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Spreen estaba perdido.
Pero repasemos un poco, ¿sí? Tras desaparecer Drako, y en su consecuencia Roier, salió corriendo histérico para alcanzarlos o al menos intentarlo. Está claro que fallo, pero al encontrarse con sus padres en el camino por lo menos se dio el lujo de hacer su ira a un lado.
Hablando de sus padres, Rubius y Vegetta estaban preocupados. Tras ser despertados con la noticia de que Roier había salido corriendo de casa a la madrugada se apresuraron a perseguirlo, notando a su vez la ausencia de Spreen. Aun que, para ser honestos, de no ser por el guardia no los abrían ido a buscar, pues pensaron que era una fuga, pero Roier escapo solo. El guardia les aviso hacia donde se fue, mas no tenía registro de a donde fue Spreen, esas grabaciones de la cámara se borraron como por arte de...de magia.
Como si no fueran suficientes problemas, Vegetta, gracias a su poder de mago, se percató de que se forzaba un lazo en su universo, y que la barrera invisible de su dimensión corría riesgo. No sabía bien como identificarlo, se había retirado hace ya tiempo del arte de la magia, además de que nadie contaba con que esa amenaza resulta irreconocible, pues era magia proveniente del Limbo, y era imposible de interpretar. Solo Spreen y Drako sabían que se trataba de Juan.
Pero Spreen no podía decirlo así nada más, lo creerían loco, excluyo algunas partes de su bizarra historia, pero les dejo algo en claro, estaban en peligro.
Así que, en resumen, Spreen estaba perdido, y eso porque lo perdió todo. Perdió a Drako, perdió a Juan y ahora temía haber perdido a sus padres, pero nada de eso importaba realmente, porque había perdido a Roier.
Le conto todo a sus padres, absolutamente todo. Fue difícil explicar, más aún porque ellos no sabían que Juan estaba muerto, y que Drako no. A su parecer, no le terminaron de creer, pero no le importaba, le dejo de interesar si tenía su respeto o no, o si aún confiaban en él, porque lo que le importaba era Roier, y Roier no estaba.
Sus padres se alarmaron por esto. Si bien no les convenció el cuento de hechicero supremo, era una realidad que Roier había sido secuestrado, y por uno de los C!ubito, y esto era malo para su tratado. Los padres de Spreen actuaron rápido, pues haciendo uso de sus contactos dieron a conocer la noticia: Roier está desaparecido. Las autoridades yacían haciendo búsquedas meticulosas, entrevistas rigurosas y especulaciones alocadas. Se creía que era un golpe de poder, debido a su estatus y era algún tipo de extorción. Solo Spreen sabia la verdad.
Fue sometido a extenuantes interrogatorios, fue obligado a dar descripciones precisas, pues él era el único testigo que tenían.
Spreen estaba harto. Cansado física y emocionalmente, ya habían pasado 14 horas desde lo sucedido. Era demasiado tiempo, y él sabía que Roier no tenía ese tiempo.
Spreen perdió la fe. Drako fue muy claro con sus palabras, usaría a Roier como sacrificio, no para los dioses, si no para Juan.
El estómago lo mataba, no había comido nada, ni había dormido, apenas y tomaba agua. La cabeza le dolía, y la migraña lo torturaba. Ni siquiera quería pensar, simplemente se bloqueó. Su mente entro en un estado de shock tan duro, que para protegerse a sí mismo del dolor se impidió sentir algo. Se sentía mal simplemente, pero no podía pensar en algo más. Su mente seguía esperando que todo esto terminara, que al día siguiente despertara junto a él.
