Capítulo VI

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El sensei de Lee apareció en la habitación salvándolos de aquella muerte.

— Espera hasta mañana, porque hoy sería un desperdicio, ¿eso es lo que quieres? — regañó el hombre al de la arena, este comenzó a quejarse mientras se llevaba las manos a la cabeza, completamente fuera de sí, Katsumi se preguntó si alguna vez estuvo cuerdo. Después de un rato los observó con furia y salió del lugar sin decir nada. La chica se dejó caer al suelo justo cuando Gaara salió y comenzó a llorar descontroladamente, Shikamaru y Naruto seguían en shock, por lo que sólo se limitaron a verla llorar. Ella sintió a unos brazos envolverla para después alzar su pequeño cuerpo, sus manos buscaron el cuello de la persona y siguió llorando como un bebé.

— Tranquila, ya pasó — habló la voz del sensei del cejotas — te llevaré a tu casa para que descanses, ¿está bien? No te preocupes que nada malo te pasará. Chicos, les encargo cuidar a Lee sólo por un momento.

La menor sintió el aire chocar contra su cabello mientras la llevaba por los aires, hacia su hogar, entró a su recámara y la recostó en el colchón. Para cuando llegaron, ella ya había parado de llorar y volteó a verlo agradecida por la amabilidad del hombre, también avergonzada por su cobardía, él estaba observando el lugar y analizándolo.

— No se parece nada a la recámara que yo arreglé, ¿segura que es tu casa?— ella sonrió apenada, se le había olvidado que él había decorado el lugar.

— Quité algunas cosas — admitió la chica — pero es que la cama desentonaba con el resto de la habitación.

— Ah, sí. Kakashi tiene pésimos gustos, me dijo que la cama tenía muchas almohadas y que eso te podía incomodar, así que cambió todo, pero si gustas, yo tengo...

— ¡No gracias! — Lo interrumpió antes de que la hiciera sacar todo del armario y las cajas — la verdad es que acomodar todo de nuevo sería exhaustivo y no quisiera molestarlo, los exámenes finalizarán mañana y estoy segura de que usted tendrá que estar presente — se excusó, definitivamente esos adornos no iban a estar en su habitación.

— Tienes toda razón — aceptó — pero si quieres tener estilo no dudes en pedirme ayuda.

— ¡Claro! — dijo, aunque sabía que jamás lo llamaría para algo así.

— Ok, entonces nos vemos mañana, Katsumi.

— ¿Mañana?

— ¿No te dijo nada Kakashi? ¡Ah! ¡Qué despistado puede llegar a ser mi rival!

— La verdad es que no lo he visto en tres días y jamás me comentó de eso antes — le informó.

— Eso explica todo, bueno, tendrás que ir a los exámenes, todos estarán ahí para vigilar que todo esté en orden y claramente yo también estaré presente, así que nadie podrá cuidarte fuera de los exámenes, por eso tendrás que asistir, estarás cerca de Kakashi y cerca de mí, te pido que no temas, no permitiremos que algo malo te pase.

— Está bien, muchas gracias señor...

— ¡Me llaman la Gran bestia verde de Konoha!, pero soy Guy-sensei para ti, jovencita — se presentó mientras hacía unas raras piruetas para al final, terminar con el pulgar arriba y guiñándole un ojo, la chica comenzó a reír un poco, se tapó la boca pensando que eso fue grosero, pero el hombre pareció no escucharle o quizá no le importó su insolencia.

— Gracias, Guy-sensei — le respondió mirando sus pies, el hombre se acercó a la ventana, pero se detuvo cuando escuchó la voz de la menor — ¿eso se tiene que vivir siendo un shinobi...? Sabe, yo tenía mucho miedo, ni siquiera pude hacer el intento de proteger a mis compañeros, fui una cobarde. ¿Cómo se supone que seré una genin si ni siquiera puedo enfrentar el peligro?

Yᴏsᴏᴋᴜ |𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora