CAPÍTULO XVII

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TAVI

- Qué poca originalidad - tuerzo los ojos al reconocer la horrible voz.

¿Por qué lo dejan cantar?

Estoy apunto de apagar la luz y hacerme la dormida cuando mi puerta se abre de golpe.

- Quieres decirme por qué hay un infeliz borracho viniendo a cantar a la casa? - ladra Tobías en cuanto entra.

- Es un ex - digo con aburrimiento.

- Lo voy a echar a patadas - dice y detengo mi camino a mi cama y lo miro. En verdad está enojado.

- Déjalo, si no salgo se cansará y se irá.

- ¿Y mientras tanto qué? - se cruza de brazos - ¿tengo que seguir aguantando su berridos?

- Ponte audífonos - ofrezco y se escucha otro grito de borracho.

- Tavi, nena. No me iré hasta que salgas.

- Voy a llamar a la policía - anuncia sacando su teléfono. Es buena idea pero no puedo permitir que lo mande a la cárcel, aunque solo sean setenta y dos horas, pues si Alex está aquí es porque le di esperanzas de que podríamos volver.

- No, espera. - lo detengo - voy a bajar y a pedirle que se vaya.

- Claro que no. - se niega rotundamente - Tú dijiste que es tu ex, lo que quiere decir que ya no están juntos y tú no le debes nada, además está borracho, no sabemos de qué sea capaz en ese estado.

- Bajaré yo y le pediré que se largue - me quedo sorprendida por un momento.

No sabía que mi hermano podría ser así de protector conmigo. A veces es desesperante y peleamos mucho y sé que me quiere igual que yo a él.

Pero verlo así ahorita me llena de una sensación de seguridad, sé que él al igual que papá no permitirían que nadie me hiciera daño.

- Hagamos un trato - negocio - bajaré a hablar con él y le pediré que se vaya, tú nos observarás desde dentro, si ves que se pone pesado intervienes, ¿De acuerdo?

Me mira por unos segundos indeciso.

- Está bien. Pero si trata de hacerte algo lo golpearé y malditas sean las consecuencias.

Sonrío.

- Te preocupas por mí - canturreo y hago un ridículo bailecito. El resopla y pone los ojos en blanco.

- Ya me quiero dormir y sus berridos no me dejan.

- Mientes, pequeñín - le aprieto las mejillas.
Odia que haga eso, cuando éramos niños lo hacía muy seguido.

- Soy más alto que tú - me quita las manos de sus cachetes.

- Pero yo soy la mayor y te aguantas.

- Octavia, sal por favor - Alex vuelve a gritar.

- Vamos - me apremia - me estas haciendo enojar, has que se vaya antes de que me desquite con él.

Riendo me pongo una bata y salgo de mi habitación seguida de cerca por Tobías.

Cuando estoy a punto de llegar a la puerta, mi hermano me detiene.

- Toma esto - me da un taser. ¿De dónde lo sacó?

- ¿Por qué tienes esto? - inquiero y él me mira ceñudo.

- ¿Tu no tienes uno en tu bolsa o algo así?

- No.

- Pues deberías - me regaña - incluso yo siendo hombre me siento inseguro a veces y traigo una conmigo siempre por si acaso. Te lo regalo no salgas sin él.

BESAR LA LLUVIA [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora