‣ 1𝟎

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"¿Qᴜᴇ ᴘᴀꜱᴀʀɪᴀ ꜱɪ ᴍᴇ ᴅᴇᴛᴇɴɢᴏ? ᴀꜱɪ ᴄᴏᴍᴏ ʜɪᴄɪꜱᴛᴇ ᴛᴜ"

Roier nunca pensó verse derrotado, mucho menos por una puerta

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Roier nunca pensó verse derrotado, mucho menos por una puerta.

Pues ambos estaban frente a la enorme casa de los padres de Spreen, y solo una puerta los separaba de la inminencia. Esa puerta era una brecha, un escudo, un espacio entre dos tierras. Un lugar nuevo y desconocido para Roier, pues era le era ajeno ese conocimiento. Lo desconocido resultaba atractivo. Pero, aun así, conllevaba una enorme fuerza de voluntad abrirla, y tal parece Roier carecía de ella.

—Boe, si no tocas, no nos van a abrir nunca.

Spreen esperaba impaciente. Esperaba iniciativa, aunque esta vez no la obtendría. Bajo sus maletas algo cansado y rebusco entre sus cosas un par de llaves, llaves de la casa que le fueron conferidas apenas salió de Karmalad.

—¿Nervioso?

—¿Bromeas? -recibió una negativa- Ro, ...me estoy cagando de miedo.

Ambos rieron. Tomaron las maletas, y cruzaron la puerta.

—Bienvenido, Roier. Bienvenido a tu talego.

—No juegues con eso Spreen. Si ando chipis.

—Ni me digas, que yo también ando ablandado, pero ALGUIEN insistió en venir. -hizo énfasis.

—Reclámame en la cama, mejor. ¿Si, mi vida? -coqueteo en un vil intento de quitarse los nervios.

—Cállate.

Ambos se callaron. Escucharon pasos desde lo que vendría a ser la cocina.

—Spreen, hijo, ¿eres tú?

Spreen parecía atragantarse con sus palabras, ya que apenas y logro vocalizar un débil "si, pa' "

Y creo que ya nos hemos centrado mucho en Roier, ¿Qué hay de Spreen? Pues si Roier estaba nervioso, Spreen tenía pánico. Siempre fue de palabras reservadas, pero ahora tenía tanto por decir que no decía nada. Temía decepcionar a sus padres y su novio, no quería ser un cobarde a los ojos de nadie, pero le era imposible dejar de temblar. Siempre se exigió mucho, corrección, siempre le exigieron mucho. "Hazlo por nuestra familia", para sus padres, mantener el estatus lo era todo.

Ya saben porque Juan fue tan bien recibido por la familia Dobluque.

—Hasta que usas tus llaves, te juro que pensé que las habías perdido como la tarjeta.

El volumen aumentaba al igual que la cantidad de pasos, y ni parpadearon cuando tenían al padre de Spreen frente suyo.

—Tu padre muere por verte, a ti y a tu...amigo.

Su mirada de odio hacia Roier no pasó desapercibida, pero este estaba más distraído pensando en un PEQUEÑO detalle que su novio nunca le menciono.

—¿Rubius? ¿Tu padre es...Rubius?

parents; sproierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora