Reglas para entender a una Park

Capítulo 9

La alarma sonó a las 9, en 4 horas vería a su cita y eso le daba más flojera que tener que lavar las cortinas de su sala, justamente hoy hacer algo le daba flojera, aunque ella siempre hacía lo que se debía hacer en el momento justo, pero vio las cortinas y le dio flojera lavarlas, lo mismo con la paquetería, los sábados programa las compras y cuando llegaron le dio flojera organizarlas. Miró las cortinas y las cajas, ignoró las cortinas y de mala gana y con bastante flojera acomodó la despensa. 

Tres horas y media después Jihyo salía con ropa cómoda pero que ponía de rodillas a quien la mirara. Kang Daniel era el prospecto. Atractivo, más guapo en persona que en la foto, atento, caballeroso, educado, virtuoso en muchas cosas y no deja pasar una buena oportunidad cuando se le presenta, empresario a temprana edad. Un gran chico.

La comida fue agradable, fue natural halar con él, coincidían en muchos temas de interés y opiniones en temas, al final se despidieron de mano y quedaron para un cena entre semana. Jihyo lidiaba con hombres arrogantes, nefastos, asquerosos y desagradables, Daniel era todo lo contrario.

Su mente estratega solo confirmó lo que su investigación previa dedujo. Daniel era una buena opción para casarse. Seguiría con un par de citas más hasta que se pueda empezar a planear la boda. si todo sale, bien, quizá en 2 años pueda entrenar bien a sus asistentes para convertirlos en sus manos derechas y darse el lujo de ausentarse unos meses y poder tener un bebé. 

 Entró a su casa y su día de descanso se vio interrumpido, debía ponerse cuanto antes en la planeación de entrenamiento para sus empleados.  Para las 8 de la noche, tenía un boceto de las tomas de decisiones que hacía diariamente, estaba cansada y necesitaba relajarse... estaba en un punto muerto, El domingo, durmió hasta las 12 de la tarde y se pudo dar un baño y relajarse viendo dramas con pollo frito y cerveza. 

Sana por otro lado hacía planes para poder entrar de un tajo a su empresa y pedirle salir con ella. mil de planes, todos ellos terminaba esposada con una orden de restricción y no poder acercarse a la mujer de su vida. 

Salió de su cuarto y fue al de Mina, estaba leyendo un libro, pero se sentía tan desdichada porque no lograba llegar a ningún lado que se acostó en la cama y esperó a que Mina hablara. 

 —Sana-chan, podemos distinguir la obsesión con el amor?  —preguntó reflexiva —Puede que el enamoramiento sea una especie de obsesión sin ser realmente amor, porque a veces por más que quieras, no puedes sacar a esa persona de tu mente.

 —O gatito — respondió seria viendo a donde iba su amiga y siendo empatiza porque ella estaba igual

 —o gatito que hace cafés ricos  — dijo ensoñada

 —Todo es difícil cuando se trata del amor, Mina-chan. Supongo que cuando amas a alguien puedes dejar de lado la obsesión y permanecer en un lado seguro donde no eres un peligro para la persona, gatito o quimera ni tampoco lo eres para ti. 

—Soy feliz pensándola, pero a veces mis pensamientos me llevan a querer tenerla amarrada en mi cama dándole besitos mientras ella es feliz

 —Supongo que debes amarte a ti primero y si reconoces esos sentimientos hacia alguien más entonces es una obsesión sana llamada amor. Pero si piensas en hacer algo que no te gustaría que te hicieran entonces ya es una obsesión fiesta y habríamos que ir a terapia o a prisión.

Una tarde de reflexiones en cuanto al amor, las obsesiones y los actos peligrosos distrajeron a las amigas. Para la noche las amigas habían hablado de las acciones sanas y enfermas que una puede llegar a hacer por amor e hicieron un pacto para nunca hacer locuras.

Momo llegó con pizza que comieron antes de irse a la cama. Las tres vivían en el mismo departamento, aunque Momo la pasaba más en la casa de Dahyun con su familia

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