01─Sushi en un tacón

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Bien, estamos todos de acuerdo que eso de no saber decir "No", es una muy mala cualidad, ¿cierto?.

¿Por qué? Fácil, no es lindo terminar en una boda torturando a tu pobre corazón. Y para dar el broche de oro, que la dichosa boda sea la de tu ex pareja (pareja a la cual, para desgracia de Izar, aun no superaba).

Así que, para su desgracia (nuevamente), solo le quedaba resignarse a ver a la persona que consideraba el amor de su vida bailar y reír junto a su despampanante esposa. ¿Lo más triste? No había pasado mucho desde que formalizaron su ruptura absoluta. La pobre Izar se sentía humillada, siempre hubo otra.

La verdad es que, aun sabiendo tantas cosas que él hizo, no podía odiarlo, era como si un campo invisible le obligará a quererlo de una forma desenfrenada, casi psicótica. Hubo un tiempo en el cual la chica se había rebajado de una manera impresionante, se arrepentía completamente. Nunca debió  dejar que él viera que la tenía cuando quería.

Se obligó a despegar la vista de los recién casados,se mantuvo mucho más entretenida viendo a Juliette, su mejor amiga (causante directa del que esté ella ahí), quien se guardaba el bonito centro de mesa en el bolso.

─¿Qué estás haciendo? ─la pregunta la tomó por sorpresa.

─Algo tenemos que llevarnos ─se encogió de hombros─. Voy a tomar algo de comida y nos vamos corriendo.

No le dio tiempo para decir ni "a", cuando ya estaba caminado hacia la mesa de aperitivos. La observó con curiosidad, y cambió rápidamente a sorpresa cuando vio que de algún lado sacó un lonche (no se hubiese sorprendido tanto si no fuese muggle), empezó a guardar comida mientras se fijaba que nadie la viera. Cuando vio que no entraba más nada en el lonche lo escondió en su chaqueta y caminó de manera muy sospechosa. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de Izar, ella le habló.

─Todo el mundo va a pensar cosas raras si sigues caminando en esa forma.

Juliette se detuvo media a horcajadas y giró su rostro para ver a Izar, parecía un delincuente de esas películas de comedia, cuando intentaban pasar desapercibidos y se delataban con sus acciones. De un momento a otro la chica tenía una expresión de espanto en el rostro, como si hubiese visto un fantasma.

¿Se podían ver fuera del mundo mágico?

─Levántate y corre ─dijo tomando la chaqueta de Izar, casi dejando caer el lonche.

─¿Por qué?

─Porque el humilde de tu ex viene hacia aquí.

No le dio ni tiempo a mirar sus espaldas cuando tomó su mano y salió corriendo. Iban a los tropezones por todo el salón, la gente las miraban raro, e Izar lo único que podía hacer era tratar de no romperse un tobillo. Cuando pasaron la puerta de entrada intentó sacarse los zapatos, entre saltos se pudo. Casi pierde un pie en el proceso, pero ahora podía correr libremente. Lo que si no podía era mover la mano, Juliette la apretaba como si fuese un algodón, si se movía le doblaba los dedos, sino simplemente apretaba como una lunática.

─¡Vas a romper mi mano, Juliette!

Ella hizo caso omiso a su queja y siguió corriendo, sin darse cuenta chocó contra un muchacho, de inmediato puso una mueca de horror. Aunque su cara de susto fue más porque se le cayó una porción de sushi, y no tanto por casi matar al pobre hombre que estaba tendido en el suelo.

─Mi comida ─se quejó Juliette.

─¡Izar!

El escuchar su nombre le llamó la atención, al ver el rostro del innombrable entró en pánico.

El reloj de Linjat |⋆Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora