Si pasabas por el baño de la séptima planta que estaba abandonado podías ver un par de zapatillas moverse entre los lavados, zapateaban de un lado a otro mientras una melodía tarareada le seguía en ritmo. Izar se encontraba lavando el uniforme de Hermione para mantenerlo limpio. Quería entregárselo en buen estado, tal cual ella se los había prestado.
Estaba de buen humor ese día, el clima estaba agradable, el cielo estaba entre la cantidad de sol y nubes perfecta, los fantasmas de Hogwarts parecían animados, te saludaban y eran cordiales, Pevees hacia menos bromas de lo normal y los cuadros conversaban mucho más de lo que hacían siempre. Izar tenía la sensación de que algo bueno iba a pasar, no sabía si ese día, pero si pronto.
─Quiero volver a casa y verlo ─susurró con un chillido infantil.
Estaba deseando volver y poder abrazar a su padre, jugar a las luchas muggles, volar juntos y cocinar como lo hacían cuando era niña. Aun seguía resentida por lo que paso con Harry, eso no se lo olvidaba, y estaba dispuesta a golpearlo en cuanto lo viera. Pero era mucho más fuerte su alegría por saber que faltaban dos días para volver a casa.
Lo primero que iba a hacer al llegar sería razonar las cosas que habían cambiado a causa de la no muerte de Regulus. Quería saber todo ya, que sucedería, como estaría su papá, tal vez James y Lily no morirían, capaz Regulus descubriría a la rata de Peter.
Izar miró la última camisa que le faltaba revisar, estaba perfectamente blanca, como si fuese recién comprada. Sonrió entusiasmada ante su trabajo y comenzó a doblar toda la ropa, la había secado con su varita momentos antes. Aquellas prendas eran guardadas con cuidado dentro de una caja que había conseguido, no quería que se estropeara.
─No sabía que la señorita Eloise tenía a alguien tan parecida a ella.
Un fantasma apareció de la nada atravesando el espejo frente a Izar, la castaña soltó un grito asustada para luego suspirar.
─Por Merlín, aun no me acostumbro a estas cosas ─murmuró.
La chica miró al fantasma frente a ella, era una mujer bastante bonita, tenía un rostro angelical, cabello largo, una sonrisa tierna, pero sus ojos danzaban traviesos sobre ella.
─¿Quién es usted? Es muy bonita ─dijo sincera la castaña.
La mujer se sorprendió ante aquello.
─¿Crees que soy bonita? ─preguntó sin creer aquello aún.
Izar asintió.
─Uhm... es mucho más que bonita ahora que la veo bien ─dijo acercándose un poco─, apuesto que cuando estaba con vida era mucho más que hermosa. Es difícil verse tan bien siendo un fantasma incluso ─alegó con una sonrisa tierna.
La mujer chilló de felicidad, se desplazo por todo el baño con alegría y atravesó una pared, grito con fuerza "¡Si creen que soy bonita!". Izar sonrió divertida viéndola volver, ahora podía apreciar su cuerpo completo. Llevaba un vestido muy bonito y pomposo, en el había una gran mancha, deducía que era sangre, pero lo que más le llamó la atención fue aquella sortija que ocupaba su mano izquierda. Era una piedra bastante llamativa, le gustaba.
─Me haz hecho la mujer más feliz en todo el castillo ─aplaudió emocionada─, y como muestra de mi gratitud voy a contarte algo muy importante. Cuando estaba viva yo enseñaba en este lugar, no fue hace mucho tiempo querida, el joven Riddle se ocupo de deshacerse de mi cuando escuche su plan tan descabellado.
─¿Riddle?
─El joven que se convirtió en el que no debe ser nombrado ─susurró ella─, dijo que iba a crear Horrocruxes para conservar su alma. Él dijo que yo era horrible por haber escuchado aquello, y que como castigo iba a tomar lo más preciado de mi y convertirlo en un Horrocrux.
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El reloj de Linjat |⋆Regulus Black
FanfictionIzar Black vuelve a Inglaterra después de ausentarse durante unos años. Los inicios de la segunda guerra mágica le cuesta la vida a su padre, Sirius Black. Ahora ella tiene una misión, salvar a su familia. Esa simple acción va a desencadenar escenar...