claro. —lo dijo como si nada, pero Sana vio el destello de fuego en sus ojos deseosos por saber más.

—Mina practicó ballet por casi 10 años

—Vaya ¿Es una bailarina profesional?

—Oh, nooo, lo dejó hace mucho. jejeje ahora se dedica a algo más

—¿Y qué hace? —La nena procuraba con todas sus fuerzas ser desinteresada, pero sus ojitos ansiosos y el vaivén de baile con sus piecitos la boicoteaban. 

—Mmm no sé si decirte. —se hizo la difícil y Chae había caído en la trampa— si te parece podemos intercambiar información, yo te digo algo de Mina y tú me dices algo de Jihyossi. 

—Pero no sé nada de Jihyo, sólo es una clienta más —bueno, Sana sabía que no iba a ser fácil

—No es como que me digas cosas que nadie más sabe, solo cositas simples que sepas de ella.— soltó un anzuelo suavemente.

—Mmm es Jihyo Onni es la jefa de mi hermano. 

—Mina es psicologa — respondió de inmediato

—Jihyo es empresaria — la barista necesitaba información al parecer

—Mina hace pilates 

—Jihyo lee un libro nuevo cada 15 días

—Mina tiene un gusto especial por los pingüinos

—Jihyo  es muy ordenada y le gusta hacer todo rápido y no le gusta tener pendientes.

—Mina va a pilates a dos cuadras de aquí

—Jihyo trabaja en centro en un edificio amarillo y se llama ZONE, con Z y en mayusculas.

—Mina va a pilates en short corto y top, lunes, miércoles y viernes a las 7 am. saliendo de aquí cruzando una calle hacia enfrente y luego en la esquina de la derecha, subes y en el primer piso en la puerta blanca, preguntas por las clases de Solar, ella es la maestra. Suerte tigre. 

Sana sonrió sacó el billete de cartera y se fue feliz. Estaba decidida a encontrar el trabajo de Jihyo. En la puerta se giró para agradecer a la barista antes de salir. Y la vio anotar algo, probablemente la información recibida

En el centro de la ciudad, en un edificio amarillo Jihyo revisaba unos papeles para dejar todo listo que no necesitara atender nada más en su precioso y preciada fin de semana. Ya se estaba saboreando ese delicioso pollo frito con cerveza cuando recordó su cita para almorzar.    

Se le hizo un hueco en el estómago de recordarlo. Pero no podía cancelar. Al fin y al cabo era necesario en la vida casarse, reproducirse y ser exitosa antes de morir. 

Revisó sus pendientes y palomeó los últimos dos, había acabado por hoy. Tomó su bolsa, se arreglo el cabello antes de salir. Bambam había sacado su carro y la esperaba estacionado frente al edificio.
Bajó del carro y su blanco cabello llamo la atención de Sana a lo lejos.

Fue fácil llegar a la Joyería ZONE gracias a google maps lo difícil fue identificar la izquierda de la derecha que se equivocó 3 veces y tuvo que regresar en esas 3 veces. La majestuosa mujer bajaba los escalones de su empresa como una diosa lo haría del Olimpo. El poco aire ondeaba su cabello y su ropa, era la mujer de sus sueños, sino estuviera cansada por caminar en tacones durante 12 minutos juraría que estaba soñando.

Bambam le dio el brazo y caminó junto a ella por los escalones, le abrió la puerta y cerró después, fue al frente y arrancó el auto. Jihyo iba mirando su celular y Bambam la calle. 

Esa caminata valió la pena. Ahora sabe dónde trabaja y la hora de salida. Era un golpe de suerte, tuvo que vender información de su amiga pero ella entenderá y seguramente se lo agradecerá.

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