"La espera es sencilla si tu reloj está roto"
Carrera estaba perdido.
No metafóricamente. A diferencia de Roier y Spreen esto no era una cuestión espiritual, ni estaba filosóficamente "perdido". Simplemente no sabia usar un mapa.
Spreen llamo a Carre, si bien recuerdan. No le dijo mucho, pero Carre entendió todo: "necesito ayuda". Fueron sus exactas palabras y sin pararse a meditar Carrera tomo la primer embarcación a Karmaland.
—Dios, Ivo, esto me lo vas a compensar, la concha...-Suspiro deteniendo su andar entre el bosque y sacando el mapa. —Si me muero buscándote te juro que te mato, Spreen. -Hablo en voz alta hacia la nada.
Carrera y Spreen se conocen hace años, desde el séptimo año para ser concisos. Spreen llego al curso tras rogarle a sus padres asistir a una publica, y como buen introvertido Carrera "lo adopto". Tienen años de conocerse para Spreen, Carre es su mejor amigo, por eso mismo le confiaba hasta su vida.
El castaño tenia en claro la complicada relación del azabache con sus padres, el mismo vivió un rechazo por parte de ellos durante unos pares de años. Con el tiempo paso a ser el hijo adoptivo de los Dobluque. Carrera respetaba a los padres de Spreen, pero siempre les guardo rencor por todas la veces que Spreen llego derrotado con lagrimas en los ojos y solo buscándolo a el, por esas veces que escapó solo para refugiarse con el. Carrera quería mucho a Spreen, lo suficiente como para maldecir a los padres del mismo.
Ahora mismo solo rezaba con hallar el camino correcto y llegar lo mas pronto posible con su amigo, no quería fallarle, Spreen lo necesitaba con urgencia y el lo sabia.
—No lo entiendo. -Se quejo con frustración mientras analizaba la ruta. —Capaz y es el mapa, este esta re viejo.
Estaba perdido entre el bosque que recibe a los visitantes de Karmaland, hubiera aceptado el recorrido de turistas, pero no tenia plata.
—¿Este es el norte, no? -Dio vuelta a mapa, no le hallaba a sentido.
—Nah, ¿no ves que el Carre es un boludazo? -Se quejo el de buzo amarillo. —Yo me ofrecí para leer el mapa, pero no me dejaron, manga de pelutudos. -Robleis se cruzo de brazos.
—Cerra el orto, trolo. -Grito Carrera.
—¿Es que como íbamos a saber que el Carre 'ta bien pendejo, apá? -Defendió Mariana.
—Es fácil Mariana, se le ve luego luego en la cara lo wey. -Sugirió Quackity.
—¡Ey! No le digas nada, Carre está chiquito. -Defendió Robleis colgándose en los hombros del castaño.
—Dios, matame ahora. -Suspiro con cansancio. Ademas de perdido ya estaba harto. —¡Quitate Rob, que nos caemos!
De acuerdo, si bien el plan era "llegar lo mas rápido posible y sin distracción alguna" se vio en la necesidad de contarle a Robleis. No podía desaparecerse así de la nada, le debía una explicación a su pareja —porque si, Carre y Rob estaban prometidos—, Robleis exigió acompañarlo aun si Carre se negó no pudo convencerlo de no ir. Robleis lo quería lo suficiente como para no dejarlo solo. Al final accedió, irían juntos.
Solo que el castaño no contaba con que el de ojos miel es un chismoso de primera. Porque apenas accedio Robleis "algo" le contó a BadBoyHalo, y puede que Bad "algo" le haya comentando a Slime, y tal vez Slime ese mismo "algo" se lo contó a Mariana, —tiene sentido, después de todo eran pareja—...y Mariana enloqueció y le contó a media isla.
¿Que tanto se esparció en chisme? Solo dire que a Quackity se lo contó un francés.
Como resultado del pánico colectivo Mariana y Quackity también irían. Al ser tan amigos de Roier —y ser un poco culpables de lo que paso— no preguntaron dos veces para unírsele a Carre en su viaje. Carrera no pudo decir que no, porque prácticamente no le permitieron ni hablar, solo se subieron al barco y lo molestaron todo el viaje.
—¿Y apoco por acá vive el Esperen? -Pregunto Mariana esquivando varias ramas.
—Te juro que esta lindo el lugar...solo que no lo hemos encontrado. -Carraspeo Carre.
—No'mbre, si es de varo ese wey. -Halago Quackity en voz alta y con la cabeza metido entre los arbustos. —¡'ira no mas! Que ciudad mas chingona
Carre lo miro curioso. —¿Ciudad? ¿Donde?
—Acá -Señalo Quackity a los arbustos. —¿Ya ven? Yo encontré la ciudad, ¿que me gane?
—Cállate y vámonos de una vez. Roier y Spreen nos ocupan.
El grupo tomo sus mochilas y continuaron el camino que los llevaba a la gran ciudad de Karmaland. Las calles estaban infestadas, Karmaland era una ciudad muy concurrida, era famosa por obvios motivos. El tráfico era insufrible, pero valía la pena esa hora y media en taxi para llegar al centro de ciudad, infestado de turistas y tiendas. No es sorpresa que pasados 30 minutos ahí los chicos se acabaron su efectivo. Pero no podemos culparlos, la publicidad era abusiva y tentadora, no saben como ni porque, pero terminaron haciendo las compras, todo con los reclamos de Carrera de fondo, claro esta.
—Me arrepiento de traerte. -Carre le susurro a Robleis mientras cargaba sus bolsas de compras.
—Te arrepentirás mas si sigues molestando. -Amenazo con una inocente sonrisa.
Carrera paro en seco. —Mándame al sofá, me chupa un huevo. -Contra ataco haciéndole pucheros. —Estoy preocupado por Ivo, pero parece que ustedes no.
—Carre, cielito. -Se acerco con lentitud, apoyando sus brazos en los hombros del castaño. —Sabes que estoy mal, quiero al pelotudo de Spreen una banda, y vos lo sabes. Pero sabes que mal viajarte no sirve de nada.
—Pero Rob, el me llamo. -Exigio, —No exagero nada, se escuchaba mal.
Robleis acaricio su mejilla con delicadeza. —¿No me dijiste que vos que el te dijo estaba bien? Confía en el Carre, seguro no es algo grave.
La pareja se dio un abrazo, y Robleis le planto un beso en la mejilla antes de separarse. —Tenes razón Rob. Podemos tomarnos un tiempo, igual si fuera algo grave Spreen lo hubiera dicho ¿no?
Relleno, relleno, relleno, relleno
-FuoridSerie.
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parents; sproier
Fanfiction¨Quiero conocer a tus padres¨ -dijo, casi ordeno. ¿quien diría que 5 palabras mandarían todo a la mierda? ||Actualizaciones una vez x semana