BESAR LA LLUVIA [+18]

PRÓLOGO

TAVI

¿Conozco a Bruno? Se pudiera decir que sí.

¿Me cae bien? No realmente.

¿La razón? Nunca lo he visto o, por lo menos eso creía.

¿Entonces cómo es que lo conozco?

He escuchado hablar de él casi toda mi vida, mis padres hablan de Bruno y sus logros a menudo, en algún momento fue invitado a reuniones familiares pero nunca se presentó.

¿Por qué? Es un hombre muy ocupado que tiene una agenda apretada y siempre le surgía algo que se lo impedía, no estoy segura si de ahí viene el por qué me cae mal, pero ahora que por fin lo conozco la razón se hizo mucho más poderosa.

Resulta que sí lo había visto antes y mucho más que solo verlo...

Si mi padre se entera seguro lo mata y cumple su promesa de enviarme a un convento de monjas.

Pero la pregunta de por qué me cae mal aún no la respondo del todo.

Hirió mi ego, por eso no lo tolero, si quieres iniciar la guerra con una mujer como yo, critica su estilo, lastima su orgullo y tendrás una enemiga jurada.

Bruno me acaba de declarar la guerra y la empresa de la cual él es dueño será nuestro campo de batalla.

BRUNO.

Lluvia, Mi Lluvia, llegó a inundar mi desierto, a terminar con la sequía, es tormenta y calma, frío y calor, blanco y negro, lujuria ardiente disfrazada de dulzura e inocencia, simplemente ella, simplemente Lluvia, irrevocablemente mía, peligrosa tentación, lamentablemente prohibida, tan fugaz e irrazonable como solo ella.

Lluvia, Lluvia, Mi Lluvia.

Vino como una llovizna que rápidamente se convirtió en tempestad, sin saber que sería como una moneda.

Por el otro lado está Octavia, no necesito conocerla para saber que es una niña mimada, engreída y frívola que creció con todos los privilegios, tratada como una princesa y que no conoce el valor real de las cosas, no, no la conozco, pero no necesito hacerlo para saber eso de ella.

¿Estoy sacando conclusiones precipitadas sobre ella? El primer día habría dicho que no, pero ahora ya no estoy tan seguro.

Cada vez más quiero volver a tenerla, pero si lo hago estaría traicionando la confianza que sus padres han depositado en mí al darme la encomienda de enseñarle todo lo que sé en los negocios.

A este punto no sé qué es más fuerte, si la atracción que siento hacia Octavia o mi lealtad a sus padres a los cuales les debo todo lo que soy.