Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|

Capítulo III

La siguiente pelea fue más que perturbadora, tanto que la chica no pudo evitar vomitar al ver tanta sangre y ver el trágico final del chico verde. Su contrincante era un monstruo, parecía carecer de cualquier sentimiento positivo, él en realidad quería matarlo. No pudo seguir viendo, el Hokage ordenó que la llevaran de vuelta al hospital.

— Lo siento, no debí traerte, no sabía si estabas acostumbrada a este tipo de eventos.

— Eventos totalmente bárbaros — reclamó la joven sin poder contenerse — ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿Matar a todos?

— No lo entiendes porque no eres una ninja, si te unes quizá podrás entenderlo en el futuro — no respondió, sólo se recostó en la silla de ruedas, dando a entender que ya no quería estar ahí.

— Ni aunque me obligaran me convertiría en ninja.

Uno de los ANBU la llevó de regreso a su camilla y al frío hospital, sin decir nada, la recostó y se fue, dejándola sola por mucho rato.

Justo cuando creía que el aburrimiento volvía a ella, la ventana se abrió dejando ver al ninja enmascarado, no pudo evitar sonreír, contarle lo que le pasaba le hizo tenerle confianza.

— Hola, nuevamente — saludó.

— Hola — contestó la niña.

— Fue muy fuerte lo que viste ¿eh?

— Jamás había visto algo tan sangriento.

— ¿Ni en tus sueños?

—No, o sea, vi a Sasuke golpear a su contrincante y vi a Naruto ser golpeado, pero jamás vi tanta sangre y tanto sufrimiento, simplemente, no pude soportar estar ahí.

— Entiendo — comprendió — por cierto, un pajarito me dijo que aun cuando dices no recordar nada y no conocer a nadie, nombraste a Naruto cuando lo viste por primera vez, ¿qué fue eso? — preguntó curioso, la chica sólo rodó los ojos.

— ¡Por favor! ¿Tú también me interrogarás sobre eso?

— Es... simple curiosidad — respondió — será nuestro secreto — le guiñó un ojo, algo que pudo ver a pesar de la máscara, inevitablemente la hizo sonrojar un poco.

— La verdad ya se la dije al Hokage, no sé la razón, nunca lo había visto, ni a él, ni a nadie, reconozco cosas porque las empecé a ver a través de sueños, desde que llegué aquí no he parado de soñar cosas que pasan en la vida real, me asusta eso.

— Así que clarividencia...

— Sí... — estaba a punto de cambiar de tema, cuando la puerta se abrió de golpe, dejando ver a un peliplateado con un ojo cubierto, que los observó a ambos para al final, posar su mirada sobre el acompañante de la chica.

— Así que te mudaste de habitación — habló por fin.

— En realidad, estuve en ambas al mismo tiempo — declaró el enmascarado, tomó su máscara para retirarla y mostrar por fin su rostro, unos lentes brillaron a la luz del sol y cabellos plateados sobresalieron, amarrados en una coleta baja.

— Eres sorprendente, ¿tú eres el real?

— En realidad no.

— ¿Qué quieres de la chica? — preguntó con un tono calmado — primero buscaste a Sasuke y ahora te descubro junto a ella o eres muy sociable o claramente algo traes entre manos con ella y Orochimaru — la menor se sorprendió ante tal acusación, lo que sea, no le sonaba a nada bueno.

— No hemos hecho nada malo, sólo platicamos acerca de mí — se defendió la chica, aunque sentía que había algo que desconocía que lo hacía dudar de ella.