05─Persecución por el lago

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El tiempo había pasado demasiado lento para el gusto de Izar, el día de hoy se cumplía un mes desde que estaba en aquella línea temporal. No entendía el porqué no volvía, solo sabía que la había pasado muy bien y muy mal al mismo tiempo. Fue una experiencia totalmente ajena a lo que estaba acostumbrada, le había costado demasiado el conseguir comida, el poder bañarse, el poder dormir había sido una tortura. Semanas durmiendo en aquel bendito parque, en las cuales había llovido más veces de las que le hubiese gustado.

Ese tiempo había sido bastante aprovechado, se aseguraba de que Sirius y Regulus se llevarán bien desde muy lejos. Era porque los seguía como una psicótica. En realidad seguía a todos con una distancia en la cual no pudiera verles el rostro, por ende ellos a ella tampoco. Ya hasta se le había hecho costumbre el despertar al amanecer, esperar a que ellos salieran y poder seguirlos, aveces eran solo James, Sirius y Regulus, otras veces era el grupo completo. Y ni una vez pudo ver a su madre con Sirius.

Ese dos de julio no era muy diferente a los otros días, la única diferencia era que no se centraba en seguir al grupo que iba delante suyo, solo caminaba entre los pequeños puestos callejeros entre el mundo muggle. Regulus ese día no había ido con ellos, al parecer seguía con sus ideales puristas a flor de piel, se rehusaba a caminar entre sangre sucia según él.

James, había frenado a comprarse algo para comer mientras sus amigos siguieron caminando. Mientras esperaba, él vio a la chica caminar muy despreocupada. Ella veía unas artesanías muy bonitas. James se sacó los lentes al verla, pero rápidamente se los volvió a colocar al no ver nada. Izar sin darse cuenta chocó contra James, al verlo se espantó.

¿En qué momento se separó de los demás?

─Oh por Merlín, ¿Qué haces aquí, Eloise?

─¿Eh?

James la descolocó por completo, ¿Eloise? Ella no era Eloise.

─¿Eloise? ─preguntó un poco extrañado. Izar lo miró nerviosa.

─Creo que te equivocaste de persona. Permiso.

Y como llego se fue, al igual que un rayito, rápidamente se perdió entre la gente. James se fue muy confundido hasta sus amigos, dejando su comida. Los chicos al verlo le sonrieron, en especial Sirius.

─Creo... creo que vi a Eloise.

─¿Eloise... Diggory? ─preguntó Peter.

─Si, pero dijo "te equivocaste de persona. Permiso" ─hizo una muy mala imitación de la castaña.

─¿Qué esperan? Vamos a buscarla ─dijo Remus con entusiasmo.

─Misión Eloise, ahí vamos ─dijo Sirius haciendo unas muecas extrañas.

Bien, este era el momento en el cuál Izar huía, y donde los merodeadores la perseguían con marcado entusiasmo. No podían usar magia para su desgracia, así que solamente se centraban en caminar entre la gente y no perder la cabellera castaña de la chica. Izar comenzó a caminar con mucha velocidad, cada que giraba veía a su padre cada vez más cerca, estaba entrando en verdadero pánico.

Muy a lo lejos pudo ver un lago, habían pequeños botes donde la gente se subía y andaba por el lugar. Una idea descabellada se cruzo por su mente ajetreada y corrió cuesta abajo hacia el lago. Justo en el último bote que estaban rentando había una pareja, eran dos chicos, parecían amigos. Izar empujó a uno de ellos y se subió con el otro que estaba ya sentado, de forma apresurada comenzó a hacer que el bote avance. Volteo hacia atrás y vio a un chico ruloso, de ojos verdes penetrantes con piel pálida, era bellísimo, pero mucho más chico que ella.

El reloj de Linjat |⋆Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora