𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎; ¿ᴄᴏᴍᴏ ɴᴏ ᴛᴇᴍᴇʀʟᴇ ᴀʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ?
Roier; olvidadizo, ingenuo y torpe. La definición pura del desastre. La cúspide de la idiotez y malas decisiones. Ni el sabe como sigue vivo. Sin embargo, tenia una cualidad muy admirable, y es que todo lo que se proponía lo lograba. Resultaba ser algo intensa su fijación en varios aspectos, su pareja, por ejemplo, pues ya llevaba al menos hora y media en el centro comercial dando vueltas de aquí para halla. Roier; frustrado por no encontrar un obsequio, molesto por su propia exigencia y harto de las quejas de sus amigos.
—Mien, ya por favor. –le suplico Osvaldo.- ándale, ya me canse.
Roier freno para voltear a ver al par que lo acompañaba; Quakity y Mariana, sus mejores amigos, pero los peores consejeros amorosos que ha conocido. Osvaldo tomo asiento en una banca cercana a ellos, el pobre chico de lentes lucia mal, estaba cansado de la caminata que habían hecho de tienda en tienda, sudaba y se quejaba del calor. Por otro lado, Quakity se notaba mas molesto, pues el ni siquiera accedió a acompañarlos, fue sobornado con dulces y ni siquiera se los habían dado.
—Roier, ya llevamos un chingo aquí. ¡ya vámonos! –exigió Quakity entre quejas, como niño caprichoso. Traía consigo un refresco en bolsa, y amenazaba en tirárselo a cualquiera, con tal de no pasar ni un minuto mas ahí.
—¡Dale un perfume y a la chingada!
Ubiquémonos un poco, Roier estaba estresado y buscando un buen regalo debido a que era el día previo a su tercer aniversario, donde cumplía ya tres años de noviazgo con Spreen. Si, aquel castañito bobo pudo enamorar al invicto guerrero de cabellera azabache. Cabe aclarar que fue después de estar tonteando por casi 4 meses, ninguno de los dos se atrevía a mas, hasta que por fin lo hicieron oficial con una bella cena y serenata, y hasta el momento había fluido bien.
Demasiado bien para su actual mala suerte. Se conocieron demasiado rápido, se enamoraron con prisa, buscando devorar cada aspecto del otro, teniendo como resultado un enorme sentido de romanticismo. Buscaban que cada ocasión fuera especial, cada puta ocasión, así sea un cumpleaños, una cita o un simple paseo, llegaron a romantizar cada aspecto del otro que...se les agotaron las ideas.
—¡Wow! ¿un perfume? no mames, ¡que detallista el Quakity! –Reclamo con sarcasmo el castaño.
—No es mi culpa que tu novio sea un quisquilloso. –Se quejo en un intento de defenderse. Roier lo observo incrédulo.
—Sabes que no es eso, pendejo. –se cruzo de brazos y tomo asiento junto a su compañero.
Quakity lo observo suspirar con pesadez. Cada año resultaba ser el mismo dilema, Roier era muy detallista, y Spreen también, ambos eran demasiado dedicados y buscaban el cariño en cada una de sus acciones, y para que negarlo, en algún punto esto se convirtió en una competencia para ver "quien ama mas", pero ¿que esperaban? son las dos personas mas competitivas de la isla, tal vez por eso congeniaron tan bien.
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parents; sproier
Fanfiction¨Quiero conocer a tus padres¨ -dijo, casi ordeno. ¿quien diría que 5 palabras mandarían todo a la mierda? ||Actualizaciones una vez x semana