Capítulo XX

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Naruto y Sakura se quedaron en medio de la sala, impotentes y furiosos. A pesar de sus mejores esfuerzos, no pudieron seguir el rastro de Katsumi. La bomba de humo había sido un gran distractor, habían perdido la posibilidad de encontrar a Sasuke y llevarlos de vuelta a la aldea; Kabuto y Orochimaru habían previsto cada movimiento.

Finalmente, Katsumi y Kabuto llegaron a una caverna oculta donde Orochimaru solía llevar a cabo sus experimentos. La atmósfera era sofocante, y el aire estaba impregnado de un hedor nauseabundo. Las paredes eran de piedra fría y húmeda, iluminadas únicamente por antorchas que proyectaban sombras inquietantes en los pasillos. Fue empujada a una celda pequeña y oscura, con solo una cama de piedra y una manta delgada para protegerse del frío.

— Aquí es donde te entrenarás, Katsumi — dijo Kabuto con frialdad, su voz resonando en la caverna —. Orochimaru-sama espera grandes cosas de ti.

Katsumi asintió, tratando de ocultar su temor y desesperación. Sabía que no podía mostrarse débil ante Kabuto ni ante Orochimaru.

Después de la misión fallida para rescatar a Katsumi y Sasuke, Konoha enfrentó una serie de desafíos internos y externos que pusieron a prueba su resistencia. La aldea estaba lidiando con conflictos políticos y una economía debilitada. La búsqueda de ambos chicos se volvió una misión imposible de priorizar para la aldea, ya que los recursos y shinobis eran necesarios para proteger y mantener el orden.

Naruto, se encontró en una posición difícil. Aunque su espíritu nunca se debilitó, su cuerpo estaba agotado y sus habilidades no eran suficientes para llevar a cabo una misión de rescate por su cuenta. Además, Lady Tsunade así como sus maestros, conscientes de la fragilidad de la situación, le ordenaron que se enfocara en su propio entrenamiento.

— Naruto, debes entender —, le dijo Kakashi, con una mezcla de tristeza y firmeza en su voz. — La situación en la aldea es crítica. Necesitamos a todos los shinobis disponibles para proteger Konoha, la Hokage no podría hacer nada aunque quisiera.

Naruto apretó los puños, luchando contra la frustración y la impotencia.

— Pero, sensei... Katsumi y Sasuke están ahí afuera, sufriendo. No podemos abandonarlos.

Kakashi suspiró, poniendo una mano en el hombro de Naruto.

— Lo sé, pero ahora mismo, no tenemos otra opción. Debes confiar en que, eventualmente, encontraremos una manera de traerlos de vuelta, yo, al igual que tú, estoy en una posición muy complicada, quisiera buscarla, también a Sasuke, pero aunque quisiera, a veces no hay opción que poner como prioridad la aldea.

— ¡Usted dijo que jamás se abandona a un compañero! — reclamó el rubio.

— Lo sé, soy fiel a esa convicción, pero nadie más podría ayudarnos, tú aún eres un niño, yo soy fuerte, pero no me comparo con un sannin y el ir solo sería firmar mi sentencia de muerte, eso no ayudará a Katsumi y Sasuke, es por eso que debemos de esperar.

— ¿Esperar qué? — preguntó el Uzumaki con molestia.

— A que te hagas más fuerte, al igual que Sakura, cuando seamos tres shinobis al mismo nivel, podremos buscar a alguien más que nos ayude y poder hacerles frente.

Naruto no respondió, con lágrimas en los ojos tuvo que aceptar su realidad, Kakashi tenía razón, el enfrentamiento que tuvo en la guarida de Orochimaru confirmaba su inexperiencia y su falta de habilidades, ir a buscarlos de nuevo solo sería una pérdida de tiempo, tenía que hacerse más fuerte y con eso en mente, se prometió superarse, convertirse en el mejor y poder llevar de nuevo a Katsumi y Sasuke a su hogar.

Mientras tanto, en la guarida de Orochimaru, la situación para Katsumi empeoraba día a día. Los constantes entrenamientos y experimentos la habían llevado al límite. Su cuerpo, antes fuerte y ágil, ahora estaba débil y plagado de cicatrices. La resistencia mental que alguna vez la había sostenido, comenzaba a desmoronarse bajo el peso del dolor y la desesperanza.

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora