13─Quidditch

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Era sábado en la tarde, todo el mundo estaba impaciente, eufórico, sobresaltado. Tanto énfasis se debía a que ese día era el gran partido de Gryffindor contra Slyterhin. Izar veía a todos los de su casa gritar con entusiasmo, apostaban e intercambiaban jugadas. Si bien ella jugaba Quidditch, no era algo que le llamase la atención, más bien lo hacía por motivos de salud y para salir de la rutina diaria (además que las prácticas eran obligatorias).

Izar se encontraba en la sala común a un lado de Alice, escuchaba a la chica hablar solamente de lo que anhelaba ganar el partido. Para su mala suerte no iba a ser así, Izar sabía que ese último partido de la temporada era ganado por Slyterhin, Regulus había sido de ayuda y fue la última víctima suya antes de irse de Hogwarts. Pero quien era ella para arruinar el entusiasmo de la morena, bien dicen que soñar es válido.

─Debemos ir a los vestidores ya.

Apareció Lore con su típica cara de asco.

─¡Ve a apoyarme, francesita!

─Nada de andar soplando nuestras tácticas ─le habló Lore de mala manera.

Izar rió con sarcasmo.

─No necesitan que nadie les sople las tácticas, son buenos ya de por sí, y ustedes se confían demasiado ─dijo levantándose del sofá─, ¿Quieren ganarles? No lastimen lo más preciado para ellos.

─¿Y qué sería eso? ─preguntó con burla fingida la rubia.

─Su orgullo, huequita ─dijo con obviedad.

No le dio tiempo a decir nada cuando Izar ya estaba saliendo de la sala común, posiblemente iría a buscar a Barty para ir juntos al campo de Quidditch. Al momento de ir bajando las escaleras se dio cuenta que el clima estaba un poco fresco ya, sin mucho pensar comenzó a buscar el cárdigan que tenía guardado en su bolso, rápidamente se lo puso.

Parece que estoy apoyando al enemigo. Pensó mientras miraba el color verde de la tela.

En la entrada del lugar estaban Barty y Regulus charlando, el azabache se quedó ajeno al tema de la charla cuando vio a Izar bajar los pocos escalones que le quedaban. Miró aquella prenda que cubría su cuerpo, él la conocía a la perfección, era su cárdigan, aquel que había dejado en su casa tiempo atrás. Y no quería admitirlo, pero algo lo tentó al verla con una prenda suya.

─Hola, par de babosos ─saludó la chica.

─Me sorprende verte con algo verde, Lirio ─se burló Barty con una sonrisa.

Regulus, por otro lado, trataba muy en el fondo el no mirar mucho tiempo más a la chica con esa prenda, se estaba comportando de la misma forma que semanas atrás cuando se bañaron juntos.

─¿Por qué tienes mi cárdigan? ─preguntó el chico al encontrar su voz.

─Ya decía yo que era raro que tuviera ropa verde ─murmuró recordando que lo encontró en el cuarto de Sirius.

─¿De qué hablas?

─No, de nada ─negó la castaña─. Tu madre me lo presto una vez y no tuve oportunidad de devolvérselo ─mintió.

─Te queda bien ─dijo Regulus comenzando a caminar hacia el campo de juego.

Izar miró confundida a Barty, él se encogió de hombros y comenzó a caminar también, ella los imitó. La castaña se dio cuenta que el Slyterhin ya tenía su uniforme de Quidditch puesto, y que tenía su escoba en mano. Tenia que admitir que se miraba muy bien de esa forma.

─¿Cómo te vez en este partido?

La pregunta de la castaña hizo que Regulus la mirase, por un momento no sabía que responder, se había perdido en esa cortina de pestañas que tenia.

El reloj de Linjat |⋆Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora