Sana tenía una cita con un cliente, nunca se había apresurado tanto en hacerse entender, como en esa junta. Sus clientes salieron con dolor de cabeza y casi se veía humo salir de sus oídos como si se les hubiera frito el cerebro.
En todo caso tuvieron una clase intensiva de desarrollo organizacional con examen práctico, los clientes se abanicaban a cara con los papeles mientras escribían muchas anotaciones, cuando los venía distraerse, les preguntaba cómo se aplica eso en su sección o con su personal y se veían evidenciados, uno la salvo por una muy buena improvisación y cuando se sentó susurró -casi me sentía castigado viendo hacia la pared hasta terminar la junta-
Cuando terminaron e iban entregando el análisis de los puestos en su área, Sana les regalaba un chocolate a cada uno como recompensa, uno de los valiosos dulces que tenía reservados para Jihyo.
Llegó con 10 minutos de ventaja para localizar a su amiga en el trabajo, tenía dos opciones: o se hacía notar por tener el séquito de alumnas encima, llamando su atención o estaba escondiéndose de ese séquito y en ese caso sería más difícil encontrarla.
—Hola Sana onni ¿Buscas a Miss Momo?
Justo la voz de la persona con la que viene a hablar, pero esperaba tener al menos algo elaborado para abordarla.
—Holi, holi, Tzuyu-Chan. Sí y no. Realmente vengo a buscarte a ti.
Ese angelito de ojitos pispiretos y cachetes apachurrables, cuando se lo propone en realidad es un pequeño demonio, y fue en ese momento que vio la transformación que sintió el verdadero temor. Una preciosa princesita de 8 años con el hueco de 2 dientes que se le han caído recientemente y unos 4 que lleva la mitad, pasó a ser un capo de capo, Vito Corleone se quedó corto. Sana siendo un gigante a su lado, se sentía tan pequeña por esa conducta repentina.
—Ah. ya veo. Entonces ya llegaste a ese momento, Sana onni. Es más rápido de lo que creí, pensé que vendría primero Mina onni, pero no, llegaste tú primero. —su sonrisa macabra la hacía sentir cada vez más pequeña.
—Hey, Chewy. Sabes, ahm, no sé qué estás imaginando pero ...
—Dime, Sana —La llamó como igual ay nooo. ya no era nadie frente a esa niña ni para si misma— ¿Sabías que el ajolote es un animal maravilloso en peligro de extinción?
—¿El qué? Chewy-chan —Eh??? ajo qué? Esa no la vio venir.
—El ajolote, una salamandra que vive en México.
—Oh, no, ni idea, no sé de qué hablas. Pero que malo que esté en peligro de extinción. Pobrecito
—Sí —sus ojos se humedecieron genuinamente y el pesar se notaba en su mirada.
—Bueno, ojalá logren tener muchos hijitos y salgan del peligro de extinción. —No veía a dónde iba esa plática o porqué le hablaba de ello. Quería hablar de Jihyo y... bueno; los niños, aunque son hermosos y divinos, no es lo suyo
—Sana Onni ¿Sabías que se puede apadrinar un ajolote?
—¿Y y quién quería comprar uno de esos, están en peligro de extinción? —Nunca ha tenido una mascota y tener una en peligro de extinción era algo que no contemplaba que raro que hubiera gente que quisiera uno para sí mismo, no?
—Ay onni, no adoptar o comprar. Tú das el dinero y ayudas a que una fundación encargada tenga los recursos para cuidar de ese ajolote. Mamá no me deja apadrinar un ajolote, pero yo quiero apadrinar un ajolote. —hizo un precioso puchero que daban ganas de apachurrarle esos preciosos cachetes
—Oh, Chewy, —consoló de todo corazón— quieres que hable con tu mamá o tu papá para que te dejen donar tus ahorros para cuidar al ajo-ajoooo, eso
La mirada que El Padrino hubiera querido proyectar apareció de nuevo, la mandíbula tirada hacia delante, los brazos cruzados acariciando su quijada buscando la pausa dramática que Sana sabía era un callejón sin salida.
—Me parece que no sabes leer entre lineas, onni, seré directa contigo, el trato es este: Tú das el dinero, yo lo apadrino y te dejo llevar a tu novia a la noche de chicas... Hola Mami, tía Sana está buscando a Momo Onni, vine a decirle que está escondida en los baños de maestros porque Lisa quiere bailar con ella, pero bla...bla...bla
De Vito Corleone, a una nena de 8 años de nuevo, dejó de escuchar lo que decía Tzuyu cuando llegó su mamá y el sol apareció y los gritos de los niños al salir del colegio se volvieron a hacer presentes.
—Hola Sana-Chan —la saludó la mamá de Tzuyu—
— Yo, ahm.. sí, yo, sí...
—Mami, hoy me felicitó miss Momo porque hice así —dio tres vueltas sobre su eje mirando un punto fijo en cada vuelta
—Oh, que bonita te ves. muchas felicidades mi Tzuyu.
—Gracias mami. —Miró a Sana esperando un elogio
—Ay Chewy si sigues dando vueltas así como tornillo vas a hacer un hueco hasta México
Tzuyu no entendió así que solo se rió haciendo que sus ojitos se cerraran y su madre suspirara por lo bonita que es su hija.
—Jihyo tiene permiso para ir a la noche de Chicas. — soltó de la nada porque solo eso existía en su mente.
—En serio. Oh que bien por ustedes. Ojalá no se aburra con nuestra noche de chicas.
—Jihyo necesita una noche de chicas como no tienes idea. —Sana se subió a una nube y bailaba mambo con una figura imaginaria de la CEO
—Voy por Momo onni, vienes con nosotras o nos esperas aquí?
—Las espero acá, Dahyunni.
Su cerebro se convirtió en espagueti y necesitaba tiempo para descubrir lo que acababa de pasar. Caminó por instinto hasta una jardinera y se sentó para descansar y sonrió al darse cuenta. Tenía el permiso necesario para llevar a Jihyo a la noche de chicas. Pasaría su primer noche juntas, sin necesidad de pasar peligro. Estaba realmente feliz por tener que pagar dinero y no un reto más fuerte para ser aceptada con Jihyo en la noche de Chicas.
Era mucha felicidad.
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Reglas para entender a una Park
FanfictionHay mujeres tiernas, mujeres hermosas, mujeres poderosas, mujeres elegantes, mujeres arrogantes, mujeres de muy buen cuerpo, mujeres amorosas, mujeres admirables, mujeres talentosas, mujeres perfectas... y luego esta Park Jihyo que es todos eso y má...